Amablemente @Ananda nos proporcionó un enlace a una página de Bosque Theravada, en la que se habla de los cincos preceptos (AQUÍ), donde se plantea una cierta gradualidad en la gravedad (cosecuancias kármicas) de incumplir el precepto relativo a no-mentir, aún manteniendo el precepto en todo caso; así como también la referencia a un sutta (el Ambalatthikarahulovada Sutta), en la que el Buddha instruye a Rāhula sobre la gravedad del acto de mentir, hasta el punto de declarar como nula, es decir como "vacía la ascesis de quienes no tienen pudor en mentir conscientemente". Reproduzco el fragmento sobre la mentira traducido desde la versión del mismo de De Lorenzo, Pier Antonio Morniroli y Enrico Federici:
El texto de Bihkkhu Bodhi, en realidad no se refería solo al precepto sobre la mentira, sino que empezaba con el primer preceto, relativo a "no matar", para el cual encontraba algunas posibles excepciones (ver: War and Peace); lo cual dió pie a un intercambio de reflexiones, antagónicas, entre él mismo y Ajahn Geoff Ṭhānissaro, cuya postura era la de que en ningún caso existe justificación para transgredir los preceptos.Cuando el Sublime, hacia el atardecer, hubo terminado su meditación, se dirigió hacia donde estaba el Honorable Rāhula, quien, al verlo llegar, le preparó un asiento y agua para los pies. El Sublime, se sentó en el asiento ofrecido y se enjuagó los pies. Acto seguido, el Honorable Rāhula se sentó a su lado y el Sublime, que había dejado un pequeño resto de agua en la palangana, le dijo: "¿Has visto esta poca agua que queda? Así de pequeño es el ascetismo de los que no tienen vergüenza de mentir conscientemente". Y, habiendo tirado el agua, continuó: "¿Has visto el poco de agua que se ha tirado? De la misma manera se arroja el ascetismo de los que no tienen vergüenza en mentir conscientemente." Y, habiendo volcado la jofaina, prosiguió: "¿Ves esta jofaina vuelta al rever? Así es precisamente es vuelto al revés el ascetismo de los que no tienen pudor en mentir conscientemente." Y ahora el Sublime, enderezando aquella jofaina, preguntó: "¿Ves cómo esta jofaina está completamente vacía? Precisamente así de vacía está la ascesis de quienes no tienen pudor en mentir conscientemente."
Para proporcionar ejemplos de su discurso B. Bodhi, se situaba en el contexto de la 2ª guerra mundial, el nacismo y la persecución y exterminio de los judios, o la del derecho a la defensa de un pueblo que es agredido. Dichos ejemplos, aunque no tan extremos, en realidad, son facilmente extensibles a multitud de situaciones "ambiguas" éticamente; especialmente en nuestras vidas de laicos del complejo y convulso s. XXI, alejados de la sobriedad, el rigor y la simpleza de la vida monástica. El caso de mentir o no, Bihkkhu Bodhi lo ejemplificaba con el caso relativo a sí, durante la 2º guerra mundial, uno hubiese acogido a judíos en su casa y fuese preguntado al respecto por algún soldado de las SS; el caso de matar o no matar, lo ejemplificaba con la circunstancia de si uno hubiese estado en una situación en la que hubiese sido posible asesinar a Hitler, poniendo así fin a aquella guerra que causo decenas de millones muertos)
Bihkkhu Bodhi reconoce en su argumentación que esta no deriva de la letra de ningún sutta, y ello es importante tenerlo en cuenta, en los que lo que aparece es exactamente lo contrario. También señala la importancia de situar los sutta en contexto, dado que las complejidades sociales de la época en que estos fueron escritos y la época actual son enormente distintas. No es la autoridad de los sutta lo que está en juego ante una disyuntiva tal, según B. Bodhi, sino la conciencia moral de cada cual, de cada uno de nosotros, cuando se ha de enfrentar a este tipo de encrucijadas.
Entre los budistas chinos, monjes o laicos, los cinco preceptos (además del Vinaya, en el caso de los monjes) son aceptados, como normas ideales a seguir, por cualquier budista, igual que en el Budismo Theravada; a estos se suman, en tanto que corrientes pertenecientes al Budismo Mahayana, lo votos del Bodhisattva. Sin embargo la conducta de un monje budista chino, cuando entran en contradicción ambos tipos de reglas de conducta ética, es poner los votos del Bodhisattva en primer lugar, aunque ello comporte cualquier "perjuicio kármico", es decir algún "retroceso" en la vía de la propia liberación. Esta "transgresión" evidentemente es algo que se justifica solo desde el punto de vista de la "compasión", no estando justificada la transgresión de los preceptos cuando su motivación es únicamente nuestro deseo egoísta.
Bihkkhu Bodhi, aunque no lo formule ni probablemente lo piense así, parece en este caso adoptar una postura, en relación a la ética y a la lectura e interpretacon de los sutta, de características mahayana.
El tema no es de caracter académico, sino vital y cotidiano, pues nosotros, en tanto que laicos que vivimos en medio de la agitación incesante del samsara, en un mundo enormente distinto y mucho más complejo que el del siglo VI a.C., con frecuencia hemos de enfrentarnos a este tipo de situaciones "dudosas" (aunque, afortunadamente, no sean tan dramaticas como las que plantea B. Bodhi), en las que hay que elegir entre la letra escrita (en lo sutta o en los sutra) o la adaptación e interpretación de estos textos a situaciones que no aparecen en dichos textos, y a veces incluso actuando de forma opuesta a lo que literalmente proponen esos textos.
¿Como practicantes de la vía del Buddha, qué opináis de esta cuestión?