Según creo el sotapanna alcanzará la iluminación en un máximo de siete vidas. Por tanto sería un logro propio de quien aspira al nibbana. ¿Pero y si el laico sólo anhela una vida regalada como deva?
He mirado en los suttas a ver si se especificaba en alguna parte cuál sería la práctica del laico que desea renacer como un deva, pero no he encontrado nada. Lo que sí parece cierto es que la práctica de la generosidad es muy importante. Copio algunos suttas a continuación. Ojo al SN 7,12 Udaya Sutta. Se confirma que en aquella época la gente creía que los devas podían provocar la lluvia, algo común a todas las culturas de la antigüedad. La práctica de ofrendar a los devas debía estar muy extendida en aquella sociedad, quizá el budismo intentó darle un sentido nuevo, por ejemplo meditando sobre sus virtudes como decía Javier.
► Mostrar Spoiler
MN Tevijjavacchagotta Sutta
“Maestro Gotama, ¿puede haber hombre hogareño alguno que, sin haber abandonado el grillete de la vida hogareña, al disolverse su cuerpo se va al cielo?”
“Vaccha, no es que sólo hay cien, doscientos, trescientos, cuatrocientos o quinientos, sino mucho más hombres hogareños que, sin haber abandonado el grillete de la vida hogareña, al disolverse su cuerpo se van al cielo.”
Dhammapada
126. Algunos nacen en el vientre, los malhechores en el infierno, los bien-idos van al cielo, aquellos sin contaminantes van al Nibbana.
174. Ciego es este mundo. Poca [gente] aquí ve. Como pájaro liberado de la red, poca [gente] va al cielo.
Iti 1,26 Dana Sutta
Si los seres tan solo conocieran –como lo dijo el Gran Sabio,
Los frutos de compartir donativos, el gran resultado que esto produce,
Dejando del lado la mancha de la tacañería en sus corazones,
Haciéndolos puros, podrían saborear
El gran fruto de caridad de los nobles.
Habiendo ofrendado la comida, tanto más cuanto más digna de ello sea la persona,
Al pasar de este mundo al otro, del plano humano pasarían al cielo.
Habiendo llegado al cielo, se regocijarían y disfrutarían de los placeres sensuales.
Resultado de su altruismo, resultado de compartir.
AN 5,41 Adiya Sutta
Además, hombre hogareño, con las riquezas obtenidas mediante un esfuerzo enérgico, amasadas por la fuerza de sus manos, ganadas con el sudor de su frente, rectas riquezas rectamente ganadas, el noble discípulo establece una elevada ofrenda de las limosnas —ofrenda que es celestial, que resulta en la felicidad y conduce al cielo― a aquellos ascetas y brahmanes que se refrenan del uso de los embriagantes que conducen a la negligencia, que están establecidos en la paciencia y suavidad, que se amansan a sí mismos, se calman a sí mismos y se entrenan a sí mismos para el Nibbana. Esta es la quinta utilización de las riquezas.
SN 7,12 Udaya Sutta
“Una y otra vez, siembran la semilla;
Una y otra vez los devas del cielo mandan la lluvia;
Una y otra vez el labrador trabaja el campo;
Una y otra vez el grano llega a su reino.
“Una y otra vez el mendigo pide limosna;
Una y otra vez los donadores la ofrecen;
Cuando los donadores ofrendan una y otra vez,
Una y otra vez van al cielo.
“Una y otra vez la lechería del pueblo extrae la leche;
Una y otra vez el becerro va junto a su madre;
Una y otra vez uno se cansa y tiembla;
Una y otra vez el idiota entra en el vientre;
Una y otra vez uno nace y muere;
Una y otra vez le llevan a uno al cementerio.
“Pero cuando uno alcanzó el sendero
Que conduce a la no-renovación de la existencia,
Habiendo llegado a una amplia sabiduría,
Uno ya no nace una y otra vez”.
AN 4,60 Gihisamici Sutta
Entonces el hombre hogareño Anathapindika se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje y sentó a un lado. Y el Bienaventurado le dijo:
“Hombre hogareño, un noble discípulo que posee cuatro cualidades, practica de manera apropiada para la persona laica, una manera tal que trae el logro de la fama y conduce al cielo. Y, ¿cuáles son esas cuatro?
“He aquí, hombre hogareño, un noble discípulo ofrece hábitos al Sangha de los monjes; ofrece la comida de las limosnas al Sangha de los monjes; ofrece viviendas al Sangha de los monjes; ofrece los requisitos medicinales, para las enfermedades, al Sangha de los monjes. Hombre hogareño, un noble discípulo que posee estas cuatro cualidades, practica de manera apropiada para la persona laica, una manera tal que trae el logro de la fama y conduce al cielo”.
Cuando los sabios practican
De manera apropiada para los laicos,
Ofrecen a los monjes virtuosos, de recta conducta,
Los hábitos, la comida de las limosnas, las viviendas y las medicinas:
Incrementan su mérito de día y de noche;
Habiendo hecho obras excelentes,
Pasan al estado celestial.
AN 5,199 Kula Sutta – Familias
“Monjes, cada vez que las personas renunciantes [a la vida hogareña] llegan a un hogar, la gente ahí genera mucho mérito sobre cinco bases. Y, ¿cuáles son esas cinco?
“Cuando la gente ve a las personas renunciantes [a la vida hogareña] llegando a su hogar y despierta la confianza [hacia ellas], en esa ocasión, aquella familia está practicando el camino conducente al cielo.
“Además, cuando la gente se levanta, rinde homenaje y ofrece asiento a las personas renunciantes [a la vida hogareña] que llegan a su hogar, en esa ocasión, aquella familia está practicando el camino conducente al nacimiento dentro de una familia noble.
“Además, cuando la gente remueve la mancha de la avaricia hacia las personas renunciantes [a la vida hogareña] que llegan a su hogar, en esa ocasión, aquella familia está practicando el camino conducente a la gran influencia.
“Además, cuando la gente comparte lo que tiene, de acuerdo con sus medios, con las personas renunciantes [a la vida hogareña] que llegan a su hogar, en esa ocasión, aquella familia está practicando el camino conducente a grandes riquezas.
“Además, cuando la gente pregunta a las personas renunciantes [a la vida hogareña] que llegan a su hogar, les indaga acerca de las enseñanzas y escucha el Dhamma, en esa ocasión, aquella familia está practicando el camino conducente a la gran sabiduría.
“Monjes, cada vez que las personas renunciantes [a la vida hogareña] llegan a un hogar, la gente ahí genera mucho mérito sobre estas cinco bases”.
AN 6,37 Chalangadana Sutta
En una ocasión, el Bienaventurado estaba morando en la arboleda de Jeta, en el parque de Anathapindika, cerca de Savatthi. En esa ocasión, la seguidora laica Velukantaki Nandamata había preparado una ofrenda —que poseía los seis factores— para el Sangha de los monjes, encabezado por Sariputta y Moggallana. Y el Bienaventurado, con el ojo divino, que es purificado y sobrepasa el humano, vio a la seguidora laica Velukantaki Nandamata preparando esta ofrenda y dijo a los monjes:
“Monjes, la seguidora laica Velukantaki Nandamata está preparado una ofrenda —que posee los seis factores— para el Sangha de los monjes, encabezado por Sariputta y Moggallana. Y, cómo es, monjes, una ofrenda que posee los seis factores? He aquí, el que es donador posee tres factores y los receptores poseen tres factores.
“Y, ¿cuáles son los tres factores del donador? El donador está alegre antes de la ofrenda; está complacido, con la mente llena de confianza en el acto de la ofrendar; y está entusiasmado después de ofrendar. Estos son los tres factores del donador.
“Y, ¿cuáles son los tres factores de los receptores? He aquí, los receptores están libres de la codicia y practican con el fin de remover la codicia; están libres del odio y practican con el fin de remover el odio; están libres de la falsa ilusión y practican con el fin de remover la falsa ilusión. Estos son los tres factores de los receptores.
“De esta manera el donador posee tres factores y los receptores poseen tres factores. Y así la ofrenda posee seis factores. Entonces, no es fácil medir el mérito de semejante ofrenda de esta manera: ‘Exactamente tanto es la corriente del mérito, la corriente de lo beneficioso, el nutrimento de la felicidad celestial, la maduración de la felicidad conducente al cielo, que lleva a lo que uno desea, aspira, lo que es agradable y constituye el bienestar y la felicidad de uno’. Más bien, se lo considera simplemente como algo incalculable, inconmensurable, una gran masa de mérito. Monjes, así como no es fácil medir el agua del gran océano, diciendo: ‘Hay tantos galones de agua’, o ‘Hay tantos cientos de galones de agua’, o ‘Hay tantos miles de galones de agua’, o ‘Hay tantos de cientos de miles de galones de agua’, sino que, más bien, se lo considera simplemente como incalculable, inconmensurable, una gran masa de agua, de la misma manera no es fácil medir el mérito de semejante ofrenda… Más bien se la considera simplemente como algo incalculable, inconmensurable, una gran masa de mérito”.
Antes de dar uno está alegre;
Mientras ofrenda establece su mente en la confianza;
Después de dar uno está entusiasmando;
En esto consiste el éxito del acto de ofrendar.
Cuando ellos son libres de la codicia y el odio,
Evitan la falsa ilusión, están sin contaminaciones,
Auto-controlados, viviendo la vida santa,
El campo de la ofrenda se completa.
Habiéndose purificado a sí mismo,
Y dando con sus propias manos,
El acto de dar es muy fructífero,
Tanto para uno mismo como para los demás.
Habiendo realizado semejante acción caritativa,
Con una mente libre de avaricia,
El sabio, rico en la fe,
Renace en un mundo feliz, libre de aflicción.
AN 4,52 Dutiyapunnabhisanda Sutta
“Monjes, he aquí estas cuatro corrientes de méritos, corrientes de lo beneficioso, nutrimentos de la felicidad —que es celestial, fructífera en felicidad y conducente al cielo―, que lleva a lo que es deseable, esperado y agradable para el bienestar y la felicidad de uno. Y, ¿cuáles son esas cuatro?
“He aquí, el noble discípulo posee una inamovible fe en el Buda de esta manera: ‘El Bienaventurado es un Arahant, perfectamente iluminado, realizado en el conocimiento verdadero y la conducta, el Sublime, conocedor del mundo, insuperable entrenador de los que han de ser amansados, maestro de los devas y de los seres humanos, el Iluminado, el Bienaventurado’. Esta es la primera corriente de méritos, corriente de lo beneficioso, nutrimento de la felicidad —que es celestial, fructífera en felicidad y conducente al cielo― que lleva a lo que es deseable, esperado y agradable para el bienestar y la felicidad de uno.
“Además, el noble discípulo posee una inamovible fe en el Dhamma de esta manera: ‘El Dhamma está bien expuesto por el Bienaventurado, directamente visible, inmediato, que invita a uno a venir y ver, aplicable, experimentable personalmente por el sabio’. Esta es la segunda corriente de méritos…
“Además, el noble discípulo posee una inamovible fe en el Sangha de esta manera: ‘El Sangha de los discípulos del Bienaventurado practica de buena manera, practica de manera recta, practica de manera verdadera, practica de manera apropiada; el Sangha del Bienaventurado, es decir, los cuatro pares de personas, ocho tipos de individuos’. Esta es la tercera corriente de méritos…
“Además, el noble discípulo posee una conducta virtuosa apreciada por los nobles, que es inquebrantable, perfecta, intachable, inmaculada, liberadora, alabada por el sabio, desapegada y conducente a concentración. Esta es la cuarta corriente de méritos…
“Estas son, monjes, las cuatro corrientes de méritos, corrientes de lo beneficioso, nutrimentos de la felicidad —que es celestial, fructífera en felicidad y conducente al cielo― que lleva a lo que es deseable, esperado y agradable para el bienestar y la felicidad de uno”.
Cuando uno tiene fe en el Tathagata,
Inquebrantable y bien establecida,
Y la conducta virtuosa que es Buena,
Apreciada por los nobles y alabada por ellos;
Cuando tiene fe en el Sangha
Y el punto de vista de uno ha sido enderezado,
Ellos dicen que uno no es pobre,
Que la vida de uno no ha sido vivida en vano.
Por eso una persona inteligente,
Recordando las enseñanzas de los Budas,
Debe procurar la fe y la conducta virtuosa,
La fe y la visión del Dhamma.