Que entiendo yo por pensamiento discursivo, pues la voz que hay en la cabeza de todos y que para la mayoría de la gente no para ni un momento desde que se despierta hasta que se acuesta, y salta de un tópico a otro sin mucha lógica ni coherencia (mente de mono).
Que entiendo por una mente sin pensamiento discursivo, pues una mente donde hay pensamiento (procesos mentales), es decir intención, memoria, pensamiento abstracto, espacial, temporal, emociones, inteligencia/discernimiento ... pero no hay pensamiento discursivo, la mente que tendría un animal sin lenguaje, que supongo yo, que al carecer de lenguaje raro será que tengan pensamiento discursivo, a este tipo de mente a veces se le llama mente intuitiva, por contraposición a la lógica racional (la basada en el pensamiento discursivo).
Aclaración, esto no es solo mientras se esta sentado meditando, se puede tranquilamente levantarse del sofá al sentir hambre (un pensamiento no discursivo) ir a la nevera y comerse un yogurt sin que en toda ese proceso haya surgido un pensamiento discursivo, o se puede perfectamente lavar los platos sin que haga falta/surja un pensamiento discursivo, o andar por el parque ... en realidad la mente puede hacer mucho, muchísimo sin necesidad del pensamiento discursivo, cosa obvia, ya que los animales funcionan toda su vida sin el. Y muchas veces el no pensar durante un rato pues supone un momento de descanso y relajación para la mente.
Bien parece ser los monjes como es obvio tenían la duda de si debían pensar (discursivamente) cuando meditaban o no (usar solo la mente intuitiva), en la sección de samadhi jayasaro aclara sobre esta duda:
Quietud que fluye - La vida y las enseñanzas de Ajahn Chah por Ajahn Jayasaro escribió:
PENSAR Y EXAMINAR
En tailandés, la palabra común pijarana tiene varios significados:
“considerar”, “reflexionar sobre”, “contemplar”, “examinar” o
“investigar”, y se encuentra muy a menudo en las enseñanzas de los
maestros del bosque de Tailandia. En algunas ocasiones, Luang Por
equiparaba pijarana con dhammavicaya, la “investigación del Dhamma”
que surge dependiendo de la atención plena y constituye el segundo de
los siete factores de la iluminación (bojjhaṅga). A todos los budistas se
los estimula a reflexionar sobre (o pijarana) las verdades de la vejez, la
enfermedad, la muerte, la inevitabilidad de la separación de todo lo que
es querido, y sobre la ley del kamma. Haciendo esto de manera repetida,
estas verdades se hunden dentro de la mente y devienen elementos de
la Visión Correcta, que debe sostener la efectiva práctica de meditación.
Pijarana también se usa en el contexto de las prácticas de meditación
reflexiva, que significan el examen coherente y disciplinado de un tema
del Dhamma.
En tanto que la naturaleza y el rol de pijarana en la meditación discursiva
son muy directos, los meditadores a veces dudan de la parte que les toca
en el desarrollo de la introspección sobre las tres características, que
constituye la culminación de las prácticas de meditación budista.
¿Qué grado de intencionalidad tenía Luang Por cuando instruía
a sus discípulos recomendando reflexionar o contemplar las tres
características? ¿Cómo podían los meditadores estar seguros de que no
estaban meramente pensando en las tres características, en lugar de
desarrollar la introspección sobre ellas?
Es un poco difícil entender esto a causa de su similitud con la
proliferación mental, y cuando los pensamientos surgen, uno
podría suponer que la mente ya no está en calma. De hecho, los
pensamientos y las percepciones que ocurren en ese momento
• Quietud que Fluye376
surgen dentro de la calma. La examinación que tiene lugar
dentro de la calma no la perturba. A veces el cuerpo puede ser
tomado para el examen. Eso no significa que han comenzado a
pensar o especular: es un proceso que ocurre con naturalidad en
ese estado de calma. Hay conciencia dentro de esa calma, calma
dentro de esa conciencia. Si fuese meramente proliferación
mental, no sería calma, sería perturbador. Esto no es
proliferación. Es algo que aparece en la mente como resultado de
la calma y se llama examinación (pijarana). La sabiduría surge
justo allí.
Luang Por clarificaba este punto en una conversación con un grupo
de maestros del Dhamma americanos. Decía que el pensamiento
ordinario podía distinguirse por el hecho de que, aunque pudiera
permanecer enfocado en un tópico, era burdo y carecía de penetración.
Cuando la mente se vuelve calma, la examinación (pijarana) surge con
naturalidad como un tipo de conciencia que, aunque posee algunas de las
características del pensamiento, es de un orden diferente. La reflexión
sabia sobre las tres características puede distinguirse por el hecho de que la
proliferación mental no logra corromperla, siempre es saludable y atenúa
las impurezas de la mente. El mero pensamiento, por otra parte, resulta
absorbido por las impurezas y contribuye a aumentarlas. La examinación
que recomendaba Luang Por se distinguía por el dejar ir los apegos:
El pensamiento ordinario ya ha sido filtrado y expulsado. Si no
conocen la examinación por lo que es, se volverá pensamiento
conceptual; si la conocen, se volverá sabiduría, es decir, verá
todo lo que surge como transitorio, insatisfactorio y desprovisto
de un ‘yo’.
Esta sabiduría o reflexión sabia, decía, madurará de modo gradual
en vipassanā. En contraste con el uso que muchos hacen del término
en la actualidad, Luang Por tendía a usar vipassanā para referirse a la
introspección que surge de la reflexión sabia más que de la reflexión
misma. Vipassanā no era, decía, algo planeado, algo que uno hacía.
Vipassanā era el discernimiento de las tres características que surgía
con naturalidad en la mente, cuando todas las causas y condiciones
necesarias para ello hubieran sido cultivadas. La intensidad de esta
visión clara puede variar desde una introspección débil hasta una visión
comprensiva de la manera en que las cosas son.
El corazón del asunto •377
El grado de calma necesario antes de que la investigación de las tres
características tuviera lugar no era mensurable. Cuando le preguntaban
a Luang Por: «¿Cuánta calma se necesita?», él respondía: «Tanta como
fuese necesaria». En otras palabras, los meditadores tenían que proceder
mediante prueba y error, y observar de cerca los resultados de sus
esfuerzos hasta que supieran por ellos mismos. Si la contemplación
degeneraba en proliferación mental, entonces resultaba obvio que la
mente no tenía la fuerza suficiente para hacer el trabajo de sabiduría.
Los meditadores poseen diferentes facultades. Alguna gente encuentra
que dejar ir el pensamiento es fácil, pero descubre que las mismas
cualidades que posibilitan ese dejar ir también retardan el cultivo de la
sabiduría. Otros, con una inclinación más reflexiva, encuentran que el
don de sus mentes para la contemplación les impide entrar en estados
• Quietud que Fluye378
profundos de samādhi, pero son capaces de penetrar la verdad mediante
una atención cercana y enfocada en la naturaleza condicionada
de los fenómenos. Para ilustrar este punto, Luang Por adaptaba dos
términos de los suttas: cetovimutti (liberación de la mente) y paññāvimutti
(liberación por medio de la sabiduría). Él aplicaba estos términos a dos
senderos de la práctica: uno que enfatizaba el poder de la mente —es
decir, samādhi— y otro que subrayaba la sabiduría. Mientras que los tipos
de caracteres que adoptaban la liberación por medio de la sabiduría eran
especialmente agudos y perceptivos, los que usaban la liberación de la
mente necesitaban tomarse tiempo y pasar muchas veces por la misma
área antes de comprender. Él hacía una analogía:
Es como dos personas que van a ver el patrón de una tela por
unos pocos minutos. Una de ellas comprende el patrón de
inmediato; puede irse y reproducirlo de memoria. Esto es
“liberación mediante la sabiduría”. La otra persona —cuyo
carácter toma la liberación por la mente— tiene que sentarse y
considerar los detalles del diseño, y volver varias veces para
comprobar. En el caso de la liberación por la mente, deben
trabajar bastante con ella, tienen que desarrollar bastante
samādhi. La primera persona no necesita hacer todo eso. Mira el
diseño, comprende el principio y se va y lo dibuja él mismo; no
tiene dudas. Ambos caminos alcanzan la meta, pero poseen
distintas características.
La liberación a través de la sabiduría está siempre acompañada
por la atención plena y la lucidez. Cuando cualquier cosa emerge
en la mente, ella la conoce y luego la deja ir con facilidad. La
persona que recurre a la liberación por la mente no puede ver las
cosas mientras emergen de esa manera, tiene que investigarlas,
lo cual también es un camino válido. Conozcan su propio
carácter. En el primer caso, algunas personas podrían no darse
cuenta de que hay samādhi presente. Ustedes caminan
observando a lo largo, y samādhi —que significa estabilidad firme
de la mente— está presente de manera inherente. Para alguien
con sabiduría, no es difícil. Solo desarrolla suficiente samādhi
para crear una base. Es como los estudiantes que alcanzan el
grado 12 en el colegio. Entonces pueden elegir en qué tema
quieren especializarse. Si alguien quiere ir a estudiar agricultura,
El corazón del asunto •379
hace eso. Es un punto de separación. Samādhi es igual. Llega a su
destino de la misma manera
Alguna mención más en el libro por aquí y por aya, pero vamos hay que cazarlas casi al vuelo:
UNA ÚNICA SILLA
La práctica de meditación que incluye dirigir el pensamiento —en
lugar de tomar distancia de él— se basa en el principio de sostener una
corriente ininterrumpida de atención sobre un tema de contemplación —
en lugar de una sensación física— y puede también llevar a la unificación
de las fuerzas de la mente. Esto produce un embeleso que lleva la
mente hacia samādhi —más allá de la atracción de los pensamientos y
deseos mundanos— y provee una plataforma para el trabajo profundo
de la sabiduría.
Me canse de subrayar esta tan concentrado que casi cada linea es una lección en si misma, resumiendo:
- Creo que Ajahn Chah tiene razón, hay suttas y suttas donde Buddha insta a meditar (pensar sobre un tema) en concreto, entonces lo que se recomienda en algunas sectas de no pensar discursivamente creo no es del todo correcto.
- No pensar discursivamente tiene su utilidad/lugar, cuando se quiere entrar en estados meditativos más profundos, pero no todo el día todo el rato sin pensar como se recomienda en algunas sectas especialmente mahayana.
- Eso si, hay que ser capaz de ver la diferencia entre un pensamiento sin control (proliferación mental lo llama en el libro), mente de mono y una mente que esta usando el pensamiento discursivo adecuadamente, para esto tal vez si que es bueno que se haya alcanzado el estado en el que se puede para el pensamiento discursivo, para aprender la diferencia entre proliferación e investigación con claridad.
- El pensamiento discursivo bien usado como dice Ajahn Chah creo es especialmente útil al principio de la practica, cuando mucho sufrimiento viene por la parte de ideas/concepciones/creencias incorrectas, cosas como debo triunfar en la vida, no puedo ser feliz porque no tengo pareja, o hijos, o soy pobre, el nibbana es esto, el resultado de la meditación debe ser aquel, la forma correcta de meditar es esta ... las típicas creencias que llenan las consultas de los psicólogos y para las que los psicólogos dan como receta precisamente reflexionar sobre ellas para cambiar esa creencia que te esta haciendo sufrir.
Obviamente una mente que posee calma y control sobre sus pensamientos puede hacer esto mucho más rápido como dice Ajahn Chah "Haciendo esto de manera repetida,
estas verdades se hunden dentro de la mente y devienen elementos de la Visión Correcta" no es que la visión correcta sea un conjunto de creencias, va más allá, pero por ahí se empieza.
Y bueno hay muchos suttas que apoyan que Buddha si recomendaba pensar, obviamente no con mente de mono, no proliferación pero si pensar/indagar/meditar:
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Majjhima Nikaya 19
Dvedhavitakka Sutta
Dos clases de pensamiento
He escuchado: que en una ocasión el Bendito se alojaba en Savatthi, en la Arboleda de Jeta, en el monasterio de Anathapindika. Allí se dirigió a los monjes: “¡Monjes!”.
“Si, Señor”, respondieron los monjes.
El Bendito dijo:
“Monjes, antes de mi auto-despertar, cuando aún era un Bodhisatta no-despierto, se me ocurrió el pensamiento: ‘¿Por qué no sigo dividiendo mi pensamiento en dos tipos?’. Así hice del pensamiento impregnado de sensualidad, del pensamiento impregnado de mala voluntad y del pensamiento impregnado de lo pernicioso un tipo, y del pensamiento impregnado de renunciación, del pensamiento impregnado de buena voluntad y del pensamiento impregnado de lo beneficioso otro tipo.
“Y cuando permanecía así diligente, fervoroso y resoluto, el pensamiento impregnado de sensualidad surgió. Percibí que ‘El pensamiento impregnado en sensualidad ha surgido en mí; y que eso lleva a mi propia aflicción o a la aflicción de otros o a la aflicción de ambos. Obstruye el discernimiento, promueve la contrariedad y no lleva a la Liberación’.
“Cuando me di cuenta de que llevaba a mi propia aflicción, aminoró. Cuando me di cuenta de que llevaba a la aflicción de otros… a la aflicción de ambos… que obstruye el discernimiento, que promueve la contrariedad y que no lleva a la Liberación, aminoró. Cada vez que un pensamiento impregnado de sensualidad hubo surgido, simplemente lo abandonaba, lo destruía, lo disipaba, lo eliminaba de la existencia.
“Y cuando permanecía así diligente, fervoroso y resoluto, el pensamiento impregnado de mala voluntad surgió. Percibí que ‘El pensamiento impregnado de mala voluntad ha surgido en mí; y que eso lleva a mi propia aflicción o a la aflicción de otros o a la aflicción de ambos. Obstruye el discernimiento, promueve la contrariedad y no lleva a la Liberación’.
“Cuando me di cuenta de que llevaba a mi propia aflicción, aminoró. Cuando me di cuenta de que llevaba a la aflicción de otros… a la aflicción de ambos… que obstruye el discernimiento, que promueve la contrariedad y que no lleva a la Liberación, aminoró. Cada vez que un pensamiento impregnado de mala voluntad hubo surgido, simplemente lo abandonaba, lo destruía, lo disipaba, lo eliminaba de la existencia.
“Y cuando permanecía así diligente, fervoroso y resoluto, el pensamiento impregnado de lo pernicioso surgió. Percibí que ‘El pensamiento impregnado de lo pernicioso ha surgido en mí; y que eso lleva a mi propia aflicción o a la aflicción de otros o a la aflicción de ambos. Obstruye el discernimiento, promueve la contrariedad y no lleva a la Liberación’.
“Cuando me di cuenta de que llevaba a mi propia aflicción, aminoró. Cuando me di cuenta de que llevaba a la aflicción de otros… a la aflicción de ambos… que obstruye el discernimiento, que promueve la contrariedad y que no lleva a la Liberación, aminoró. Cada vez que un pensamiento impregnado de lo pernicioso hubo surgido, simplemente lo abandonaba, lo destruía, lo disipaba, lo eliminaba de la existencia.
“Lo que un monje sigue buscando con su pensamiento y su reflexión, eso se convierte en la inclinación de su consciencia. Si un monje sigue buscando el pensamiento impregnado de sensualidad, abandonando el pensamiento impregnado de renunciación, su mente está doblegada por ese pensamiento impregnado de sensualidad. Si un monje sigue buscando el pensamiento impregnado de mala voluntad, abandonando el pensamiento impregnado de buena voluntad, su mente está doblegada por ese pensamiento impregnado de mala voluntad. Si un monje sigue buscando el pensamiento impregnado de lo pernicioso, abandonando el pensamiento impregnado con lo beneficioso, su mente está doblegada por ese pensamiento impregnado de lo pernicioso.
“Al igual que en el último mes de las lluvias, en la estación de otoño cuando los cultivos están madurando, un pastor cuidaría de sus vacas: las dirigiría, guiaría y dominaría con un palo hacia este lado y hacia aquél. ¿Por qué? Porque prevé que latigazos o encarcelamiento o una multa o la censura pública surge de aquello [si permite que sus vacas deambulen por los cultivos]. De la misma manera, yo preví en las cualidades poco hábiles inconvenientes, degradación y corrupción, y preví en las cualidades hábiles recompensas relacionadas con la renunciación y que promovían la purificación.
“Y cuando permanecía así diligente, fervoroso y resoluto, el pensamiento impregnado de renunciación surgió. Percibí que ‘El pensamiento impregnado de renunciación ha surgido en mí; y que eso no me lleva ni a mi aflicción ni a la aflicción de otros ni a la aflicción de ambos. Fomenta el discernimiento, promueve la falta de contrariedad y lleva a la Liberación. Si yo fuese a pensar y reflexionar en esa línea durante una noche… durante un día… durante un día y una noche, no imagino ningún peligro que pudiera venir de ello, excepto que pensar y reflexionar durante mucho tiempo cansaría el cuerpo. Cuando un cuerpo está cansado, la mente está inquieta; y una mente inquieta está lejos de la concentración’. Así pues calmé mi mente internamente, la tranquilicé, la unifiqué y la concentré. ¿Para qué? Para que mi mente no estuviera inquieta.
“Y cuando permanecía así diligente, fervoroso y resoluto, el pensamiento impregnado de buena voluntad surgió. Percibí que ‘El pensamiento impregnado de buena voluntad ha surgido en mí; y que eso no me lleva ni a mi aflicción ni a la aflicción de otros ni a la aflicción de ambos. Fomenta el discernimiento, promueve la falta de contrariedad y lleva a la Liberación. Si yo fuese a pensar y reflexionar en esa línea durante una noche… durante un día… durante un día y una noche, no imagino ningún peligro que pudiera venir de ello, excepto que pensar y reflexionar durante mucho tiempo cansaría el cuerpo. Cuando un cuerpo está cansado, la mente está inquieta; y una mente inquieta está lejos de la concentración’. Así pues calmé mi mente internamente, la tranquilicé, la unifiqué y la concentré. ¿Para qué? Para que mi mente no estuviera inquieta.
“Y cuando permanecía así diligente, fervoroso y resoluto, el pensamiento impregnado de lo beneficioso surgió. Percibí que ‘El pensamiento impregnado de lo beneficioso ha surgido en mí; y que eso no me lleva ni a mi aflicción ni a la aflicción de otros ni a la aflicción de ambos. Fomenta el discernimiento, promueve la falta de contrariedad y lleva a la Liberación. Si yo fuese a pensar y reflexionar en esa línea durante una noche… durante un día… durante un día y una noche, no imagino ningún peligro que pudiera venir de ello, excepto que pensar y reflexionar durante mucho tiempo cansaría el cuerpo. Cuando un cuerpo está cansado, la mente está inquieta; y una mente inquieta está lejos de la concentración’. Así pues calmé mi mente internamente, la tranquilicé, la unifiqué y la concentré. ¿Para qué? Para que mi mente no estuviera inquieta.
“Lo que un monje sigue buscando con su pensamiento y su reflexión, eso se convierte en la inclinación de su consciencia. Si un monje sigue buscando el pensamiento impregnado de renunciación, abandonando el pensamiento impregnado de sensualidad, su mente está doblegada por ese pensamiento impregnado de renunciación. Si un monje sigue buscando el pensamiento impregnado de buena voluntad, abandonando el pensamiento impregnado de mala voluntad, su mente está doblegada por ese pensamiento impregnado de buena voluntad. Si un monje sigue buscando el pensamiento impregnado de lo beneficioso, abandonando el pensamiento impregnado de lo pernicioso, su mente está doblegada por ese pensamiento impregnado de lo beneficioso.
“Al igual que en el último mes de la estación de calor, cuando todas las cosechas han sido recogidas en el pueblo, un pastor cuidaría de sus vacas: Mientras estuvieran descansando a la sombra de un árbol o en el cielo abierto, él simplemente permanece atento a ‘aquellas vacas’. De la misma manera, yo simplemente permanecí atento a aquellas ‘cualidades mentales’.
“Una persistencia inagotable surgió en mí, y se estableció una atención nítida. Mi cuerpo estaba calmado e indiferente, mi mente concentrada y unificada.
“Apartado de la sensualidad, apartado de las cualidades mentales poco hábiles, entré y permanecí en el primer jhana: rapto y placer nacidos del apartamiento, acompañado de pensamiento dirigido y evaluación.
“Con el apaciguamiento de los pensamientos dirigidos y las evaluaciones, entré y permanecí en el segundo jhana: rapto y placer nacidos de la compostura, la unificación de la consciencia libre del pensamiento dirigido y evaluación – seguridad interna.
“Con el desvanecimiento del rapto, permanecí en la ecuanimidad, atento, alerta y físicamente sensible al placer. Entré y permanecí en el tercer jhana, del cual los Nobles declaran, ‘Ecuánime y atento, él tiene una morada agradable’.
“Con el abandono del placer y el dolor –como con la anterior desaparición de la euforia y el sufrimiento – entré y permanecí en el cuarto jhana: pureza de ecuanimidad y atención, sin placer ni dolor.
“Cuando la mente estaba así concentrada, purificada, radiante, sin mácula, libre de corrupción, flexible, maleable, firme y hubo alcanzado la imperturbabilidad, la dirigí al conocimiento del recuerdo de mis vidas pasadas . Recordé mis múltiples vidas pasadas, esto es, un nacimiento, dos, cinco, diez, cincuenta, cien, mil, cien mil, muchos eones de contracción cósmica, muchos eones de expansión cósmica, muchos eones de contracción y expansión cósmica: ‘Allí tuve tal nombre, pertenecí a tal clan, tuve tal apariencia. Tal fue mi alimento, tal mi experiencia de placer y dolor, tal el final de mi vida. Muriendo en este estado, resurgí allí. Allí también tuve tal nombre, pertenecí a tal clan, tuve tal apariencia. Tal fue mi alimento, tal mi experiencia de placer y dolor, tal el final de mi vida. Muriendo en ese estado, resurgí aquí’. Así recordé mis múltiples vidas pasadas en sus modos y detalles.
“Este fue el primer conocimiento que obtuve en la primera vigilia de la noche. La ignorancia fue destruida; el conocimiento había surgido; la oscuridad fue destruida; la luz había surgido –como ocurre en uno que es diligente, fervoroso y resoluto.
“Cuando la mente estaba así concentrada, purificada, radiante, sin mácula, libre de corrupción, flexible, maleable, firme y hubo alcanzado la imperturbabilidad, la dirigí al conocimiento de fallecimiento y la reaparición de los seres. Vi –por medio del ojo divino, purificado y que supera al humano– seres falleciendo y reapareciendo, y observé cómo eran inferiores y superiores, hermosos y feos, afortunados y desafortunados según su kamma: ‘Estos seres –dotados de mala conducta de cuerpo, palabra y mente, que injuriaron a los Nobles, que mantuvieron opiniones erróneas y realizaron acciones bajo la influencia de las opiniones erróneas– con la descomposición del cuerpo, tras la muerte, han reaparecido en el plano de la privación, en el destino malo, en los reinos inferiores, en el infierno. Pero estos seres –dotados de buena conducta de cuerpo, palabra y mente, que no injuriaron a los Nobles, que mantuvieron opiniones correctas y realizaron acciones bajo la influencia de las opiniones correctas– con la descomposición del cuerpo, tras la muerte, han reaparecido en los destinos buenos, en mundo celestial’. Así –por medio del ojo divino, purificado y que supera al humano– vi seres falleciendo y reapareciendo, y observé cómo eran inferiores y superiores, hermosos y feos, afortunados y desafortunados según su kamma.
“Este fue el segundo conocimiento que obtuve en la segunda vigilia de la noche. La ignorancia fue destruida; el conocimiento había surgido; la oscuridad fue destruida; la luz había surgido – como ocurre en uno que es diligente, fervoroso y resoluto.
“Cuando la mente estaba así concentrada, purificada, radiante, sin mácula, libre de corrupción, flexible, maleable, firme y hubo alcanzado la imperturbabilidad, la dirigí al conocimiento de la finalización de las corrupciones mentales. Observé, como había llegado a ser, que ‘Esto es estrés… Esto es el origen del estrés… Esta es la cesación del estrés… Este es el camino que lleva a la cesación del estrés… Estas son las corrupciones… Este es el origen de las corrupciones… Esta es la cesación de las corrupciones… Este es el camino que lleva a la cesación de las corrupciones’.
“Mi corazón, sabiendo así, viendo así, fue liberado de la corrupción de la sensualidad, liberado de la corrupción del devenir, liberado de la corrupción de la ignorancia. Con la liberación, apareció el conocimiento ‘Liberado’. Observé que ‘el nacimiento ha terminado, la vida santa se ha cumplido, la tarea realizada. No hay nada más para este mundo’.
“Este fue el tercer conocimiento que obtuve en la tercera vigilia de la noche. La ignorancia fue destruida; el conocimiento había surgido; la oscuridad fue destruida; la luz había surgido –como ocurre en uno que es diligente, fervoroso y resoluto.
“Suponed, monjes, que en un bosque hubiera un gran pantano de poca profundidad, de cuya dependencia viviera una gran manada de ciervos; y apareciera un hombre, que no desea el beneficio de los ciervos, que no desea su bienestar, que no desea su descanso de la esclavitud. Él cerrase el camino seguro y tranquilo que llevaba al éxtasis de los ciervos, y abriera un falso camino, puesto un ciervo macho como señuelo, colocado un ciervo hembra como señuelo, y así la gran manada de ciervos, más tarde, cayeran en la ruina y en el desastre. Suponed que luego un hombre apareciera ante esa misma manada de ciervos, que desea el beneficio de los ciervos, que desea su bienestar, que desea su descanso de la esclavitud. Él abriera el camino seguro y tranquilo que llevaba al éxtasis de los ciervos, cerrara el falso camino, se llevara lejos el ciervo macho señuelo, destruyera el ciervo hembra señuelo, y así la gran manada de ciervos, más tarde, creciera, aumentara y proliferara.
“He dado este símil para transmitir un mensaje. El mensaje es este: ‘El gran pantano de poca profundidad’ es un término para los placeres sensuales. ‘La gran manada de ciervos’ es un término para los seres. ‘El hombre que no desea el beneficio de los ciervos, que no desea su bienestar, que no que no desea su descanso de la esclavitud’ es un término para Mara, el Maligno. ‘El falso camino’ es un término para el erróneo camino óctuple, es decir, la opinión errónea, la intención errónea, el habla errónea, la acción errónea, la forma de vida errónea, el esfuerzo erróneo, la atención errónea y la concentración errónea. ‘El ciervo macho señuelo’ es un término para la pasión y el placer. ‘El ciervo hembra señuelo’ es un término para la ignorancia. ‘El hombre que desea el beneficio de los ciervos, que desea su bienestar, que desea su descanso de la esclavitud’ es un término para el Tathagata, el Merecedor, el Perfecto Auto-Despierto. ‘El camino seguro y tranquilo que llevaba al éxtasis de los ciervos’ es un término para el noble óctuple sendero, es decir, la opinión correcta, la intención correcta, el habla correcta, la acción correcta, la forma de vida correcta, el esfuerzo correcto, la atención correcta y la concentración correcta.
“Así, monjes, yo abrí el camino seguro y tranquilo, cerré el falso camino, quité el ciervo macho señuelo, destruí la hembra señuelo. Lo que un maestro debe hacer –buscar el bienestar de sus discípulos, por compasión hacia ellos– eso he hecho yo para vosotros. Por allí hay raíces de árboles; por allá, moradas vacías. Practicad jhana, monjes. No seáis negligentes. No caigáis más tarde en el arrepentimiento. Este es nuestro mensaje para vosotros”
Entonces cuando se aboga por no pensar nunca jamas durante todo el día como método de iluminación, tengo mis dudas, no concuerda con los suttas, tiene su momento y lugar el acallar los pensamientos discursivos (cuando se quiere entrar en estados de samadhi/calma más profundos), pero vamos más bien todo lo contrario se recomienda en los suttas (durante todo el día e incluso en meditación), llego a la conclusión de que tal vez por esta obviedad y porque pensar/meditar/reflexionar se recomienda tanto en los suttas es un tema tan poco tratado en Theravada, dando por supuesto que pensar discursivamente (sin caer en la proliferación), si por supuesto!!
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Majjhima Nikaya 20
Vitakkasanthana Sutta
Removiendo los pensamientos distractores
He oído: que en una ocasión estaba el Bienaventurado en el monasterio de Anathapindika, en el bosque de Jeta en Savatthi. Allí se dirigió a los monjes: “Monjes”.
“Sí, señor”, respondieron los monjes. El Bienaventurado dijo:
“Cuando un monje está concentrado en la mente elevada, hay cinco temas a los que debería atender en el momento adecuado. ¿Cuáles cinco?”.
(i) “Se puede dar el caso de que ciertos pensamientos inútiles, malos (compuestos de deseo, repugnancia e ilusión) aparezcan en la mente de un monje mientras éste se halle refiriéndose y atendiendo a un tema en particular. Él debería apartarse de este tema y atender a otro que sea útil. Cuando esté atendiendo a este otro tema, apartado del otro, en relación con lo que es útil, entonces los pensamientos malos e inútiles (compuestos de deseo, repugnancia e ilusión) son abandonados y cesan. Con el abandono, él aquieta su mente desde dentro, la calma, la unifica y la concentra.
“De la misma forma que un carpintero o su aprendiz usarían una pequeña estaca para extraer, expulsar y sacar una grande, así si ciertos pensamientos inútiles, malos (compuestos de deseo, repugnancia e ilusión) aparecen en la mente de un monje mientras éste se halle refiriéndose y atendiendo a un tema en particular, él debería apartarse de este tema y atender a otro que sea útil. Cuando esté atendiendo a este otro tema, apartado del otro, en relación con lo que es útil, entonces los pensamientos malos e inútiles (compuestos de deseo, repugnancia e ilusión) son abandonados y cesan. Con el abandono, él aquieta su mente desde dentro, la calma, la unifica y la concentra.
(ii) “Si ciertos pensamientos inútiles, malos (compuestos de deseo, repugnancia e ilusión) aún aparecen en la mente de un monje mientras éste se halle atendiendo a este otro tema que sea útil, debería examinar los inconvenientes de esos pensamientos: ‘En verdad que estos pensamientos míos son inútiles, estos pensamientos míos son dignos de censura, estos pensamientos míos traerán sufrimiento’.
“Y mientras examina los inconvenientes de estos pensamientos, estos malos e inútiles pensamientos (compuestos de deseo, repugnancia e ilusión) son abandonados y cesan. Con el abandono, él aquieta su mente desde dentro, la calma, la unifica y la concentra.
“Así como una mujer (o un hombre) aficionada a los adornos, estaría horrorizada, humillada y disgustada si la piel de una serpiente o de un perro o de un ser humano fuera colgado de su cuello, así también, si en la mente de un monje que esté atendiendo a este otro tema relacionado con lo que es útil aparecieran pensamientos malos e inútiles (compuestos de deseo, repugnancia e ilusión), él debería examinar los inconvenientes de tales pensamientos: ‘En verdad que estos pensamientos míos son inútiles, estos pensamientos míos son dignos de censura, estos pensamientos míos traerán sufrimiento’. Y mientras examina los inconvenientes de estos pensamientos estos malos e inútiles pensamientos (compuestos de deseo, repugnancia o ilusión) son abandonados y cesan. Con el abandono, él aquieta su mente desde dentro, la calma, la unifica y la concentra.
(iii) “Si ciertos pensamientos inútiles, malos (compuestos de deseo, repugnancia o ilusión) aún aparecen en la mente de un monje mientras éste se halle examinando los inconvenientes de estos pensamientos, no debería hacerles caso ni debería prestarles atención. Al no hacerles caso ni prestarles atención, tales pensamientos malos e inútiles son abandonados y desaparecen. Con el abandono, él aquieta su mente desde dentro, la calma, la unifica y la concentra.
“Es como cuando un hombre, con buenos ojos, no quiere ver formas que estén al alcance de su vista y cierra los ojos o mira a otro lado. De la misma forma, si ciertos pensamientos inútiles, malos (compuestos de deseo, repugnancia o ilusión) aún aparecen en la mente de un monje mientras éste se halle examinando los inconvenientes de estos pensamientos, no debería hacerles caso ni debería prestarles atención. Al no hacerles caso ni prestarles atención, tales pensamientos malos e inútiles son abandonados y desaparecen. Con el abandono, él aquieta su mente desde dentro, la calma, la unifica y la concentra.
(iv) “Si ciertos pensamientos inútiles, malos (compuestos de deseo, repugnancia o ilusión) aún aparecen en la mente de un monje aunque éste preste atención a estos pensamientos, debería relajar el proceso de fabricación de estos pensamientos. Al relajar el proceso de fabricación de estos pensamientos, tales pensamientos malos e inútiles son abandonados y desaparecen. Con el abandono, él aquieta su mente desde dentro, la calma, la unifica y la concentra.
Así como a un hombre que estuviera caminando rápidamente pensara “¿Por qué estoy caminando rápidamente? ¿Por qué no camino despacio?” Y caminara despacio; y pensara “¿Por qué estoy caminando despacio? ¿Por qué nome paro?” Y se parara; y pensara “¿Por qué estoy parado? ¿Por qué no me siento?” Y se sentara; y pensara “¿Por qué estoy sentado? ¿Por qué no me tumbo?” Y se tumbara. De este modo, abandonando la postura más grosera, adoptara la más refinada.
“De la misma forma, si ciertos pensamientos inútiles, malos (compuestos de deseo, repugnancia o ilusión) aún aparecen en la mente de un monje aunque éste preste atención a estos pensamientos, debería relajar el proceso de fabricación de estos pensamientos. Al relajar el proceso de fabricación de estos pensamientos, tales pensamientos malos e inútiles son abandonados y desaparecen. Con el abandono, él aquieta su mente desde dentro, la calma, la unifica y la concentra.
(v) “Si ciertos pensamientos inútiles, malos (compuestos de deseo, repugnancia o ilusión) aún aparecen en la mente de un monje aunque éste se halle relajando el proceso de fabricación de estos pensamientos, entonces, apretando los dientes y presionando la lengua contra el paladar, debería aplastar, doblegar y machacar estos pensamientos con su conciencia. Al aplastar, doblegar y machacar estos pensamientos con su conciencia, apretando los dientes y presionando la lengua contra el paladar, tales pensamientos malos e inútiles son abandonados y desaparecen. Con el abandono, él aquieta su mente desde dentro, la calma, la unifica y la concentra.
“Como un hombre fuerte que levantara a un hombre más débil por la cabeza, la garganta o los hombros, podría derribarle, doblegarle y aplastarle; de la misma forma, si ciertos pensamientos inútiles, malos (compuestos de deseo, repugnancia o ilusión) aún aparecen en la mente de un monje aunque éste se halle relajando el proceso de fabricación de estos pensamientos, entonces, apretando los dientes y presionando la lengua contra el paladar, debería aplastar, doblegar y machacar estos pensamientos con su conciencia.
Al aplastar, doblegar y machacar estos pensamientos con su conciencia, apretando los dientes y presionando la lengua contra el paladar, tales pensamientos malos e inútiles son abandonados y desaparecen. Con el abandono, él aquieta su mente desde dentro, la calma, la unifica y la concentra.
“Así, cuando un monje… prestando atención a otro tema… investigando los inconvenientes de estos pensamientos… no haciéndoles caso ni prestándoles atención… relajando el proceso de fabricación de pensamientos… derribando, doblegando y aplastando su mente con su conciencia… aquieta su mente desde dentro, la calma, la unifica y la concentra: de él se dice que es un monje con dominio sobre las formas del proceso de pensamiento. Piensa lo que quiera y abandona el pensamiento que no quiera. Ha cortado el ansia, se ha despojado de los grilletes y (penetrando correctamente la vanidad) ha acabado con el sufrimiento y el estrés”.
Esto es lo que el Bienaventurado dijo. Agradecidos, los monjes se deleitaron en las palabras del Bienaventurado
Aclaración el MN 19 y MN 20 es para ser hecho todo el día, no solo mientras uno esta sentado, aclaro porque parece que al final el budismo es "meditar" una hora cuando te venga bien y el resto del día lo que sea.
He intentado ser breve, no se a ver que opina el foro sobre el tema, me llama la atención la forma tan dispar de tratar este tema y la diferencia de importancia que se le da entre distintas sectas budistas, Theravada vs (mahayana, vrajana, advaita vedanta), por ejemplo en un libro de 800 paginas apenas un par de paginas al tema se le dedica y no es que tampoco se trate el tema de forma muy obvia y clara, hay que leer entre lineas.