Crees bien

Interesantísima reflexión. Sólo decir: yo sí creo que el ser humano puede elegir su destino dentro de unos límites que en última instancia serían: el samsara, el nirvana o el ideal bodhisattva. Lo que sucede es que las impurezas mentales restringen el abanico de posibilidades. Como dice el refrán, el que no sabe es como el que no ve.
(Luego estamos los que no elegimos destino alguno porque no creemos en los renacimientos, pero ésa es otra historia

