Creo que es importante no confundirse y no perderse entre juegos de palabras. Nuestro compromiso con la práctica budista, sea la que sea, debe ser 24x7, no es algo que pueda oscilar - ahora me tomo en serio y luego no - o llevar "a medio gas", por así decir, por lo que ha de estar presente en todo momento, sin descuentos. No hay un momento en el que por hacer crítica de una o varias instituciones o de un fenómeno social, idiosincrático, humano o en el que nos dediquemos a la investigación en el ámbito de las humanidades o de las ciencias sociales, nuestra práctica quede de lado, aparcada, como si su lugar apropiado de aplicación fuera solamente el cojín y el de algunas lecturas budistas. Cuando llamo a la harina, "harina" - por poner un ejemplo simple - y no matarratas, a la hora de hacer un bizcocho la distingo de entre otras cosas que, de no hacerlo, podría llevarme a cometer un error de consecuencias funestas. Otra cosa es que pensemos que la harina tiene una existencia autónoma, que tiene existencia por sí misma, separada de todo lo demás, en lugar de ser, como es, co-dependiente, del trigo del que se ha obtenido, del trabajo de la fábrica o del molino en el que se ha tratado, de mi mano que coge una parte de la misma para hacer el bizcocho, del aire, de la luz, etc.escribió: "...En este hilo, donde se critica religión, pones en valor que eres budista oficial, que no eres ateo ni agnostico. ¿Que valor tiene esto? Pues el valor que tú, yo, o el resto del foro queramos darle. ¿Desde una mente transcendente estas cosas tienen un valor objetivo? ¿Puede uno aferrarse a ellas? Desde el punto de vista de la filosofia mahayana no. Simplemente..."
Esto, también, forma parte de nuestra práctica - práctica, que no filosofía, ya que alberga toda nuestra experiencia de vida de una forma integral y desde un planteamiento y con un fin, distinto al de la filosofía, aunque dentro del Budismo podamos encontrar distintas corrientes filosóficas - budista.


