Sabía reflexión, y como bien apuntas y conoces amigo. :
Ud 8,8 (18Ud.8.8,78) Visakha Sutta – Discurso en Visakha
Marzo 26, 2010 por Bosque Therāvada.
Quienes tienen cien cosas queridas, tienen cien sufrimientos… quienes no tienen nada querido, no tienen ningún sufrimiento. Ellos están libres de dolor, libres de pasión y libres de preocupaciones.
He aquí lo que yo he oído decir. Cierta vez el bhagavant [1] se encontraba en la ciudad de Savatthi, en el Parque del Este, en el palacio de la madre de Migara. En aquella ocasión murió la nieta de Visakha, madre de Migara, una niña agradable y muy querida. Y Visakha, madre de Migara, con las ropas y el pelo aún humedos, se acercó al amanecer a donde se encontraba el bhagavant y, habiéndosele acercado, saludando al bhagavant, se sentó a un lado. Y el bhagavant le dijo a Visakha, la madre de Migara, que estaba sentada a un lado:
«¿Por qué has venido aquí, oh Visakha, al amanecer con las ropas y el pelo aún húmedos?»
«Señor, mi nieta, una niña agradable y muy querida, ha muerto. Por esta razón yo he venido aquí al amanecer con las ropas y el pelo aún húmedos».
«Visakha ¿desearías tener tantos hijos y nietos como hombres hay en Savatthi?»
«Oh bhagavant, yo desearía tener tantos hijos y nietos como hombres hay en Savatthi».
«Visakha ¿cuántos hombres mueren diariamente en Savatthi?»
«Señor, diez hombres mueren diariamente en Savatthi o nueve hombres mueren diariamente en Savatthi u ocho hombres mueren diariamente en Savatthi, o siete hombres mueren diariamente en Savatthi o seis hombres mueren diariamente en Savatthi o cinco hombres mueren diariamente en Savatthi o cuatro hombres mueren diariamente en Savatthi o tres hombres mueren diariamente en Savatthi o dos hombres mueren diariamente en Savatthi o un hombre, señor, muere diariamente en Savatthi. Señor, Savatthi está llena de hombres que mueren».
«¿Qué piensas, Visakha? ¿Alguna vez estarías sin el pelo húmedo o sin la ropa húmeda? »
«Pues no, señor. Sería demasiado para mí, señor, con tantos hijos y nietos».
«Oh Visakha, quienes tienen cien cosas queridas, tienen cien sufrimientos; quienes tienen noventa cosas queridas, tienen noventa sufrimientos; quienes tienen ochenta cosas queridas, tienen ochenta sufrimientos; quienes tienen setenta cosas queridas, tienen setenta sufrimientos; quienes tienen sesenta cosas queridas, tienen sesenta sufrimientos; quienes tienen cincuenta cosas queridas, tienen cincuenta sufrimientos; quienes tienen cuarenta cosas queridas, tienen cuarenta sufrimientos; quienes tienen treinta cosas queridas, tienen treinta sufrimientos; quienes tienen veinte cosas queridas, tienen veinte sufrimientos; quienes tienen diez cosas queridas, tienen diez sufrimientos; quienes tienen nueve cosas queridas, tienen nueve sufrimientos; quienes tienen ocho cosas queridas, tienen ocho sufrimientos; quienes tienen siete cosas queridas, tienen siete sufrimientos; quienes tienen seis cosas queridas, tienen seis sufrimientos; quienes tienen cinco cosas queridas, tienen cinco sufrimientos; quienes tienen cuatro cosas queridas, tienen cuatro sufrimientos; quienes tienen tres cosas queridas, tienen tres sufrimientos; quienes tienen dos cosas queridas, tienen dos sufrimientos; quienes tienen una cosa querida, tienen un sufrimiento; quienes no tienen nada querido, no tienen ningún sufrimiento. Yo digo que ellos están libres de dolor, libres de pasión, libres de preocupaciones».
El bhagavant, comprendiendo el sentido, dijo en aquella ocasión este udana [2]:
Las penas, lamentaciones y sufrimientos
de múltiples formas
que existen en este mundo
se producen a causa de algo querido.
Ellos no se producen
cuando no existe algo querido.
Por esto, son felices y están libres de dolor
aquellos que no tienen en este mundo nada querido.
Por eso, si aspiras al estado libre de dolor y de pasión,
no tengas nada querido,
en ningún lugar en este mundo.
NOTAS DEL BT:
[1] Se refiere al Bienaventurado, el Buda.
[2] Formaciones mentales
Ud. 8.8.
Gracias, produce satisfacción el Dhammapada.
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(...)
“Esto fue, porque un grupo de devatas del parque, devatas del bosque, devatas de los árboles, devatas que habitan entre las hierbas medicinales y los gigantes del bosque, se reunieron y me dijeron: ‘Hombre hogareño, pide un deseo así: «Que en el futuro llegue a ser un monarca que gira la rueda»’. Y yo les respondí: ‘Aquello también es transitorio, también es inestable. Uno también tiene que abandonarlo y seguir adelante’”.
“¿Qué provecho tienen aquellos devas, maestro, de que les hables de esta forma?”.
“Pues a estos devatas se les ocurre esto: ‘Este hombre hogareño Citta es virtuoso y de buen carácter. Si él desease: «Voy a convertirme en el futuro en el monarca que gira la rueda», puesto que es así de virtuoso, este deseo se le cumpliría gracias a su pureza. El recto rey de recta voluntad ofrece rectas ofrendas’. Viendo esta ventaja aquellos devatas se reunieron y dijeron: ‘Hombre hogareño Citta: pide un deseo así: «Que en el futuro llegue a ser un monarca que gira la rueda»’. Y yo les dije: ‘Aquello también es transitorio, también es inestable. Uno también tiene que abandonarlo y seguir adelante’”.
“Entonces exhórtanos también a nosotros, hombre hogareño”.
“Por eso, así debéis entrenaros a vosotros mismos: ‘Vamos a ser poseedores de una firme confianza en el Buda de esta manera: «El Bienaventurado es un Arahant perfectamente iluminado, consumado en el conocimiento verdadero y la conducta, Afortunado, conocedor del mundo, insuperable preparador de personas que han de ser amansadas, Maestro de los devas y seres humanos, un Iluminado, un Bendito».
“‘Vamos a ser poseedores de una firme confianza en el Dhamma de esta manera: «El Dhamma está bien expuesto por el Bienaventurado, es directamente visible, inmediato e invita a uno a venir, es aplicable y personalmente experimentable por el sabio».
“‘Vamos a ser poseedores de una firme confianza en el Sangha de esta manera: «El Sangha de los discípulos del Bienaventurado practica de buena manera, practica de manera recta, practica de manera verdadera, practica de manera apropiada, es decir, los cuatro pares de personas, las ocho clases de individuos. Este Sangha de los discípulos del Bienaventurado es digno de recibir ofrendas, digno de hospitalidad, digno de donativos, digno de reverenciales saludos y es un inigualable campo de méritos para el mundo». Lo que puede haber en nuestra familia digno de ser ofrendado, todo eso lo vamos a compartir sin reserva alguna con los virtuosos que son de buen carácter’. Es de esta manera que debéis entrenaros a vosotros mismos”.
(...)
SN 41,10 Gilanadassana Sutta – Viendo la enfermedad
Saludos amigos
con mettā.