Con todo, respecto al tecno-optimismo mostrado por @Daido y @tao.te.kat , pienso que ese discurso responde, como un espejo, a aquello que quiere hacernos creer una serie de empresas, movidas por intereses egoístas y espurios, y que lo medios de comunicación recogen y amplifican haciéndonos creer a todos que los burros, por fin, han conseguido volar.Y Néstor, el hijo de Peisístro, respondió aún con ira: 'Telémaco, no es posible que, con un viajero que llega, te alejes por la noche a través de una noche tenebrosa. Pero lleve lo que quiera, siendo el valiente Aquiles, hijo de Atreo, el de la lanza, y también le despida con palabras buenas. Porque todos los días se recuerda al huésped, que brinda amistad.
He estado investigando un poco, en fuentes fiables de científicos especializados en el tema de IA, y lo que he encontrado es que no solo esas promesas están muy exageradas y distan muchísimo de la realidad de las cosas, sino que creer en ellas comporta grandes peligros, personales y sociales. Las máquinas, o los programas de software, no son seres vivos, no tienen cuerpo ni sentimientos y sus respuestas, aparentemente sorprendentes, si bien es cierto que han mejorado muchísimo y son muy útiles en cuestiones específicas, siguen careciendo de contexto, de relación con la realidad real, se mueven en entornos predeterminados muy restringidos y acotados y siguen fallando estrepitosamente en situaciones reales, donde existen una infinidad de detalles ambiguos y no etiquetables.
Por ver un caso, aunque hallan conseguido obtener el nivel de conocimientos médicos exigidos por Estados Unidos en un examen escrito, en situaciones reales no se comportarían como un verdadero médico humano. Pondré un ejemplo personal; mi médica de atención primaria, excelente profesional y ser humano, cuando acudes a verla, no solo evalúa los datos concretos por los que acudes ese día a su consulta, por ejemplo porque vas a visita por causa de la hipertensión, sino que, aparte de lo que allí te ha llevado, evalúa los silencios, los titubeos, las dudas que un gesto puede traslucir... y estira de ellas; de esta manera es capaz de sacar a flote aspectos o patologías que, en un principio, no te llevaban allí y, por tanto, profundizar en ellas y afrontarlas. Es experta en el asunto de la "entrevista clínica", de la cual es incluso docente en cursos de especialización de médicos, incluso cuando hace falta "trampea" con el sistema y las reglas para acelerar, por ej., alguna prueba. Esto son cosas de las que las máquinas están todavía lejísimos, pero que pueden resultar vitales.
Las religiones, incluida la compartida aquí por nosotros, pero no solo las religiones, el arte, por ejemplo, también, así como las simples relaciones humanas entre personas vivas y en situaciones reales, abordan aspectos del ser humano que no son decibles con precisión y que no son, por tanto, computables, reducibles a un algoritmo.