Ante el espanto de la guerra en oriente medio quería hacer una reflexion que creo no deberiamos olvidar como budistas:
* todas las personas tienen la misma dignidad. Todas las victimas suponen esencialmente la misma perdida pese a que los medios de masas se empeñen en humanizar a unos y deshumanizar a otros.
* el odio genera odio. No hay paz sin dignidad humana y justicia.
* alguien que mata a una persona inocente indefensa es un criminal ya vista una camiseta raida o un uniforme militar.
* La idea de dios y de la nacion, las banderas son grandes inventos que tienen los miserables a su disposición para sacar su odio y matar acallando su conciencia.
* la ignorancia de nuestra propia condicion genera a menuda sociedades enfermas. El odio colectivo lleva a cualquier sociedad a la putrefacción.
Ayer me dio por concluir que las guerras están en el orden natural de las cosas.
Por orden natural quiero decir esta naturaleza corrupta. Por esta naturaleza corrupta quiero decir el mundo este (y cualquier mundo) que llega e ser y existir fruto de la ignorancia, y que de la ignorancia y de las corrupciones nunca se librará.
Hoy he visto en un video cómo una señora en Rusia marcaba con spray una tienda judía. 90 años después vuelve a suceder.
En cuanto a la "tierra santa", si de algo tiene de sagrada lo será para el demonio, digo yo.
En fin. A mí el cuerpo solo me pide recogerme.
Asegura tu máscara de oxígeno antes de ayudar a otros. - Aerolíneas Northwest. Instrucciones de seguridad
Este samsara para quien lo quiera. Si fuese una película me habría ido del cine a las primeras de cambio.
En el hombre dominado por una visión equivocada del mundo, surge el apego y las subsecuentes controversias, sin embargo los magnánimos no forman juicios de las cosas y por tanto no discuten, pues para los que carecen de opinión, ¿cómo podría haber una opinión contraria? (Nagarjuna).
Cuando uno va haciendose mayor a menudo va viendo claramente cuales son las consecuencias de determinados actos. Y tengo claro que todos estos ciclos crecientes de violencia, generarán cada dia mas destruccion, muerte y dukkha. Los fanáticos nos van ganando por goleada. De ellos es el mundo y hay poco que podamos hacer. Cada día tienen mas armas con mayor capacidad de destruir. Obviamente estoy hablando de muchos tipos de fanáticos. Algunos de ellos tienen a su disposición armamento nuclear.
Un día, cuando el ser humano no se había extendido como una plaga, la tierra fue un paraiso. Un paraiso donde la violencia estaba limitada a comer y sobrevivir en un mundo hostil pero bello. Hoy el mundo se parece cada día mas una pesadilla donde lo peor está por venir.
Sin ironias, me gustaria saber que dice el budismo tradicional sobre donde renacerían los seres vivos si la tierra deja de poder albergar vida, algo que podria pasar en caso de guerra nuclear.
Yo como @Adán pienso que lo mejor es recogerse, meditar, e informarse lo justo.
Junonagar escribió: ↑12 Oct 2023 10:18
Sin ironias, me gustaria saber que dice el budismo tradicional sobre donde renacerían los seres vivos si la tierra deja de poder albergar vida, algo que podria pasar en caso de guerra nuclear.
En los suttas no se plantea exactamente así, en el sentido de este planeta.
Lo que se deduce de ellos, y que para mí tiene lógica con lo que ahora sabemos del universo (reflexión muy personal), es que esto que conocemos, nuestro planeta y la vida que hay en él, se replica no sólo en número, sino en ciclos de surgimiento y desaparición.
Asegura tu máscara de oxígeno antes de ayudar a otros. - Aerolíneas Northwest. Instrucciones de seguridad
En los suttas se narra la destrucción del mundo por algún tipo de cataclismo solar, que supongo estará conectado con la destrucción cíclica de los planos inferiores del samsara. Según la mitología budista los seres que viven en esos planos renacen en un plano superior hasta que de nuevo se conforman esos planos inferiores en lo que entiendo sería un período de expansión del universo. El primer ser que renace en ellos se cree Brahma el creador y tenemos un nuevo ciclo como dice @Adán.
Respecto al tema del hilo dejo el siguiente vídeo y en el spoiler la letra con su traducción. Adicionalmente en la descripción del vídeo en Youtube viene un enlace con la explicación de todos los actores que aparecen en el vídeo, aunque quien sepa un poco de historia los reconocerá sin problema.
► Mostrar Spoiler
La canción del éxodo
The Exodus Song
Intérprete: Pat Boone
Performer:Pat Boone
Compositor: Ernest Gold
Composer :Ernest Gold
Letrista: Pat Boone
Lyricist :Pat Boone
Esta tierra es mía Dios me dio esta tierra.
This land is mine god gave this land to me
Esta valiente esta tierra dorada para mí.
This brave this golden land to me
Y cuando el sol de la mañana revela sus colinas y llanuras
And when the morning sun reveals her hills and plain
Veo una tierra donde los niños pueden correr libres
I see a land where children can run free
Así que toma mi mano y camina por esta tierra conmigo
So take my hand and walk this land with me
Y camina por esta hermosa (dorada) tierra conmigo
And walk this lovely (golden) land with me
Aunque solo soy un hombre cuando estás a mi lado
Though I am just a man when you are by my side
Con (por) la propia mano de Dios sé que puedo ser fuerte
With (by) god’s own hand I know I can be strong
Así que toma mi mano y camina por esta tierra conmigo
So take my hand and walk this land with me
Y camina por esta hermosa (dorada) tierra conmigo
And walk this lovely (golden) land with me
Aunque solo soy un hombre cuando estás a mi lado
Though I am just a man when you are by my side
Con (por) la propia mano de Dios sé que puedo ser fuerte
With (by) god’s own hand I know I can be strong
Para hacer de esta tierra nuestro hogar
To make this land our home
Si debo luchar, lucharé para hacer nuestra esta tierra.
If I must fight I'll fight to make this land our own
Hasta que muera esta tierra es mía
Until I die this land is mine
En el hombre dominado por una visión equivocada del mundo, surge el apego y las subsecuentes controversias, sin embargo los magnánimos no forman juicios de las cosas y por tanto no discuten, pues para los que carecen de opinión, ¿cómo podría haber una opinión contraria? (Nagarjuna).
Las guerras, todas las guerras, son una tragedia a lamentar.
Pero no creo que en nuestra práctica budista el desapego hacia el mundo sea sinónimo de un lamentarse por el mundo, de su marcha, por cada noticia funesta, ni tampoco rasgarse las vestiduras por el ser humano y su condición.
La universalidad del sufrimiento, nos habla precisamente de que todo en nuestras vidas contiene la semilla de duhkha, siempre que vayamos detrás de nuestros apegos y salgamos huyendo de lo que nos provoca aversión, fruto de la ignorancia a la hora de ver la realidad, de ver este mismo proceso.
Añorar una arcadia feliz, en un pasado remoto, que jamás fue así (esperanza de vida inferior a 40 años, exposición a las inclemencias de la naturaleza, hambrunas, plagas, etc...), es seguir corriendo detrás de nosotros mismos, alimentando el mecanismo "me gusta/no me gusta."
Recorrer el camino que pone fin a duhkha a cada instante, es una tarea a realizar, precisamente, con el material que disponemos hoy y en el lugar en el que nos encontramos y, como en todas las épocas y lugares, habrá circunstancias favorecedoras y condiciones alentadoras, así como circunstancias adversas y condiciones extenuantes. De cada practicante depende como se recorre cada una: si bien como una oportunidad para la liberación, o bien, como una ocasión en la que los anhelos y las aversiones se mantienen campando a sus anchas.
Ananda escribió: ↑12 Oct 2023 13:19
En los suttas se narra la destrucción del mundo por algún tipo de cataclismo solar, que supongo estará conectado con la destrucción cíclica de los planos inferiores del samsara. Según la mitología budista los seres que viven en esos planos renacen en un plano superior hasta que de nuevo se conforman esos planos inferiores en lo que entiendo sería un período de expansión del universo. El primer ser que renace en ellos se cree Brahma el creador y tenemos un nuevo ciclo como dice @Adán.
Respecto al tema del hilo dejo el siguiente vídeo y en el spoiler la letra con su traducción. Adicionalmente en la descripción del vídeo en Youtube viene un enlace con la explicación de todos los actores que aparecen en el vídeo, aunque quien sepa un poco de historia los reconocerá sin problema.
► Mostrar Spoiler
La canción del éxodo
The Exodus Song
Intérprete: Pat Boone
Performer:Pat Boone
Compositor: Ernest Gold
Composer :Ernest Gold
Letrista: Pat Boone
Lyricist :Pat Boone
Esta tierra es mía Dios me dio esta tierra.
This land is mine god gave this land to me
Esta valiente esta tierra dorada para mí.
This brave this golden land to me
Y cuando el sol de la mañana revela sus colinas y llanuras
And when the morning sun reveals her hills and plain
Veo una tierra donde los niños pueden correr libres
I see a land where children can run free
Así que toma mi mano y camina por esta tierra conmigo
So take my hand and walk this land with me
Y camina por esta hermosa (dorada) tierra conmigo
And walk this lovely (golden) land with me
Aunque solo soy un hombre cuando estás a mi lado
Though I am just a man when you are by my side
Con (por) la propia mano de Dios sé que puedo ser fuerte
With (by) god’s own hand I know I can be strong
Así que toma mi mano y camina por esta tierra conmigo
So take my hand and walk this land with me
Y camina por esta hermosa (dorada) tierra conmigo
And walk this lovely (golden) land with me
Aunque solo soy un hombre cuando estás a mi lado
Though I am just a man when you are by my side
Con (por) la propia mano de Dios sé que puedo ser fuerte
With (by) god’s own hand I know I can be strong
Para hacer de esta tierra nuestro hogar
To make this land our home
Si debo luchar, lucharé para hacer nuestra esta tierra.
If I must fight I'll fight to make this land our own
Hasta que muera esta tierra es mía
Until I die this land is mine
El video es espectacular @Ananda , gracias por compartir. Va a tener razón @Adán con eso de que más que tierra santa deberian llamarla tierra demoniaca....no hay lugar en la tierra donde esté concentrado tanto fanatismo, ira y terror.
Afortunadamente tenemos en nuestra mano el dharma para enfrentarnos a las miserias del fanatismo.
Aprovecho este hilo para introducir una interesante reflexion de Jiddhu Krishnamuri, sobre la guerra y sus causas. Un autor, que aun no siendo budista, tiene una gran influencia del budismo. Es un poco larga, pero interesante
La guerra es la proyección espectacular y sangrienta de nuestra vida diaria, ¿no es así? La guerra es una mera expresión externa de nuestro estado interno, una amplificación de nuestra actividad diaria. Es más espectacular, más sangrienta, más destructiva, pero es el resultado colectivo de nuestras actividades individuales. De suerte que vosotros y yo somos responsables de la guerra, ¿y qué podemos hacer para detenerla? Es obvio que la guerra que nos amenaza constantemente no puede ser detenida por vosotros ni por mi porque ya está en movimiento; ya está desencadenándose, aunque todavía en el nivel psicológico principalmente. Como ya está en movimiento, no puede ser detenida; los puntos en litigio son demasiados, excesivamente graves, y la suerte ya está echada. Pero vosotros y yo, viendo que la casa está ardiendo, podemos comprender las causas de ese incendio, alejamos de él y edificar en un nuevo lugar con materiales diferentes que no sean combustibles, que no produzcan otras guerras. Eso es todo lo que podemos hacer. Vosotros y yo podemos ver qué es lo que engendra las guerras, y si nos interesa detenerlas, podemos empezar a transformamos a nosotros mismos, que somos las causas de la guerra.
Una señora americana vino a verme hace un par de años, durante la guerra. Me dijo que había perdido a su hijo en Italia y que tenía otro hijo de dieciséis años al que quería salvar; de suerte que charlamos del asunto. Yo le sugerí que para salvar a su hijo debía dejar de ser americana; debía dejar de ser codiciosa, de acumular riquezas, de buscar el poder y la dominación, y ser moralmente sencilla, no sólo sencilla en cuanto a vestidos, a las cosas externas, sino sencilla en sus pensamientos y sentimientos, en su vida de relación. Ella dijo: "Eso es demasiado. Me pide usted demasiado. Yo no puedo hacer eso, porque las circunstancias son demasiado poderosas para que yo las altere". Por lo tanto, resultaba responsable de la destrucción de su hijo.
Las circunstancias pueden ser dominadas por nosotros, porque nosotros hemos creado las circunstancias. La sociedad es el producto de la relación; de vuestras relaciones y las mías, de todas ellas juntas. Si cambiamos en nuestra vida de relación, la sociedad cambia. El confiar únicamente en la legislación, en la compulsión, para la transformación externa de la sociedad mientras interiormente seguimos siendo corrompidos, mientras en nuestro fuero íntimo continuamos en busca del poder, de las posiciones, de la dominación, es destruir lo externo, por muy cuidadosa y científicamente que se lo haya construido. Lo que es del fuero íntimo se sobrepone siempre a lo externo.
¿Qué es lo que causa la guerra religiosa, política o económica? Es evidente que la creencia, ya sea en el nacionalismo, en una ideología o en un dogma determinado. Si en vez de creencias tuviéramos buena voluntad, amor y consideración entre nosotros, no habría guerras. Pero se nos alimenta con creencias, ideas y dogmas, y por lo tanto, engendramos descontento. La presente crisis, por cierto, es de naturaleza excepcional, y nosotros, como seres humanos, o tenemos que seguir el sendero de los conflictos constantes y continuas guerras, que son el resultado de nuestra acción cotidiana, o de lo contrario ver las causas de la guerra y volverles la espalda.
Lo que causa la guerra, evidentemente, es el deseo de poder, de posición, de prestigio, de dinero, como asimismo la enfermedad llamada nacionalismo ‑el culto de una bandera- y la enfermedad de la religión organizada, el culto de un dogma. Todo eso es causa de guerra; y si vosotros como individuos pertenecéis a cualquiera de las religiones organizadas, si sois codiciosos de poder, si sois envidiosos, forzosamente produciréis una sociedad que acabará en la destrucción. Nuevamente: ello depende de vosotros y no de los dirigentes, no de los llamados hombres de Estado, ni de ninguno de los otros. Depende de vosotros y de mí, pero no parecemos darnos cuenta de ello. Si por una vez sintiéramos realmente la responsabilidad de nuestros propios actos, ¡cuán pronto podríamos poner fin a todas estas guerras, a toda esta miseria aterradora! Pero, como veis, somos indiferentes. Comemos tres veces al día, tenemos nuestros empleos, nuestra cuenta bancaria, grande o pequeña, y decimos: "por el amor de Dios, no nos moleste, déjenos tranquilos". Cuanto más alta es nuestra posición, más deseamos seguridad, permanencia, tranquilidad, menos injerencia admitimos, y más deseamos mantener las cosas fijas, como están; pero ellas no pueden mantenerse como están, porque no hay nada que mantener. Todo se desintegra. No queremos hacer frente a estas cosas, no queremos encarar el hecho de que vosotros y yo somos responsables de las guerras. Vosotros y yo charlamos de paz, nos reunimos en conferencias, nos sentamos en torno a una mesa y discutimos; pero en nuestro fuero íntimo, en lo psicológico, deseamos poder y posición, y nos mueve la codicia. Intrigamos, somos nacionalistas; nos atan las creencias, los dogmas, por los cuales estamos dispuestos a morir y a destruirnos unos a otros. ¿Creéis que semejantes hombres ‑vosotros y yo- podemos tener paz en el mundo? Para que haya paz, debemos ser pacíficos; vivir en paz significa no crear antagonismos. La paz no es un ideal. Para mí un ideal es simple evasión, un modo de eludir lo que es, una contradicción con lo que es. Un ideal impide la acción directa sobre lo que es. Mas para que haya paz tendremos que amar, tendremos que empezar, no a vivir una vida ideal sino a ver las cosas como son y obrar sobre ellas, a transformarlas. Mientras cada uno de nosotros busque seguridad psicológica, la seguridad fisiológica que necesitamos ‑alimento, vestido y albergue- se ve destruida. Andamos en busca de seguridad psicológica, que no existe; y, si podemos, la buscamos por medio del poder, de la posición, de los títulos, de los nombres, todo lo cual destruye la seguridad física. Esto, cuando se lo considera, resulta un hecho evidente.
Para traer paz al mundo, por lo tanto, para detener todas las guerras, tiene que haber una revolución en el individuo, en vosotros y en mí. La revolución económica sin esta revolución interna carece de sentido, pues el hambre es el resultado del defectuoso ajuste de las condiciones económicas producido por nuestros estados psicológicos: codicia, envidia, mala voluntad y espíritu de posesión. Para poner fin al dolor, al hambre, a la guerra, es preciso que haya una revolución psicológica, y pocos de nosotros están dispuestos a enfrentar tal cosa. Discutiremos sobre la paz, proyectaremos leyes, crearemos nuevas ligas, las Naciones Unidas, y lo demás. Pero no lograremos la paz porque no queremos renunciar a nuestra posición, a nuestra autoridad, a nuestros dineros, a nuestras propiedades, a nuestra estúpida vida. Confiar en los demás es absolutamente vano; los demás no nos traerán la paz. Ningún dirigente, ni gobierno, ni ejército, ni patria, va a darnos la paz. Lo que traerá la paz es la transformación interna que conducir a la acción externa. La transformación interna no es aislamiento; no consiste en retirarse de la acción externa. Por el contrario, sólo puede haber acción verdadera cuando hay verdadero pensar; y no hay pensar verdadero cuando no hay el conocimiento propio. Si no os conocéis a vosotros mismos, no hay paz.
Para poner fin a la guerra externa, debéis empezar por poner fin a la guerra en vosotros mismos. Algunos de vosotros moverán la cabeza y dirán "estoy de acuerdo", y saldrán y harán exactamente lo mismo que han estado haciendo durante los últimos diez o veinte años. Vuestra conformidad es puramente verbal y carece de significación, pues las miserias y las guerras del mundo no van a ser detenidas por vuestro fortuito asentimiento. Sólo serán detenidas cuando os deis cuenta del peligro, cuando percibáis vuestra responsabilidad, cuando no dejéis eso en manos de otros. Si os dais cuenta del sufrimiento, si veis la urgencia de la acción inmediata y no la aplazáis, entonces os transformaréis; y la paz vendrá tan sólo cuando vosotros mismos seáis pacíficos, cuando vosotros mismos estéis en paz con vuestro prójimo.