CASO 9
LAS CUATRO PUERTAS DE CHAO CHOU
Un monje le preguntó a Chao Chou: "¿Qué es Chao Chou?"1
Chao Chou respondió: "Puerta del este, puerta del oeste, puerta del sur, puerta del norte".2
……
De nuevo un koan donde el discípulo pregunta al maestro. Esta vez el maestro es Chao Chou (Joshu en japonés), que es un viejo conocido nuestro (ver el caso 2). Joshu, recordémoslo, es un anciano monje, de entre 80 y 120 años, pues empezó a enseñar a los 80 y murió, se dice, a los 120. (Realmente no es muy creíble, pero así es la información que tenemos). En cualquier caso, el viejo Chao Chou no tiene la vitalidad de otros maestros más jóvenes, como Rinzai, que aparentemente lo solucionaba todo a gritos y a bastonazos. Chao Chou tiene un estilo mucho más apaciguado. Se dice que hablaba muy bajito, y que había que poner mucha atención para oírle.
Aquí, un monje llega al maestro Chao Chou y le hace una pregunta, simple en apariencia "¿Qué es Chao Chou?". No le pregunta ¿Quién? sino ¿Qué? Aquí se juega con la ambivalencia de que el maestro Chao Chou tomó ese nombre prestado de la ciudad cercana, que también se llamaba Chao Chou. Por tanto hay un juego de palabras. El monje le pregunta aparentemente por la ciudad ¿Qué es Chao Chou?, aunque lo que de verdad quiere saber es ¿Quién es el maestro Chao Chou? En otras palabras, le está pidiendo que le muestre su iluminación. Es sin duda un combate darma.
Muchos de los discípulos que iban a los grandes maestros del Zen, eran personas que ya habían tenido el kensho, y lo primero que buscaban era tener un atisbo de la iluminación del maestro. Esto es muy comprensible, dado que muchos maestros (hoy día también) no tienen demasiado que ofrecer en ese campo. Algunos tienen un grado bajísimo de iluminación. Si el discípulo ve que el maestro tiene una iluminación pobre, ¿qué necesidad hay de perder el tiempo con él? Por ello los combates darma eran algo frecuente en la dorada época del zen en China, según vemos en muchos koans.
El discípulo probablemente tenía un cierto orgullo, porque la pregunta parece algo así como un reto. Quizás es un monje joven, con un kensho reciente, poco trabajado aún. “¿Qué es Chao Chou?”. Si le hubiese preguntado “¿Quién es Chao Chou?”, la pregunta hubiese sido más directa. “¿Quién eres tú?”. Ante una pregunta así, alguien respondería soy Tal y Tal, soy maestro de Zen, recibí la transmisión del Maestro Tal etc. Ese tipo de respuesta es correcto en una situación normal, si a alguien se le hace esa pregunta. Pero esta no es una situación normal. Se trata de un maestro de zen, y de un monje que viene a conocerle.
La respuesta del maestro, no se hace esperar. Chao Chou, como todas las ciudades de la época, estaba amurallada y tenía cuatro puertas, una en cada dirección geográfica. Chao Chou responde con voz suave, pero de un modo claro y directo: "Puerta del este, puerta del oeste, puerta del sur, puerta del norte". ¿Qué le quiere decir con esto? Muchos dirán que le está dando una enseñanza de zen de un modo disfrazado. Las cuatro direcciones. La conciencia ilimitada. El espacio vacío…. Esto es Zen de zorro. Zen de imitación. Joshu es un maestro genuino, con mucho tiempo de práctica a sus espaldas, que no necesita probar nada.
"Puerta del este, puerta del oeste, puerta del sur, puerta del norte". Al tiempo que lo dice, señala en las cuatro direcciones con sus manos, para afianzar más la respuesta. Chao Chou es una ciudad con cuatro puertas, ¿no es así? Él ha estado en esa ciudad muchas veces, y está familiarizado con ella. No tiene necesidad de pensar para describirla. Es fácil, solo son cuatro puertas. Y dentro de las cuatro puertas, está Chao Chou. No hay necesidad de decir nada más. Uno se pregunta si el monje ha entendido y ha quedado satisfecho con la respuesta. Tampoco hay mucho que entender. Un maestro de la realización de Chao Chou muestra la naturaleza de Buda con cada palabra, con cada gesto. El caso no dice nada más. Es de suponer que el discípulo se levantó, realizó sus postraciones y se retiró.
……
(1) Un monje le preguntó a Chao Chou: "¿Qué es Chao Chou?"
¿Qué es Chao Chou?, pregunta el monje. ¿La ciudad o el maestro? Hmmm… parece que juega con las palabras. No ha dicho ¿Quién es Chao Chou? Sino ¿Qué es Chao Chou? ¿Busca confundir al maestro? El maestro debería responder de sí mismo, pues ¿qué sentido tiene que un monje le pregunte sobre la ciudad vecina? ¿Acaso el monasterio es una oficina de turismo? Está intentando ponerle en aprientos, ¿verdad?
(2) Chao Chou respondió: "Puerta del este, puerta del oeste, puerta del sur, puerta del norte".
Eso es Chao Chou. No puede estar más claro. ¿Cómo dices? ¡Si le ha hablado de las cuatro puertas de la ciudad! El monje no quería saber eso, seguro. Quería saber ¿Quién era Chao Chou, el maestro. Si era un maestro iluminado, Chao Chou debería haberle mostrado su mente iluminada, ¿no? Así es, y eso es precisamente lo que ha hecho: "Puerta del este, puerta del oeste, puerta del sur, puerta del norte". No hay necesidad de decir más. Ya lo ha dicho todo. Da las gracias, haz tus postraciones y sal. El dokusan ha terminado.
