El Noble Camino Óctuple "El Camino al Fin del Sufrimiento" por Bhikkhu Bodhi.

La Doctrina de los Ancianos.
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Upasaka
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El Noble Camino Óctuple "El Camino al Fin del Sufrimiento" por Bhikkhu Bodhi.

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ada123123
Saludos amigos.
Con el objeto de dar a conocer a lector@s esta obra que se irá desgranando poco a poco según lo vaya permitiendo el tiempo.
Con el fin de ello, y para obtener un buen resultado respecto a la traducción, se limitará a cotejar con la misma en lengua diferente y en formato físico, así como consultar las fuentes que hace alusión ante casos que lo requieran, y por último, aplicar restringido al uso del pali a términos como "Buda" por el Buddha.
Al final de la versión digital de ésta se dejará enlace.
Sea de provecho.

***
"El Noble Camino Óctuple
El Camino al Fin del Sufrimiento"
por
Bhikkhu Bodhi
© 1999

Prefacio.

"La esencia de la enseñanza de Buddha se puede resumir en dos principios: las Cuatro Nobles Verdades y el Noble Camino Óctuple. El primero cubre el lado de la doctrina, y la respuesta principal que suscita es la comprensión; el segundo cubre el lado de la disciplina, en el sentido más amplio de esa palabra, y la respuesta principal que exige es la práctica. En la estructura de la enseñanza, estos dos principios se unen en una unidad indivisible llamada Dhamma-Vinaya, la doctrina-y-disciplina, o, en resumen, el Dhamma. La unidad interna del Dhamma está garantizada por el hecho de que la última de las Cuatro Nobles Verdades, la verdad del camino, es el Noble Óctuple Sendero, mientras que el primer factor del Noble Óctuple Sendero, la visión correcta, es la comprensión del Cuatro Nobles Verdades. Así, los dos principios se penetran y se incluyen mutuamente, la fórmula de las Cuatro Nobles Verdades que contiene el Óctuple Sendero y el Noble Óctuple Sendero que contiene las Cuatro Verdades.

Dada esta unidad integral, sería inútil plantearse la cuestión de cuál de los dos aspectos del Dhamma tiene mayor valor, la doctrina o el camino. Pero si arriesgáramos lo inútil al hacer esa pregunta, la respuesta tendría que ser el camino. El camino reclama primacía porque es precisamente esto lo que da vida a la enseñanza. El camino traduce el Dhamma de una colección de fórmulas abstractas a una revelación de la verdad que se desarrolla continuamente. Da salida al problema del sufrimiento con el que comienza la enseñanza. Y hace que el objetivo de la enseñanza, la liberación del sufrimiento, sea accesible a nosotros en nuestra propia experiencia, donde solo adquiere un significado auténtico.

Seguir el Noble Sendero Óctuple es una cuestión de práctica más que de conocimiento intelectual, pero para aplicar el sendero correctamente, debe entenderse correctamente. De hecho, la correcta comprensión del camino es en sí misma parte de la práctica. Es una faceta de la visión correcta, el factor del primer camino, el precursor y guía para el resto del camino. Así, aunque el entusiasmo inicial podría sugerir que la tarea de comprensión intelectual puede dejarse de lado como una distracción molesta, la consideración madura revela que es bastante esencial para el éxito final en la práctica.

El presente libro pretende contribuir a una comprensión adecuada del Noble Óctuple Sendero investigando sus ocho factores y sus componentes para determinar exactamente en qué consisten. He intentado ser conciso, utilizando como marco de exposición las propias palabras del Buddha en la explicación de los factores del camino, tal como se encuentran en el Sutta Pitaka del canon Pali. Para ayudar al lector con acceso limitado a las fuentes primarias, incluso en la traducción, he tratado de limitar mi selección de citas tanto como sea posible (pero no completamente) a las que se encuentran en la antología clásica de Venerable Nyanatiloka, La Palabra de Buddha .En algunos casos, los pasajes tomados de ese trabajo han sido ligeramente modificados, para estar de acuerdo con mis interpretaciones preferidas. Para una mayor amplificación del significado, a veces me he basado en los comentarios; especialmente en mis relatos de concentración y sabiduría (Capítulos VII y VIII) me he basado en gran medida en el Visuddhimagga (El Camino de la Purificación),una vasta obra enciclopédica que sistematiza la práctica del camino de manera detallada y completa. Las limitaciones de espacio impiden un tratamiento exhaustivo de cada factor. Para compensar esta deficiencia, he incluido una lista de lecturas recomendadas al final, que el lector puede consultar para obtener explicaciones más detalladas de los factores de ruta individuales. Sin embargo, para un compromiso total con la práctica del camino, especialmente en sus etapas avanzadas de concentración y perspicacia, será extremadamente útil tener contacto con un maestro debidamente calificado".


— Bhikkhu Bodhi.
***

ada123123
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..."permaneced con vosotros mismos como una isla, con vosotros mismos como refugio; con el Dhamma como una isla, con el Dhamma como refugio, sin tener otro refugio".SN 22.43 Attadīpa Sutta.
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Ananda
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Re: El Noble Camino Óctuple "El Camino al Fin del Sufrimiento" por Bhikkhu Bodhi.

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Gracias amigo @Upasaka por la iniciativa, me apunto a seguirla ada123123

Saludos y metta.
Citta, éstas son simples designaciones, el mundo de las expresiones, el mundo de las formas de hablar con las cuales el Tathagata se expresa pero sin asirse a ellas. Buda, DN 9 Potthapāda Sutta.
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Upasaka
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Re: El Noble Camino Óctuple "El Camino al Fin del Sufrimiento" por Bhikkhu Bodhi.

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ada123123
Saludos @Ananda .
Aunque el propósito inicial es meramente compartir la lectura de ésta, desde la perspectiva e interpretación del Venerable Bhikkhu Bodhi, cual dispone de gran erudición. Esperando que será de beneficio de cara no sólo hacia aquell@s legos – faltos de conocimiento – lector@s interesad@s en recabar información a través de esta obra. Al no disponer de seguidores de esta Escuela aquí en el Foro.
En agradecimiento a éste ( al Foro ) por la oportunidad que brinda — no todos tuvieron esa posibilidad en sus comienzos — , este quien escribe aportará información suplementaria ( al final de la obra ), dejando clara constancia que sus conocimientos, sujetos a errores, son los propios del aprendizaje de un estudiante.(*) :D
( véase énfasis final en el anterior prefacio )

Por otra parte amigo, si está a la mano responder en el caso que surgiere alguna duda, se tratará de solventar.

Gracias por el seguimiento. smile

ada123123
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(*) Reedición.
Y como último responsable ante los posibles errores.
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Upasaka
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Re: El Noble Camino Óctuple "El Camino al Fin del Sufrimiento" por Bhikkhu Bodhi.

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ada123123

Capítulo I : El camino hacia el fin del sufrimiento.

"La búsqueda de un camino espiritual nace del sufrimiento. No comienza con luces y éxtasis, sino con las duras tachuelas del dolor, la decepción y la confusión. Sin embargo, para que el sufrimiento dé lugar a una genuina búsqueda espiritual, debe ser más que algo recibido pasivamente desde el exterior. Tiene que desencadenar una realización interior, una percepción que atraviese la complacencia fácil de nuestro encuentro habitual con el mundo para vislumbrar la inseguridad perpetuamente abierta bajo nuestros pies. Cuando surge esta intuición, aunque sea momentáneamente, puede precipitar una profunda crisis personal. Vuelca los objetivos y valores acostumbrados, se burla de nuestras preocupaciones rutinarias, deja los viejos placeres obstinadamente insatisfactorios.

Al principio tales cambios generalmente no son bienvenidos. Intentamos negar nuestra visión y sofocar nuestras dudas; luchamos para ahuyentar el descontento con nuevas actividades. Pero la llama de la indagación, una vez encendida, continúa ardiendo, y si no nos dejamos arrastrar por reajustes superficiales o nos encorvamos de nuevo en una versión remendada de nuestro optimismo natural, eventualmente el destello original de intuición volverá a estallar, vuelve a confrontarnos con nuestra situación esencial. Es precisamente en ese punto, con todas las vías de escape bloqueadas, que estamos listos para buscar la manera de poner fin a nuestra inquietud. Ya no podemos continuar vagando complacientemente por la vida, guiados ciegamente por nuestro hambre de placeres sensuales y por la presión de las normas sociales prevalecientes. Una realidad más profunda nos llama; hemos escuchado la llamada de una felicidad más estable, más auténtica,

Pero es justo entonces cuando nos encontramos ante una nueva dificultad. Una vez que llegamos a reconocer la necesidad de un camino espiritual, descubrimos que las enseñanzas espirituales no son homogéneas ni compatibles entre sí. Cuando hojeamos los estantes del patrimonio espiritual de la humanidad, tanto antiguos como contemporáneos, no encontramos un solo volumen ordenado, sino un verdadero bazar de sistemas y disciplinas espirituales, cada uno de los cuales se nos ofrece como el más alto, el más rápido, el más poderoso, o la solución más profunda a nuestra búsqueda de lo Ultimo. Confrontados con esta mezcla, caemos en la confusión tratando de evaluarlos, para decidir cuál es verdaderamente liberador, una solución real a nuestras necesidades, y cuál es un desvío plagado de fallas ocultas.

Un enfoque para resolver este problema que es popular hoy en día es el ecléctico: seleccionar y elegir de las diversas tradiciones lo que parezca adecuado a nuestras necesidades, fusionando diferentes prácticas y técnicas en un todo sintético que sea personalmente satisfactorio. Por lo tanto, uno puede combinar la meditación de atención plena budista con sesiones de recitación de mantras hindúes, oración cristiana con danza sufí, cábala judía con ejercicios de visualización tibetana. Sin embargo, el eclecticismo, aunque a veces ayuda a hacer la transición de una forma de vida predominantemente mundana y materialista a una que adquiere un matiz espiritual, eventualmente se desgasta. Si bien es una casa intermedia cómoda, no es cómodo como vehículo final.

Hay dos fallas interrelacionadas en el eclecticismo que explican su insuficiencia final. Una es que el eclecticismo compromete las mismas tradiciones en las que se basa. Las grandes tradiciones espirituales en sí mismas no proponen sus disciplinas como técnicas independientes que puedan ser escindidas de su entorno y recombinadas libremente para mejorar la calidad sentida de nuestras vidas. Los presentan, más bien, como partes de un todo integral, de una visión coherente sobre la naturaleza fundamental de la realidad y la meta final de la búsqueda espiritual. Una tradición espiritual no es un arroyo poco profundo en el que uno puede mojarse los pies y luego emprender una rápida retirada a la orilla. Es un río poderoso y tumultuoso que se precipitaría a través de todo el paisaje de la vida de uno, y si uno realmente desea viajar en él, debe ser lo suficientemente valiente como para lanzarlo.

El segundo defecto del eclecticismo se deriva del primero. Como las prácticas espirituales se basan en visiones sobre la naturaleza de la realidad y el bien final, estas visiones no son compatibles entre sí. Cuando examinamos honestamente las enseñanzas de estas tradiciones, encontraremos que las principales diferencias de perspectiva se revelan a nuestra vista, diferencias que no pueden descartarse fácilmente como formas alternativas de decir lo mismo. Más bien, apuntan a experiencias muy diferentes que constituyen la meta suprema y el camino que debe recorrerse para alcanzar esa meta.

Por lo tanto, debido a las diferencias en las perspectivas y prácticas que proponen las diferentes tradiciones espirituales, una vez que decidimos que hemos superado el eclecticismo y sentimos que estamos listos para comprometernos seriamente con un camino en particular, nos encontramos ante el desafío de elegir un camino que nos llevará a la verdadera iluminación y liberación. Una clave para resolver este dilema es clarificarnos nuestro objetivo fundamental, determinar qué buscamos en un camino genuinamente liberador. Si reflexionamos detenidamente, quedará claro que el requisito principal es una forma de acabar con el sufrimiento. Todos los problemas, en última instancia, pueden reducirse al problema del sufrimiento; por lo tanto, lo que necesitamos es una manera que acabe con este problema de forma definitiva y completa. Ambas palabras calificativas son importantes. El camino tiene que conducir a un 'el fin' total del sufrimiento, el fin del sufrimiento en todas sus formas, y el fin 'definitivo' del sufrimiento, para llevar el sufrimiento a un cese irreversible.

Pero aquí nos topamos con otra pregunta. ¿Cómo vamos a encontrar ese camino, un camino que tenga la capacidad de llevarnos al final total y final del sufrimiento?
Hasta que realmente sigamos un camino hacia su meta, no podemos saber con certeza a dónde conduce, y para seguir un camino hacia su meta, debemos confiar completamente en la eficacia del camino. La búsqueda de un camino espiritual no es como seleccionar un traje nuevo. Para seleccionar un nuevo traje, uno solo necesita probarse varios trajes, mirarse en el espejo y seleccionar el traje en el que se ve más atractivo. La elección de un camino espiritual está más cerca del matrimonio: uno quiere una pareja para toda la vida, una cuya compañía sea tan confiable y duradera como la estrella polar en el cielo nocturno.

Ante este nuevo dilema, podemos pensar que hemos llegado a un callejón sin salida y concluir que no tenemos nada que nos guíe sino una inclinación personal, si no una moneda al aire. Sin embargo, nuestra selección no necesita ser tan ciega y desinformada como imaginamos, ya que tenemos una guía para ayudarnos. Dado que los caminos espirituales generalmente se presentan en el marco de una enseñanza total, podemos evaluar la eficacia de cualquier camino en particular investigando la enseñanza que lo expone.

Al hacer esta investigación, podemos considerar tres criterios como estándares para la evaluación:

(1) Primero, la enseñanza tiene que dar una imagen completa y precisa de la variedad del sufrimiento. Si la imagen del sufrimiento que ofrece es incompleta o defectuosa, lo más probable es que el camino que establece sea defectuoso, incapaz de producir una solución satisfactoria. Así como un paciente enfermo necesita un médico que pueda hacer un diagnóstico completo y correcto de su enfermedad, al buscar la liberación del sufrimiento necesitamos una enseñanza que presente un relato confiable de nuestra condición.

(2) El segundo criterio exige un análisis correcto de las causas que dan lugar al sufrimiento. La enseñanza no puede detenerse con un estudio de los síntomas externos. Tiene que penetrar por debajo de los síntomas hasta el nivel de las causas y describir esas causas con precisión. Si una enseñanza hace un análisis causal defectuoso, hay pocas probabilidades de que su tratamiento tenga éxito.

(3) El tercer criterio se relaciona directamente con el camino mismo. Estipula que el camino que ofrece la enseñanza tiene que eliminar el sufrimiento en su origen. Esto significa que debe proporcionar un método para cortar el sufrimiento mediante la erradicación de sus causas. Si no logra esta solución de nivel raíz, su valor es finalmente nulo. El camino que prescribe podría ayudar a eliminar los síntomas y hacernos sentir que todo está bien; pero alguien que padece una enfermedad fatal no puede permitirse el lujo de conformarse con una cirugía estética cuando, bajo la superficie, la causa de su enfermedad continúa prosperando.

En resumen, encontramos tres requisitos para una enseñanza que se proponga ofrecer un verdadero camino hacia el fin del sufrimiento: primero, debe presentar una imagen completa y precisa de la gama del sufrimiento; segundo, debe presentar un análisis correcto de las causas del sufrimiento; y tercero, debe darnos los medios para erradicar las causas del sufrimiento.

Este no es el lugar para evaluar las diversas disciplinas espirituales en términos de estos criterios. Nuestra preocupación es solo con el Dhamma, la enseñanza del Buddha, y con la solución que esta enseñanza ofrece al problema del sufrimiento. Que la enseñanza debe ser pertinente a este problema es evidente por su propia naturaleza; porque está formulado, no como un conjunto de doctrinas sobre el origen y el fin de las cosas que exigen creencia, sino como un mensaje de liberación del sufrimiento que pretende ser verificable en nuestra propia experiencia. Junto con ese mensaje viene un método de práctica, un camino que lleva al final del sufrimiento. Este es el Noble Óctuple Sendero (ariya atthangika magga).
El Sendero Óctuple se encuentra en el corazón mismo de las enseñanzas de Buddha. Fue el descubrimiento del camino lo que le dio a la propia iluminación del Buddha un significado universal y lo elevó del estado de un sabio sabio y benévolo al de un maestro del mundo. Para sus propios discípulos, él era preeminentemente "el que despierta el camino no surgido antes, el productor del camino no producido antes, el declarador del camino no declarado antes, el conocedor del camino, el vidente del camino, el guía por el camino" (MN 108). Y él mismo invita al buscador con la promesa y el desafío: "Ustedes mismos deben esforzarse. Los Buddhas son solo maestros. Los meditativos que practican el camino se liberan de las ataduras del mal" (Dhp. v. 276).

Para ver el Noble Óctuple Sendero como un vehículo viable hacia la liberación, tenemos que cotejarlo con nuestros tres criterios: observar el relato de Buda sobre la variedad del sufrimiento, su análisis de sus causas y el programa que ofrece como remedio. .

• La gama del sufrimiento

El Buddha no toca meramente el problema del sufrimiento tangencialmente; lo convierte, más bien, en la piedra angular misma de su enseñanza. Comienza las Cuatro Nobles Verdades que resumen su mensaje con el anuncio de que la vida está inseparablemente ligada a algo que él llama dukkhā. La palabra pali a menudo se traduce como sufrimiento, pero significa algo más profundo que el dolor y la miseria. Se refiere a una insatisfacción básica que atraviesa nuestras vidas, las vidas de todos menos los iluminados. A veces, esta insatisfacción estalla abiertamente como dolor, pena, desilusión o desesperación; pero por lo general flota en el borde de nuestra conciencia como una vaga sensación no localizada de que las cosas nunca son del todo perfectas, nunca completamente adecuadas a nuestras expectativas de lo que deberían ser. Este hecho de dukkhā, Buddha dice, es el único problema espiritual real. Los otros problemas, las cuestiones teológicas y metafísicas que han provocado a los pensadores religiosos a lo largo de los siglos, los aparta amablemente como "asuntos que no tienden a la liberación". Lo que enseña, dice, es simplemente sufrimiento y el final del sufrimiento, dukkhā y su cese.

El Buddha no se detiene en generalidades. Continúa exponiendo las diferentes formas que toma dukkhā, tanto las evidentes como las sutiles. Comienza con lo que está al alcance de la mano, con el sufrimiento inherente al proceso físico de la vida misma. Aquí aparece dukkhā en los acontecimientos del nacimiento, la vejez y la muerte, en nuestra susceptibilidad a la enfermedad, los accidentes y las lesiones, incluso en el hambre y la sed. Aparece nuevamente en nuestras reacciones internas ante situaciones y eventos desagradables: en el dolor, la ira, la frustración y el miedo que despiertan las separaciones dolorosas, los encuentros desagradables, el fracaso en obtener lo que queremos. Incluso nuestros placeres, dice el Buddha, no son inmunes a dukkhā. Nos dan felicidad mientras duran, pero no duran para siempre; eventualmente deben desaparecer, y cuando desaparecen, la pérdida nos deja sintiéndonos privados. Nuestras vidas, en su mayor parte, se debaten entre la sed de placer y el miedo al dolor. Pasamos nuestros días corriendo tras uno y huyendo del otro, rara vez disfrutando de la paz del contentamiento; la verdadera satisfacción parece de alguna manera siempre fuera de nuestro alcance, justo más allá del próximo horizonte. Entonces, al final, tenemos que morir: renunciar a la identidad que hemos construido durante toda nuestra vida, dejar atrás todo ya todos los que amamos.

Pero incluso la muerte, enseña el Buddha, no nos lleva al final de dukkhā, porque el proceso de la vida no se detiene con la muerte. Cuando la vida termina en un lugar, con un cuerpo, el "continuum mental", la corriente individual de conciencia, brota de nuevo en otro lugar con un nuevo cuerpo como soporte físico. Así, el ciclo continúa una y otra vez —nacimiento, envejecimiento y muerte— impulsado por la sed de más existencia. El Buddha declara que esta ronda de renacimientos, llamada samsāra, "el errante" - ha estado dando vueltas a través del tiempo sin principio. Es sin un primer punto, sin origen temporal. No importa cuánto retrocedamos en el tiempo, siempre encontramos seres vivos, nosotros mismos en vidas anteriores, vagando de un estado de existencia a otro.
El Buddha describe varios reinos donde puede tener lugar el renacimiento: reinos de tormento, reino animal, reino humano, reinos de dicha celestial. Pero ninguno de estos reinos puede ofrecer un refugio final. La vida en cualquier plano debe llegar a su fin. Es impermanente y por lo tanto marcado con esa inseguridad que es el significado más profundo de dukkhā. Por esta razón, quien aspira al final completo de dukkhā no puede contentarse con ningún logro mundano, con ningún estatus, sino que debe lograr la emancipación de todo el torbellino inestable."



Notas adicionales del OP:
"...samsāra, "el errante" : acaso ..."el vagabundeo" se ajuste mejor a la traducción, como opinión.

Citas en referencia al Canon Pali :
( traducidas al castellano-español )
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ada123123
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Ananda
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Re: El Noble Camino Óctuple "El Camino al Fin del Sufrimiento" por Bhikkhu Bodhi.

Mensaje por Ananda »

Gracias @Upasaka por el texto ada123123
Upasaka escribió: 12 Dic 2022 14:07 Por lo tanto, debido a las diferencias en las perspectivas y prácticas que proponen las diferentes tradiciones espirituales, una vez que decidimos que hemos superado el eclecticismo y sentimos que estamos listos para comprometernos seriamente con un camino en particular, nos encontramos ante el desafío de elegir un camino que nos llevará a la verdadera iluminación y liberación. Una clave para resolver este dilema es clarificarnos nuestro objetivo fundamental, determinar qué buscamos en un camino genuinamente liberador. Si reflexionamos detenidamente, quedará claro que el requisito principal es una forma de acabar con el sufrimiento. Todos los problemas, en última instancia, pueden reducirse al problema del sufrimiento; por lo tanto, lo que necesitamos es una manera que acabe con este problema de forma definitiva y completa. Ambas palabras calificativas son importantes. El camino tiene que conducir a un 'el fin' total del sufrimiento, el fin del sufrimiento en todas sus formas, y el fin 'definitivo' del sufrimiento, para llevar el sufrimiento a un cese irreversible.
Pero la inmensa mayoría de seres humanos no va a hacer esa reflexión. Va a buscar en la religiosidad una forma de satisfacer sus expectativas, especialmente las relativas a mundos y placeres celestiales. Máxime si hay tradiciones y supersticiones varias que les prometen eso por pura 'gracia divina'. Por ello hay quien encuentra el budismo aburrido, inaceptable. ¿Cómo? ¿No soy especialito, sólo un compuesto de materia y mente? ¿Trascender mis deseos y mi 'yo'? ¿No renacer en el cielo? ¿Entrenar la mente durante años? Uff, no me viene bien.

...esta generación se deleita en los placeres sensuales, está habituada a deleitarse en los placeres sensuales y se regocija en los placeres sensuales. Y para una generación así, sería un asunto muy difícil el de ver la verdad, o sea, la condicionalidad y el surgimiento dependiente. También sería un asunto muy difícil de ver, el de calmar las formaciones mentales, renunciar a todos los apegos, destruir la avidez, alcanzar el desapasionamiento, el cese, el Nibbana. (MN 26 Ariyapariyesana Sutta).

Es natural que estés perplejo y confundido, Vacchia, porque este Dhamma es profundo, difícil de ver y difícil de entender. Pero es pacífico y sublime, e imposible de ser aprehendido por mero razonamiento, y sólo puede ser percibido por el sabio. Es difícil entenderlo para los que sostienen otros puntos de vista, siguen otras prácticas, buscan otras satisfacciones, persiguen otros objetivos y escuchan a otros maestros. (MN 72 Aggivacchagotta Sutta).

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Mensaje por Upasaka »

ada123123
Saludos amigo Ananda.
Ananda escribió: 13 Dic 2022 10:31 Pero la inmensa mayoría de seres humanos no va a hacer esa reflexión. Va a buscar en la religiosidad una forma de satisfacer sus expectativas, especialmente las relativas a mundos y placeres celestiales. Máxime si hay tradiciones y supersticiones varias que les prometen eso por pura 'gracia divina'. Por ello hay quien encuentra el budismo aburrido, inaceptable. ¿Cómo? ¿No soy especialito, sólo un compuesto de materia y mente? ¿Trascender mis deseos y mi 'yo'? ¿No renacer en el cielo? ¿Entrenar la mente durante años? Uff, no me viene bien.
Se expondrán respuestas precisamente que abordan estas cuestiones en gran medida en la obra.

Respondiendo estar de acuerdo con tu reflexión.
Y bajo mi perspectiva sucinta responde.
El budismo como religión, aunque está extendido hoy en día, no era para las grandes masas como cualquiera comparable a otras religiones.

Era para recogerse lejano del tumulto y así poder superar el sufrimiento mediante la progresiva "quema" de las impurezas, de las raíces perjudiciales.
Para acabar con el kamma y dar por hecho no volver.

No era el fin de obtener méritos para buscar el renacer una y otra vez. Ni creer que la liberación se encuentra fuera, bien sea debido a causas externas como a divinidades.
Sino que es dentro de una brazada de ancho por dos de largo y un palmo de grosor.

Por ignorancia de ello, hay quienes cultivan el cuerpo porque así culturalmente se acepta mejor. Siendo este caso, por los expuestos Suttas por ti, una idea preconcebida lo suficiente para no obtener una visión correcta. Y así prioridad antes que la mente.
Más dentro de ésta se encuentra el fin del sufrimiento. Ni en el cosmos ni en el placer efímero del cuerpo se halla.

Se pudiera, de cara a terceros todo esto tildar de egoísmo... ;)
Bien, perfecto.
Antes de volar hay que ponerse la mascarilla de oxígeno, para a continuación al pasaje.

Saludos y mettā
ada123123
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Re: El Noble Camino Óctuple "El Camino al Fin del Sufrimiento" por Bhikkhu Bodhi.

Mensaje por Ananda »

Upasaka escribió: 13 Dic 2022 11:30 No era el fin de obtener méritos para buscar el renacer una y otra vez. Ni creer que la liberación se encuentra fuera, bien sea debido a causas externas como a divinidades.
Sino que es dentro de una brazada de ancho por dos de largo y un palmo de grosor.
thumbsupp

AN 4.45 Rohitassa Sutta

Es precisamente en este armazón de una braza de alto, dotado de percepción y mente, donde yo he conocido el mundo, el origen del mundo, el cese del mundo y el sendero que conduce al cese del mundo.

ada123123
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Re: El Noble Camino Óctuple "El Camino al Fin del Sufrimiento" por Bhikkhu Bodhi.

Mensaje por Upasaka »

ada123123

• Las causas del sufrimiento

"Una enseñanza que se proponga conducir al fin del sufrimiento debe, como decíamos, dar cuenta fehaciente de su origen causal. Porque si queremos poner fin al sufrimiento, tenemos que detenerlo donde comienza, con sus causas. Para detener las causas se requiere un conocimiento profundo de lo que son y cómo actúan; así, el Buddha dedica una parte considerable de su enseñanza a poner al descubierto "la verdad del origen de dukkhā". El origen lo ubica dentro de nosotros mismos, en una enfermedad fundamental que impregna nuestro ser, provocando desorden en nuestra propia mente y viciando nuestras relaciones con los demás y con el mundo. El signo de esta enfermedad se puede ver en nuestra propensión a ciertos estados mentales malsanos llamados en pali kilesas, generalmente traducido como "contaminaciones". Las impurezas más básicas son la tríada de codicia, aversión y engaño. La codicia (lobha) es un deseo egocéntrico: el deseo de placer y posesiones, el impulso de supervivencia, el impulso de reforzar el sentido del ego con poder, estatus y prestigio. Aversión (dosa) significa la respuesta de negación, expresada como rechazo, irritación, condena, odio, enemistad, ira y violencia. Ilusión (moha) significa oscuridad mental: la gruesa capa de insensibilidad que bloquea la comprensión clara.

De estas tres raíces emergen las otras corrupciones diversas —la presunción, los celos, la ambición, el letargo, la arrogancia y el resto— y de todas estas corrupciones juntas, las raíces y las ramas, surge dukkhā en sus diversas formas: como dolor y tristeza ,como el miedo y el descontento, como la deriva sin rumbo a través de la ronda de nacimiento y muerte. Para liberarnos del sufrimiento, por lo tanto, tenemos que eliminar las impurezas. Pero el trabajo de remover las impurezas tiene que proceder de manera metódica. No se puede lograr simplemente por un acto de voluntad, por querer que se vayan.
El trabajo debe estar guiado por la investigación. Tenemos que averiguar de qué dependen las corrupciones y luego ver cómo está dentro de nuestro poder eliminar su apoyo.

El Buddha enseña que hay una contaminación que da origen a todas las demás, una raíz que las mantiene a todas en su lugar. Esta raíz es la ignorancia (avijja)[1]. La ignorancia no es una mera ausencia de conocimiento, una falta de conocimiento de piezas particulares de información. La ignorancia puede coexistir con una vasta acumulación de conocimientos detallados y, a su manera, puede ser tremendamente astuta e ingeniosa. Como raíz básica de dukkhā, la ignorancia es una oscuridad fundamental que envuelve la mente. A veces esta ignorancia opera de manera pasiva, simplemente oscureciendo la comprensión correcta. En otras ocasiones asume un papel activo: se convierte en el gran engañador, conjurando una masa de percepciones y concepciones distorsionadas que la mente capta como atributos del mundo, sin darse cuenta de que son sus propias construcciones engañosas.

En estas percepciones e ideas erróneas encontramos la tierra que nutre las impurezas. La mente vislumbra alguna posibilidad de placer, la acepta al pie de la letra y el resultado es la codicia. Nuestra hambre de gratificación se ve frustrada, aparecen obstáculos y brotan la ira y la aversión. O luchamos con las ambigüedades, nuestra vista se nubla y nos perdemos en la ilusión. Con esto descubrimos el caldo de cultivo de dukkhā: la ignorancia que da lugar a las impurezas, las impurezas que dan lugar al sufrimiento. Mientras esta matriz causal se mantenga, aún no estamos fuera de peligro. Todavía podríamos encontrar placer y disfrute: placeres de los sentidos, placeres sociales, placeres de la mente y el corazón. Pero no importa cuánto placer podamos experimentar, no importa cuán exitosos podamos ser esquivando el dolor, el problema básico permanece en el centro de nuestro ser y continuamos moviéndonos dentro de los límites de dukkhā.

• Cortar las causas del sufrimiento

Para liberarnos del sufrimiento por completo y finalmente tenemos que eliminarlo de raíz, y eso significa eliminar la ignorancia. Pero, ¿cómo se hace para eliminar la ignorancia? La respuesta se sigue claramente de la naturaleza del adversario. Dado que la ignorancia es un estado de no saber las cosas como realmente son, lo que se necesita es el conocimiento de las cosas como realmente son.
No meramente conocimiento conceptual, conocimiento como idea, sino conocimiento perceptivo, un saber que es también un ver. Este tipo de conocimiento se llama sabiduría (pañña). La sabiduría ayuda a corregir la obra distorsionadora de la ignorancia. Nos permite comprender las cosas tal como son en realidad, directa e inmediatamente, libres de la pantalla de ideas, puntos de vista y suposiciones que nuestras mentes normalmente colocan entre ellos y lo real.

Para eliminar la ignorancia necesitamos sabiduría, pero ¿cómo se adquiere la sabiduría?
Como conocimiento indudable de la naturaleza última de las cosas, la sabiduría no puede obtenerse simplemente aprendiendo, reuniendo y acumulando una batería de hechos. Sin embargo, dice el Buddha, la sabiduría se puede cultivar. Llega a existir a través de un conjunto de condiciones, condiciones que tenemos el poder de desarrollar. Estas condiciones son en realidad factores mentales, componentes de la conciencia, que encajan en una estructura sistemática que puede llamarse un camino en el sentido esencial de la palabra: un curso para el movimiento que conduce a una meta. La meta aquí es el final del sufrimiento, y el camino que conduce a él es el Noble Sendero Óctuple con sus ocho factores: visión correcta, intención correcta, discurso correcto, acción correcta, sustento correcto, esfuerzo correcto, atención plena correcta y concentración correcta.

El Buddha llama a este camino el camino del medio (majjhima patipada). Es el camino del medio porque evita dos extremos, dos intentos equivocados de liberarse del sufrimiento. Uno es el extremo de la indulgencia en los placeres de los sentidos, el intento de extinguir la insatisfacción gratificando el deseo. Este enfoque da placer, pero el disfrute obtenido es grosero, transitorio y desprovisto de satisfacción profunda. El Buddha reconoció que el deseo sensual puede ejercer un fuerte control sobre la mente de los seres humanos, y estaba muy consciente de cuán ardientemente apegada se vuelve la gente a los placeres de los sentidos. Pero también sabía que este placer es muy inferior a la felicidad que surge de la renuncia y, por lo tanto, enseñó repetidamente que el camino hacia lo Último requiere finalmente la renuncia al deseo sensual. Así, el Buddha describe la indulgencia en los placeres de los sentidos como "bajo, común, mundano, innoble".

El otro extremo es la práctica de la automortificación, el intento de obtener la liberación afligiendo el cuerpo. Este enfoque puede provenir de una aspiración genuina de liberación, pero funciona dentro de la brújula de una suposición errónea que hace que la energía gastada quede estéril de resultados. El error es considerar que el cuerpo es la causa de la esclavitud, cuando la verdadera fuente del problema está en la mente: la mente obsesionada por la codicia, la aversión y la ilusión. Para librar la mente de estas corrupciones, la aflicción del cuerpo no sólo es inútil sino contraproducente, porque es el deterioro de un instrumento necesario. Así, el Buddha describe este segundo extremo como "doloroso, innoble, que no conduce a la meta" [2].

Aparte de estos dos enfoques extremos está el Noble Óctuple Sendero, llamado el camino medio, no en el sentido de que efectúe un compromiso entre los extremos, sino en el sentido de que los trasciende a ambos evitando los errores que cada uno implica. El camino evita el extremo de la indulgencia de los sentidos por su reconocimiento de la futilidad del deseo y su énfasis en la renuncia. El deseo y la sensualidad, lejos de ser medios para la felicidad, son manantiales de sufrimiento que hay que abandonar como requisito de la liberación. Pero la práctica de la renuncia no implica el tormento del cuerpo. Consiste en el adiestramiento mental, y para ello el cuerpo debe estar en forma, firme soporte para el trabajo interior. Así se debe cuidar bien el cuerpo, mantenerlo en buena salud, mientras se entrenan las facultades mentales para generar la sabiduría liberadora. Ese es el camino del medio [3]."


Notas del autor:
1) : La ignorancia es en realidad de naturaleza idéntica a la raíz malsana "engaño" (moha). Cuando el Buddha habla en un contexto psicológico acerca de los factores mentales, generalmente usa la palabra "engaño"; cuando habla de la base causal del samsāra, usa la palabra "ignorancia" (avijja).
2 ) : SN 56:11; Palabra de Buddha, pág. 26
3 ) : Ibídem.

***

Referencias al Canon Pali :
( trad. castellano-esp.)
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ada123123
con mettā

PD
13 :48h.
Reedición para subsanar — ( entre paréntesis ) por quien escribe una omisión — a tener en cuenta la importancia — en el Sutta expuesto.
..."permaneced con vosotros mismos como una isla, con vosotros mismos como refugio; con el Dhamma como una isla, con el Dhamma como refugio, sin tener otro refugio".SN 22.43 Attadīpa Sutta.
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Re: El Noble Camino Óctuple "El Camino al Fin del Sufrimiento" por Bhikkhu Bodhi.

Mensaje por Sāriputta »

Upasaka escribió: 11 Dic 2022 17:47 Saludos amigos.
Con el objeto de dar a conocer a lector@s esta obra que se irá desgranando poco a poco según lo vaya permitiendo el tiempo.
Con el fin de ello, y para obtener un buen resultado respecto a la traducción, se limitará a cotejar con la misma en lengua diferente y en formato físico, así como consultar las fuentes que hace alusión ante casos que lo requieran, y por último, aplicar restringido al uso del pali a términos como "Buda" por el Buddha.
Al final de la versión digital de ésta se dejará enlace.
Sea de provecho.
(...)
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Upasaka
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Re: El Noble Camino Óctuple "El Camino al Fin del Sufrimiento" por Bhikkhu Bodhi.

Mensaje por Upasaka »

อะหัง อัตตานัม พุทธัสสะ นิยยะเตมี ธัมมัสสะ สังฆัสสะ

ada123123
Saludos @Sāriputta .
Sāriputta escribió: 14 Dic 2022 00:06 Ananda escribió: ↑AN 4.45 Rohitassa Sutta

Es precisamente en este armazón de una braza de alto, dotado de percepción y mente, donde yo he conocido el mundo, el origen del mundo, el cese del mundo y el sendero que conduce al cese del mundo.

Este discurso registra el intercambio entre el Buddha y Rohitassa, un deva que se propuso llegar al fin del mundo viajando. Para esta traducción se utilizó la versión del Sexto Concilio Buddhista del Rohitassa Sutta (Aṅguttara-Nikāya i 356 – Saṃyutta-Nikāya i 60). También se consultó la versión de la Pali Text Society.
Esta traducción incluye la traducción del Comentario y Sub-comentario (S.A. i 109; A.A. ii 304, S.Ṭ. i 158, A.Ṭ. ii 302).
Aquí se puede leer completo: viewtopic.php?p=7880#p7880 
Pueda ser de buen provecho también
Buddha Dhamma Sangha
Agradecido por el aporte, ante todo por la exégesis recomendada, sin duda servirá de ayuda, como la invitación que se ofrece, pues hay espacio para los conocimientos, entre otros, de la tercera Canasta cual dispones.
Aunque al motivo del hilo, se harán bajo las referencias canónicas, y como dentro de este Nikāya, alguna que otra alusión al Visuddhimagga se espera no aportar más que lo justo, si fuera necesario.
Simplemente por no desviarse mucho del propósito del hilo: información clara y en cierta medida rigurosa por respeto hacia l@s lector@s.

Bueno, sólo es una sugerencia porque queda camino, ( y encima se acerca un pequeño retiro ) y hay que compaginar el tiempo. ;)
Saludos amigo.
ada123123
con mettā

PD
...ya me percaté — tarde — del 'mayúsculo' error al transformar la medida ( es braza, no brazada ) de "ancho" que no tanto del alto, en este caso al s.m... cunaooooo
Da igual.
..."permaneced con vosotros mismos como una isla, con vosotros mismos como refugio; con el Dhamma como una isla, con el Dhamma como refugio, sin tener otro refugio".SN 22.43 Attadīpa Sutta.
Cerrado