En verano, el canto del cuco.
En otoño, la claridad de la luna.
Y en invierno la nieve fría.
Estos versos se ponen en boca de Dogen en esta película.
Y me traen a la mente estas palabras del SN 35,95 Malukyaputta Sutta:
Malukyaputta, en consideración a las cosas que ves, oyes, sientes y conoces: cuando lo que se ve se limitará meramente a lo visible, lo que se oye se limitará meramente a lo audible, lo que se siente se limitará meramente a lo sensible y lo que se conoce se limitará meramente a lo cognoscible, entonces, Malukyaputta, no serás más 'por eso'. Cuando no serás más 'por eso', Malukyaputta, no serás tampoco 'en eso'. Y cuando no serás 'en eso', entonces, Malukyaputta, no serás ni aquí ni más allá ni en medio de ambos. Esto, por sí mismo, es el fin de la insatisfacción.
O estas otras de Buddhadasa Bhikkhu:
La manera de usar todo esto es no permitir que el surgimiento dependiente tenga lugar; cortándolo justo en el momento del contacto sensorial, no permitiendo el desarrollo de vedana, no permitiendo que surgan sensaciones de satisfacción o insatisfacción. Cuando no hay producción de vedana, entonces no hay nacimiento del aferramiento y el apego que son el "Yo" y el "mio". Justo ahí no hay lugar para el surgir del "Yo" y el "mio" en esa atención consciente que discierne.
Es decir, la experiencia sensorial con atención consciente y clara comprensión, sin apego ni identificación.
¿Dogen va por aquí o definitivamente el zen es demasiado abstruso para mí?

