Recuerdo una historia sobre Ajahn Chah. A mi parecer el más zen entre los Theravada que conozco y, al mismo tiempo, estricto en su cumplimiento del Vinaya Theravada (aunque creo que también flexible, a veces).
Un discípulo occidental (que, se sabe, en tanto que "conversos", tenemos tendencia a ser "más papista que el papa"
) ante el hecho de que una "monja" theravada occidental (imagino que, dada la época, sería "técnicamente" una Mae Chew) había empezado a frecuentar una confesión cristiana (creo recordar que de la rama protestante), sin dejar por ello su "obediencia" theravada. El discípulo occidental se dirigió escandalizado a informar de ello a Ajahn Chah. Y este, tranquilamente, le respondió, "no te preocupes, igual tiene razón".
El budismo, pienso, no tiene que ver con las "creencias", todas son ilusiones en última instancia pero ninguno estamos libres de ellas, sino con la práctica correcta y concreta y, por tanto, con algo que está más allá de nuestras "minúsculas" (pero inevitables) creencias.
Gracias
@Upasaka , por llamarme "amigo". Mi respeto hacia ti no tiene que ver con tus "creencias" respecto a las "teorías" budistas, sino por que me parece que intentas ser honesto con tu práctica, eso es lo único que cuentas.
Como al parecer sucedió durante mucho tiempo en la India, practicantes de distintas creencias "budistas" eran capaces de practicar juntos bajo un único Vinaya,bajo una única regla monástica; después, si hablaban entre ellos (tal vez mal hecho, pero inevitable, somos humanos - y recordemos que el Loto, símbolo budista por excelencia, crece entre el fango, no podría hacerlo de otra manera), concluían simplemente: "Bueno, tu lo ves (lo expresas) así, yo lo hago de otra manera... pero vayamos a la sala de meditación, o a mendigar, o cantar las plegarias, o a lo que sea, que es lo que toca ahora".