Gracias a todos los que estais siguiendo este hilo.
Proseguimos con otra pildora más. Si el yo es una ficción, si es irreal, ¿como se manifiesta eso en nuestras vidas? Hay muchas personas que creen con total convicción la existencia de un alma inmortal y eterna en cada uno de nosotros ¿les afecta a ellos tambien de alguna manera la inexistencia de un yo real o han encontrado una forma de ser inmunes a esto?
Pîldora 4 - Ser nada no nos gusta
Veiamos en la pildora anterior que ese yo ilusorio, ese si-mismo, es el origen del dukkha (por supuesto tambien ese yo tiene su parte positiva al permitirnos como especie humana una gran capacidad en aspectos esenciales como la supervivencia y la reproducción). Pero ¿por que resulta tan incómoda esa sensación contruida del sí-mismo? Nuestro sentido del si-mismo esta compuesto de las modalidades habituales de percepción, sensación, pensamiento y actuación. Estos procesos son impermanentes e interactuan unos con otros y conjuntamente dan paso a la sensación de ser un ser separado de otras personas y cosas. ¿que ocurre si eliminamos todos esos procesos psicológicos y físicos? ¿Que queda al final? Pues
no queda nada.
¿ Tiene no ser nada algo de malo? En realidad el problema es que no nos gusta ser nada. Tener un agujero vacio en el nucleo de uno mismo resulta bastante desagradable. Ser nada significa que no hay nada con lo que identificarse o aferrarse. Nuestra sensación construida de si-mismo carece de toda base, y por tanto por mucho que nos esforcemos e inventemos mitologias, religiones, filosofías, la sensación del sí-mismo nunca nos proporcionará seguridad, porque no hay nada que nos lo pueda proporcionar.
En realidad todo esto no es facil de comprender de forma intelectual (sugiero a los conforeros valientes que se atrevan a contarle por ejemplo a vuestro peluquero de confianza todo esto para comprobar que no es un argumento intuitivo y choca incluso con el sentido común). Sin embargo probablemente casi todos contamos con una percepción innata del problema. A menudo la sensación es que hay algo que no funciona bien en nosotros, que no está completo, tal vez una sensación de irrealidad, o de carencia, sentimos que hay algo en nosotros que no es como debiera, que debería ser de otra forma, mientras que tendemos a pensar que ese mismo problema no esta en los demás o al menos no de forma tan intensa como en nosotros.
Por supuesto aprendemos a ignorar o reprimir esa sensación de irrealidad de nuestro nucleo. Sin embargo eso no resuelve el problema. La represión no funciona. Lo que se reprime regresa a la consciencia de una u otra forma, a menudo disfrazado o distorsionado. La sensación de que hay algo en nuestra vida que falta, que no está presente será dificilmente evitable.
Pero ¿que es eso que sentimos que nos falta? Eso dependerá de muchos factores, pero basicamente del tipo de persona que sea y de la sociedad en la que viva. En las sociedades modernas occidentales esta carencia se puede por ejemplo manifestar como la sensación de no tener suficiente dinero, independientemente de la cantidad con la que se cuente. ¿Acaso no es habitual pensar que si uno tiene mucho dinero deja de ser un don nadie? Si tienes mucho dinero te vuelves más real, eres más importante para los demas. Y si teniendo mucho dinero continuas teniendo esa sensación de carencia, es porque probablemente sientes que no tienes el dinero suficiente.
Otros podrán pensar que no son suficientemente famosos o suficientemente poderosos. Tendemos a pensar que si nos conocen muchas personas es porque somos más reales. Pero siempre caeremos en esa misma trampa, nunca será suficiente la fama, el poder o el dinero para colmar esa carencia inconsciente, esa sensación de incompletitud.
Confesemoslo, ser nada no es agradable.
