Algunas imágenes pueden ser perturbadoras para los espíritus sensibles, sin embargo, es buena recordarlas al momento de echarnos un trozo de carne a la boca. Dentro del mercado consumista actual de oferta-demanda, cada vez que comemos carne somos parte responsable de la cadena de matanza. Y ya sabemos lo que opinaba el Buda sobre la matanza de cualquier ser viviente.
¡Bon apetit!