No estaba seguro si esto debía ser posteado en el hilo específicamente abierto para este tema, o no. He preferido compartirlo por acá para no perder el hilo de la discusión.
Creo que en toda discusión sobre el
Libre Albedrío (LA) debe dedicarse un punto al asunto de la
Capacidad de Elección (CdE).
Como mencioné en un posteo anterior, al referirme al
LA, lo hago desde una concepción que representa lo opuesto al
Determinismo (Dt), es decir, a la idea de que
a partir de las condiciones y estados iniciales de los componentes del universo, o al menos los del "mundo" macroscópico que no presentan un comportamiento cuántico,
ya estarían determinados todos los estados futuros que serían producto de las relaciones de causa-efecto entre todos esos componentes; e incluso si consideramos los fenómenos cuánticos con su comportamiento indeterminado en algunas de sus variables (posición y momentum, por ejemplo), aquellos fenómenos también seguirían una especie de determinismo, aunque de tipo estadístico, tal como lo presenta la función de onda de Schrodinger, que no predice de forma específica la evolución de la posición de una partícula en el tiempo, sino una predicción estadística de dónde podría estar en un momento dado.
Incluso considerando a los fenómenos cuánticos con su superposición de variables, con dificultad podría decir la influencia de la mecánica cuántica en los procesos mentales sería muestra de que existe el
LA, pues toda indeterminación o superposición estaría fuera del control de la voluntad humana (al menos, según el consenso de la mayoría de la comunidad científica en la actualidad).
Al hablar de
Dt, debemos verlo en su sentido global, considerando a la totalidad de componente, procesos y relaciones del universo completo. La mayoría de los fenómenos conocidos del universo son condicionados, es decir, dependen de condiciones para poder surgir y permanecer (por lo menos temporalmente); digo la mayoría, pues ignoro si existen fenómenos que escapen a este principio. Todos los fenómenos condicionados son susceptibles al cambio, el cual es producto del flujo de relaciones locales (es decir, en un espacio-tiempo determinado) entre fenómenos. Una relación entre fenómenos implica un cambio de estado entre los fenómenos relacionados, cambio que puede evidenciarse en todos los miembros de dicha relación. Por ejemplo, los enlaces químicos se forman por el traspaso o la compartición de electrones, pasando los átomos involucrados de un estado X e Y a uno X-Y; el estado general del sistema cambió, pues ambos componentes (átomos en este caso) se vieron afectados por las propiedades del elemento con el que reaccionaron.
El principio general arriba expuesto aplica, al parecer, a todos los fenómenos condicionados sujetos al cambio:
el cambio es producto de una relación entre componentes, la cual produce una modificación de los fenómenos involucrados, respecto al estado inicial de éstos, originando un nuevo estado de cosas/fenómeno.
En lugar de hablar de "estados de cosas", podemos hablar de información. En dichos términos, el cambio sería simplemente una alteración de la información de ciertos sistemas locales (es decir, que se hallan en un tiempo-espacio determinado) que se encuentran dentro del sistema global llamado "universo". Los sistemas locales son sistemas abiertos, en el sentido de que son susceptibles a recibir información externa de otros sistemas locales con los pueden interactuar.
Un ejemplo de un sistema local sería la mente humana. La mente es un sistema local abierto, pues se encuentra intercambiando información permanentemente con otros sistemas locales (los eventos del entornos y otros seres vivos, por ejemplo). Esta capacidad de intercambio constante se debe, precisamente, a la condicionalidad.
Mirando al universo como un sistema global, podríamos decir que los cambios de información que ocurren en él siguen una lógica determinista. Según nos informa el paradigma científico y las evidencias actuales, no sabemos de ningún fenómeno que no esté determinado por condiciones anteriores. De este hecho se deriva nuestra capacidad de establecer principios generales, ecuaciones, teoría, leyes, hipótesis, etc., las cuales intentan dar explicación a la forma en que las cosas llegaron a ser lo que fueron, y proyectando posibles estados de cosas futuros. El hecho de que no podamos predecir fenómenos caóticos como el clima no representan evidencia del
LA, sino que simplemente muestran la dificultad de pronosticar estados futuros de cosas que involucren muchos factores o componentes interactuando a la vez.
Si miramos la mente de forma aislada, podría dar la impresión de que sus componentes/procesos/fenómenos no siguen una lógica determinista. Sin embargo, tanto si seguimos las ideal del Buddha como las nociones científicas actuales, todos los eventos mentales son producto de estímulos que vienen del exterior o de la misma mente (con la información que procede de experiencias pasadas). La mente llega a conclusiones nuevas a partir de las fuentes internas y externas de información; toda idea/sensación/estado proviene de ideas/sensaciones/estados anteriores.
El hecho de que la mente cambie no representaría evidencia de la existencia del
LA, sino más bien lo contrario: el los cambios mentales y de conducta se explicarían por interacciones con otros sistemas (o consigo misma) que le proveen información. La mente es un sistema local abierto a la influencia de otros sistemas locales abiertos.
Siguiendo las ideas anteriores, la
CdE vendría a ser producto de la información que la mente posea en un momento dado y del estado del entorno percibido por la mente.
Elegir es tomar un curso de acción en base a una reflexión (consciente o inconsciente) que evalúa las posibilidades que el estado presente de cosas brinda, a la luz de la información del pasado que hayamos aprendido/reflexionado con anterioridad. La
CdE solo sería el movimiento de los procesos mentales; sería una "libertad" restringida por las condiciones pasadas y presentes interactuando.
Una mente con más información sería una mente con "más libertad" (es decir, con un rango más grande de información y posibilidades a considerar y evaluar como cursos de acción potenciales); sin embargo, dicha libertad estaría totalmente condicionada y determinada por la información del pasado y el presente, por las tendencias y hábitos que tenga un individuo de antemano, por los fenómenos físicos, químicos y biológicos que puedan influir, etc.
Incluso considerando la explicación que Ananda expone sobre el experimento de Libet y la noción del "Free Won't", aún así no podemos asumir que el
LA está involucrado de modo alguno en los procesos mentales subconscientes que terminan por generar una respuesta por sobre otra.
¿Por qué la mente responde de una manera y no de otra? ¿Esta decisión escapa a la determinación de la información pasada y la que ofrece el entorno en el presente?
A mi juicio, el error en la lógica de las tradiciones
akriyas estaría al evaluar al ser humano y a la mente como sistemas cerrados, aislados de la posibilidad de intercambiar y recibir información. Vista así la mente, todos sus estados futuros estarían determinados solo por sus tendencias y naturaleza inicial. La doctrina del Buddha nos ofrece, a contrario de dichas tradiciones, la posibilidad del cambio, precisamente por lo que puede proveernos la experiencia con el mundo y con otros sujetos. Es por ello que Buddha hace tanto hincapié en la
relevancia de la buena amistad, o en
la posibilidad de alcanzar la entrada-en-la-corriente ya sea por la reflexión sabia, por escuchar el Dhamma, por relacionarnos con gente sabia o por practicar de acuerdo al Dhamma,
todas ellas formas de manipulación de información pasada o de recepción de información externa.
En conclusión, diría que
la Capacidad de Elección no sería consecuencia del Libre Albedrío, sino más bien por el Determinismo, y las relaciones causales e intercambio de información entre sistemas abiertos.
Diría, además, que a efectos prácticos me parece útil entender a la 'libertad' no como una noción absoluta y sin relaciones (o sea, sin especificar respecto a qué se es libre), sino como una "libertad de movimiento dentro de los márgenes de las condiciones" disponibles en un momento dado. Al entender de esta forma el mundo y la mente, creo que se entiende más fácilmente el hecho de que unas personas se comporten de un modo, y otras de otro modo: lo que cambia son sus condiciones del entorno, su historial de relaciones/interacciones/circunstancias y la información a la que se han visto expuestos y que tienen al alcance de su mente para manipular y obtener nuevas conclusiones.
El ser o no conscientes de la consideración de cierta información mental (por ejemplo, la que se considere a la hora de tomar una decisión) no veo que implique necesariamente una capacidad de decisión que no ocurra producto de los estados pasados y la información presente. Quizás la conciencia solo es el fenómeno de "darse cuenta" de los procesos que ocurren de forma determinista en el cerebro/mente.
No está demás decir que todas estas son solo mis conclusiones con mi limitado conocimiento. Me encuentro absolutamente abierto a reconsiderar todas estas posturas en caso de que aparezca información o perspectivas que no haya tomado en cuenta (o que no haya considerado lo suficiente o de manera adecuada).