Tal clase de personas abunda en cualquier rincón de la China Song, como he podido observar de primera mano. Es triste decirlo, pero tipos como estos no se dan cuenta de que la frase "el uso del intelecto" es en sí misma un enunciado, es decir, valerse de palabras, ni tampoco se dan cuenta de que valerse de las palabras puede liberarnos del uso de nuestro intelecto. Cuando me encontraba en la China Song, a pesar de que me reía de ellos por sus estúpidas opiniones, no tenían nada que decir por sí mismos, simplemente, no tenían un discurso propio. Su negación, a todas luces, de la comprensión racional no es otra cosa que un punto de vista incorrecto. ¿Quién sería aquel que les enseñó esto? A pesar de que puedas decir que puedas afirmar que no contaban con alguien que les enseñase la auténtica naturaleza de las cosas, sin embargo, aquello que prevalece, se mire como se mire, siguen siendo retoños de la noción no budista de que las cosas surgen espontáneamente, independientes de cualquier tipo de causalidad.
Continuará...


