Daido escribió: ↑25 Feb 2023 10:17
Esto que copio, fue escrito por Upasaka (las negritas son mías) en un foro que fue cerrado por su autor y, donde no es posible ya continuar con el debate, por lo que no hay otro modo de continuarlo, que copiando parte de lo que venia allí que es:
Para quien escribe,
(se refiere a las enseñanzas mahayana en general, y al zen, en particular) simplemente no son coincidentes con las Enseñanzas del Buddha. Por lo tanto no comparte ni compra nada que suene a diálogo místico o interreligioso.

Ciao!
PD
Igual se acepten en consecuencia que aquí, sin límites ( en este subforo ) se exponen 'opiniones y críticas' sobre el Therāvada...
Se supone — antes que insistir desarrollarse en el sub. Therāvada — sea acogida esta publicación ¿impermanente? (parte copiada)
Según Upasaka, que es practicante theravada, las enseñanzas zen no provendrían pues de Buda, por lo que Upasaka no está abierto al diálogo "místico e interreligioso".
Hay interés de mi parte en ahondar mas en el punto de si, el zen proviene o no de Buda. (Ahondar, no significa alcanzar la verdad, la cual obviamente es inalcanzable, pues saber fehacientemente, si el zen es o no es budismo genuino es imposible). Pero me interesa saber más de esto. Por qué los theravadines rechazan el zen como enseñanzas de buda e, incluso, rechazan cualquier posible dialogo sobre esa base? Es algo que siempre he querido saber, y ya que andamos por el mismo espacio virtual, es el momento de preguntarlo.
Gracias
La pregunta me parece muy pertinente, pero la respuesta es que no es así, aunque aquí, en este foro, pueda parecerlo a veces. Solo es así para algunos theravadines ultraortodoxos, fundamentalistas. Rechazando no solo a otras escuelas, sino al resto de religiones de manera global (cristianismo, islam, hinduísmo, etc.). Yo me he encontrado también, en algunos practicantes zen, la misma posición fundamentalista a la inversa. Normalmente los argumentos suelen ser los de lecturas parciales, superficiales y reduccionistas del mensaje de las otras escuelas o religiones: "Todo el zen es no budista, porque alguíen dijo o hizo no se qué", "El cristianismo está lleno de pederastas... y además solo dice tonterias supersticiosas", etc. ... en defintiva, exagerando un poco las expresión" "o estás conmigo o estás contra mí".
Estas tésis, de atrincheramiento y aferramiento de la propia opinión, son, en el plano personal, además de un error desde el punto de vista budista (que va de no-aferrarse,
naiṣkramya, y de no-violencia,
ahiṃsā) el antecesor, en el plano social, de la oposición, del enfrentamiento y, potencialmente, incluso han llegado en algunos casos (en algunos lideres religiosos) a justificar las matanzas y las guerras; podemos encontrar ejemplos de esto tanto en el budismo theravada como en el budismo mahayana (en Japón, por ej., podría dar muchos, dentro de todas las escuelas). Y tambié a miles en otras religiones.
Pero, volviendo al budismo theravadan no es esa la postura de muchos practicanets theravad. Por ejemplo Bikhu Bodhi, un monje theravadin contemporaneo, ampliamente conocido y reconocido dentro del budismo theravada dice:
"En la búsqueda del acercamiento budista adecuado al problema de la diversidad de credos, podríamos comenzar señalando los extremos que el camino medio debe evitar. El primer extremo es un regreso al fundamentalismo, la adopción de una afirmación agresiva de las propias creencias junto con un celo proselitista hacia aquellos que aún se encuentran fuera del círculo elegido de correligionarios. [...] Para los budistas, la alternativa más seductora es el segundo extremo. Éste, que compra la tolerancia al precio de la integridad, puede ser llamado la tesis del universalismo espiritual: la opinión de que todas las grandes religiones, en su corazón, apoyan esencialmente la misma verdad, vestida simplemente de diferentes modos de expresión.
.
Igualmente una actitud abierta, tolerante, de escucha y conciliación, podemos verla en un articulo que puse en el tema "Ecumenismo Budista", escrito por otro monje theravada, Bhante Suddhaso, del que copio un extracto:
Así pues, tras cinco años de Zen, fui a estudiar a Abhayagiri, un monasterio budista Theravāda. Vivir allí durante varios años, sumergirme profundamente en los textos de Theravāda y practicar intensamente las técnicas de meditación de Theravāda me llevó a una sólida comprensión del camino budista: por fin tenía una imagen clara de lo que era la iluminación y lo que era necesario para alcanzarla. Desafortunadamente, también desarrollé una actitud desdeñosa hacia Mahāyāna; dado que mi propia experiencia con Mahāyāna había producido resultados mucho más limitados que mi experiencia con Theravāda, llegué a la conclusión de que Mahāyāna representaba una corrupción inexacta del budismo y lo rechacé sumariamente.
Y así continué practicando devotamente el budismo Theravāda; pero a medida que pasaba el tiempo y mi práctica se profundizaba, descubrí que la sensación de mi práctica era cada vez más similar a la que había experimentado durante el entrenamiento zen. También comencé a establecer paralelismos entre la perspectiva Zen y la perspectiva Theravāda; en particular, me di cuenta de que los dichos Zen que inicialmente había malinterpretado estaban destinados a ser aproximaciones de la realidad última, mientras que las enseñanzas de Theravāda se centran casi exclusivamente en la realidad convencional. Mi falta de comprensión correcta de las enseñanzas zen se debió a mi mala comprensión de ellas: y con la perspectiva adecuada establecida, se enfocaron como representando un enfoque aparentemente diferente a la misma conclusión: a saber, que ya sea Theravāda o Soto Zen.
Con este reconocimiento, comencé a examinar las otras escuelas Mahāyāna a través de una lente similar: en lugar de rechazarlas, busqué ver cómo podían entenderse como caminos hacia la iluminación, la misma iluminación indivisible accesible a través de Theravāda y Soto Zen. Y una vez más encontré que la misma esencia central se puede encontrar en cada tradición budista: la esencia central de la práctica que culmina en la liberación a través del desapego. Entonces, si bien cada forma de budismo parece diferente, cada una de ellas son aspectos de esa misma esencia que conducen a la misma meta: Nirvāna, liberarse del sufrimiento junto con una comprensión completa.
Y, de la misma manera, podría citar el parecer de otros muchos monjes theravada, orientales u occidentales, como Walpola Rahula, Ajahn Sumedho, etc.
Afortunadamente existen multitud de testimonios de acercamiento, aceptación y reconocimiento, tanto de dialogo intra-religioso (entre distintas escuelas budistas) como inter-religioso (entre seguidores de distintas relgiones), por doquier. Monjes Theravada que pasan periodos de encuentro y práctica en monasterios camaldolenses, sacerdotes que practican zazen, monjes benedictinos que, sin dejar de ser cristianos, se han acercado al Advaita Vedanta, por no hablar solo del budismo, como el padre Henry le Saux, monjes chan que han pasado periodos de entrenamiento y formación entre monjes theravada tailandeses, etc., etc.
Hoy en día, puede que más que nunca, sería importante recordar las palabras de Dhammapada, una de las escrituras más antiguas y bellas del budismo:
«Me insultó, me hizo daño, me venció, me robó.» Aquellos que piensan tales pensamientos no estarán libres del odio.
«Me insultó, me hizo daño, me venció, me robó.» Aquellos que no piensan tales pensamientos serán libres del odio.
El odio no cesa con el odio, el odio cesa con el amor. Esta es una ley muy antigua.