Además de en el Tenzo kyokun, la visión ética y relacional de Dogen está presente en muchos otros de sus textos. Por ejemplo, en el Bodaisatta-shishobo (菩提薩埵四摂,
Los cuatro elementos de las relaciones sociales, en la traducción de Nishijima, o
Los cuatro métodos integradores de conducta de un Bodisattva, en traducción de Jiso Forzani) Dogen retoma una lista de cuatro elementos, conocidos como los cuatro elementos para la conversión de las personas, en los que, de nuevo, el fin último y nuestro comportamiento cotidiano aparecen como elementos del mismo proceso. Estos cuatro elementos (escritos en chino como 四攝法 o también 四攝事; en sánscrito
catuḥ-saṃgraha-vastu; y en pāli
cattāri saṃgaha-vatthūni) son [cuando no se indica otra cosa, las ref. están en sanscrito]:
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dāna, el don, la generosidad (tanto material, como no material, como por ej. ofrecer enseñanzas, ofrecer palabras de consuelo, ofrecer nuestro tiempo, dar nuestras propias fuerzas o nuestros bienes, sean grandes o pequeños...)
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priyavacana, las palabras amorosas, gentiles, amables (para guiar a las personas)
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arthakṛtya, la conducta beneficiosa, beneficiar a los seres sintientes a través de los actos del cuerpo, el habla y la mente.
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samānârthatā, identidad de propósito, cooperación, trabajar juntos (para un bodhisattva, por lo tanto, puede significar asumir la misma forma que los seres sintientes en la vía de liberación).
Estos cuatro elementos los encontramos recogidos también en el Sutra del Loto, en el capítulo Devadatta, el gran enemigo del Buddha en el Budismo antiguo, en el que el Buddha "predice" que, tras innumerables
kalpa también Devadatta alcanzará la Budeidad. En el Daichidoron, un comentario del Sutra del Corazón atribuido a Nagarjuna. Asi como en Canon Antiguo, por ejemplo en el Aṅguttara-Nikāya IV, aunque aquí no he podido encontrar la referencia exacta.
Dāna, el dar, figura no solo como la primera de las actitudes existenciales de un bodhisattva, sino también como el primero de los pāramitā tanto del Budismo antiguo como del renovado, señalándose así su importancia primordial para recorrer la vía. De hecho, históricamente también fue este el movimiento que realizó el Buddha cuando, viendo la posible dificultad de que su mensaje fuese entendido, dudó entre difundirlo o quedárse viviendo una vida apartada y apacible disfrutando de su logro. Finalmente optó por la primera opción, es decir hizo el don de sí mismo, comenzando así su enseñanza en beneficio de los seres, enseñanza que de esta manera ha podido llegar hasta nosotros.
La actitud interior subyacente a
dāna es el no aferrar, el dejar ir, el soltar. Ese dar, para ser tal, para ser real, inmaculado, y no una virtud mundana debe hacerse sin esperar recompensa alguna. Si damos a otro un bien material o inmaterial, esperando un retorno, inmediato o en el futuro, ese dar está mancillado por el interés y ya no es recorrer la vía del Buddha, es un comercio más de los que realizamos habitualmente.
La recompensa obtenida está en el mismo hecho de dar, de vaciarse, de des-ocuparse de algo. En términos occidentales podríamos traducir pāramitā por virtud y afirmar que la virtud es su propia recompensa, su propia finalidad, es inmediatamante benéfica para si mismo y para los demás. En terminos de Dogen, en el Bodaisatta-shishobo , esto se expresa así:
Cuando la Vía se confía a la Vía, alcanzamos la Vía. El poder virtuoso de la entrega incondicional que está presente en las condiciones y características de todas las cosas se transmite a quienes viven en los reinos celestial y humano; también lo sienten aquellos en varios niveles en su práctica (12). Esto se debe a que el dar [inherente al regalo] sirve para conectar todas las cosas: el que da [en realidad se convierte en uno] con el que recibe.
La operación interior es en cierto sentido similar a aquella que realizamos durante zazen, no aferrar los objetos con nuestro pensamiento, ya que en realidad nada nos "pertenece". Este movimiento de dar, de darse, de no aferrar, es el movimiento que subyace no solo a estas cuatro actitues sociales de un bodhisattva, sino tambien al correcto seguimiento del octuple sendero; es ya realización, camino de realización y expresión de esa realización en este momento.
