Perfect Days. Wim Wenders.
-
- Mensajes: 101
- Registrado: 25 Ene 2024 10:59
- Tradición: Budismo zen
- Localización: Zaragoza. España.
Perfect Days. Wim Wenders.
Viendo esta película me he acordado del koan zen que dice: “Cada día es un buen día”.
Y sí, así se podía haber titulado la película que va a representar a Japón en los Oscar, que ya recibió el premio al mejor actor en el festival de Cannes.
Perfect days, dirigida por Wim Wenders, narra el día a día de Hirayama, papel interpretado por Kôji Yakusho, que trabaja en la limpieza de los baños públicos de Tokio. Impresionantes baños de diseño, que se construyeron para la reciente olimpiada. Su vida es rutinaria, solitaria, pero él es feliz. Es una persona sencilla, afable, tranquila, poco habladora, contemplativa. Alejado del mundo digital, colecciona casetes de los 70-80. Se levanta pronto por la mañana, se arregla con esmero, se toma de desayuno una bebida de una máquina expendedora y, mientras conduce la furgoneta en la que transporta los útiles de trabajo, escucha con deleite una sugerente canción de los 70-80 en el radiocasete de su vehículo. Como una de Lou Reed, que da título a la película. Limpia los baños meticulosamente, con atención plena. Lo que en el zen se denomina samu. A media mañana, hace un alto, se dirige a un parque cercano, se inclina al atravesar el torii de la entrada y se sienta en un banco, siempre el mismo, contempla las copas de los árboles (momiji, el arce japonés) mientras se come un sándwich de almuerzo. La palabra japonesa Komorebi significa "la interacción de la luz y las hojas cuando los rayos del sol se filtran entre los árboles", que es lo que Hirayama contempla todos los días en el parque. Después saca de su bolsillo una cámara antigua, de las de carrete y que hace las fotos en blanco y negro, y hace una foto a las copas de los árboles. Siempre la misma, pero siempre diferente. Desde el banco mira, más bien contempla, a otras personas del parque, una chica joven, un indigente, y conecta con ellas sin necesidad de hablar. Cuando termina su trabajo va a un pequeño restaurante, siempre al mismo, y se come unos fideos. Por la tarde acude a unos baños públicos y repite y disfruta del mismo ritual de limpieza todos los días. De vez en cuando, acude a una tienda de libros de segunda mano y se compra uno por un euro, que lee por la noche antes de dormir. También acude a un bar a tomar algo, siempre el mismo, con los clientes habituales. Por la noche sueña en blanco y negro con las hojas de los árboles movidas por el viento. Sus sueños parecen pinturas sumi-e.
Me ha recordado al libro de Tanizaki “Elogio de la sombra”. En él se dice que "en la estética tradicional japonesa lo esencial está en captar el enigma de la sombra. Lo bello es un juego de claroscuros que va formando el juego sutil de las modulaciones de la sombra". Seguramente Wim Wenders se ha inspirado en este libro.
A veces, suceden encuentros inesperados en su vida, con personas que se acercan a él para sentirse reconfortados, no tanto por sus escasas palabras, de una sabiduría sencilla, como “mañana es mañana, ahora es ahora”, sino por la paz que transmite.
Quizá la película puede parecer un poco larga, 120 minutos. Seguramente el director podría haberla reducido a 90 minutos, pero si no lo ha hecho es porque quiere que el espectador comparta el ritmo lento de vivir la vida de Hirayama. Y lo consigue.
En la película parece que no pasa gran cosa, pero lo que ocurre es sutil, íntimo, bello. Hirayama encuentra el sentido de su vida en lo ordinario, lo cotidiano, lo pequeño, como su afición de rescatar y cuidar con esmero y delicadeza brotes de árboles.
La última escena de la película, con un primer plano de su rostro, en la que va conduciendo la furgoneta, escuchando y sintiendo una canción, es impresionante.
https://zenyadvaita.blogspot.com/2024/0 ... nders.html
Y sí, así se podía haber titulado la película que va a representar a Japón en los Oscar, que ya recibió el premio al mejor actor en el festival de Cannes.
Perfect days, dirigida por Wim Wenders, narra el día a día de Hirayama, papel interpretado por Kôji Yakusho, que trabaja en la limpieza de los baños públicos de Tokio. Impresionantes baños de diseño, que se construyeron para la reciente olimpiada. Su vida es rutinaria, solitaria, pero él es feliz. Es una persona sencilla, afable, tranquila, poco habladora, contemplativa. Alejado del mundo digital, colecciona casetes de los 70-80. Se levanta pronto por la mañana, se arregla con esmero, se toma de desayuno una bebida de una máquina expendedora y, mientras conduce la furgoneta en la que transporta los útiles de trabajo, escucha con deleite una sugerente canción de los 70-80 en el radiocasete de su vehículo. Como una de Lou Reed, que da título a la película. Limpia los baños meticulosamente, con atención plena. Lo que en el zen se denomina samu. A media mañana, hace un alto, se dirige a un parque cercano, se inclina al atravesar el torii de la entrada y se sienta en un banco, siempre el mismo, contempla las copas de los árboles (momiji, el arce japonés) mientras se come un sándwich de almuerzo. La palabra japonesa Komorebi significa "la interacción de la luz y las hojas cuando los rayos del sol se filtran entre los árboles", que es lo que Hirayama contempla todos los días en el parque. Después saca de su bolsillo una cámara antigua, de las de carrete y que hace las fotos en blanco y negro, y hace una foto a las copas de los árboles. Siempre la misma, pero siempre diferente. Desde el banco mira, más bien contempla, a otras personas del parque, una chica joven, un indigente, y conecta con ellas sin necesidad de hablar. Cuando termina su trabajo va a un pequeño restaurante, siempre al mismo, y se come unos fideos. Por la tarde acude a unos baños públicos y repite y disfruta del mismo ritual de limpieza todos los días. De vez en cuando, acude a una tienda de libros de segunda mano y se compra uno por un euro, que lee por la noche antes de dormir. También acude a un bar a tomar algo, siempre el mismo, con los clientes habituales. Por la noche sueña en blanco y negro con las hojas de los árboles movidas por el viento. Sus sueños parecen pinturas sumi-e.
Me ha recordado al libro de Tanizaki “Elogio de la sombra”. En él se dice que "en la estética tradicional japonesa lo esencial está en captar el enigma de la sombra. Lo bello es un juego de claroscuros que va formando el juego sutil de las modulaciones de la sombra". Seguramente Wim Wenders se ha inspirado en este libro.
A veces, suceden encuentros inesperados en su vida, con personas que se acercan a él para sentirse reconfortados, no tanto por sus escasas palabras, de una sabiduría sencilla, como “mañana es mañana, ahora es ahora”, sino por la paz que transmite.
Quizá la película puede parecer un poco larga, 120 minutos. Seguramente el director podría haberla reducido a 90 minutos, pero si no lo ha hecho es porque quiere que el espectador comparta el ritmo lento de vivir la vida de Hirayama. Y lo consigue.
En la película parece que no pasa gran cosa, pero lo que ocurre es sutil, íntimo, bello. Hirayama encuentra el sentido de su vida en lo ordinario, lo cotidiano, lo pequeño, como su afición de rescatar y cuidar con esmero y delicadeza brotes de árboles.
La última escena de la película, con un primer plano de su rostro, en la que va conduciendo la furgoneta, escuchando y sintiendo una canción, es impresionante.
https://zenyadvaita.blogspot.com/2024/0 ... nders.html
- tao.te.kat
- Mensajes: 1720
- Registrado: 10 Dic 2020 13:16
- Tradición: 猫猫
- Localización: 彩虹
Re: Perfect Days. Wim Wenders.
Muy interesante, ¿la recomiendas?
Debo decir que mi última experiencia con el cine "reposado" de orientación japonesa no me convenció. Fui a ver "El mal no existe" (Aku wa sonzai shinai). Un título muy sugestivo de un director con buenas críticas, pero el resultado final no me convenció.
Debo decir que mi última experiencia con el cine "reposado" de orientación japonesa no me convenció. Fui a ver "El mal no existe" (Aku wa sonzai shinai). Un título muy sugestivo de un director con buenas críticas, pero el resultado final no me convenció.
Re: Perfect Days. Wim Wenders.
Pues he visto que la película Perfect Days se puede alquilar en Youtube por 2'50 €. Viene en inglés o español. Creo que mañana la voy a ver. Espero disfrutarla. Gracias, JJ.
Saludos.
Saludos.
-
- Mensajes: 42
- Registrado: 12 Feb 2021 16:40
Re: Perfect Days. Wim Wenders.
La peli es una delicia con una banda sonora espectacular. Inspiradora, muy recomendable
- tao.te.kat
- Mensajes: 1720
- Registrado: 10 Dic 2020 13:16
- Tradición: 猫猫
- Localización: 彩虹
Re: Perfect Days. Wim Wenders.
Pues no se puede tener mejores consejeros, habrá que verla.jorgeyordy escribió: ↑28 May 2024 21:28 La peli es una delicia con una banda sonora espectacular. Inspiradora, muy recomendable
Re: Perfect Days. Wim Wenders.
.
Última edición por wu wei el 31 May 2024 13:05, editado 1 vez en total.
Re: Perfect Days. Wim Wenders.
.
Última edición por wu wei el 31 May 2024 13:06, editado 1 vez en total.
Re: Perfect Days. Wim Wenders.
Anoche terminé de ver la película Perfect Days. Haré a continuación una valoración crítica de la misma:
Lo primero que debo decir es que es muy realista. Fue como sentirme de nuevo en Japón (más concretamente, en Tokyo). La lluvia. El río. Los canales. Las larguísimas avenidas. Las autopistas. La torre central. Los rascacielos. Las bicicletas... Y, naturalmente, los WC públicos. Porque (hay que decirlo) los WC, en Japón, son una verdadera maravilla. No hay nada igual en ninguna otra parte. Algunos WC que salen en la película parecen modelos nuevos, que no conocía. Pero los normales, sí. Los WC normales allí son super limpios, con tecnología avanzada: chorro de agua para limpiarte, modulable, y con aire caliente para secarte. Otros no llegan a tanto, pero son igualmente limpios y ordenados. Algunos con ikebanas. Después de ver la película, entiendo que estén todos impecables.
Otro asunto esencial en Japón: las maquinas que expenden latas. Las hay por todas partes. La que sale en la película es una de ellas. Tienen café de todas las clases posibles. También las hay de tes. Y de cervezas.
El hombre vive en un pequeñísimo apartamento, pero con tatami. En Japón todas las casas tienen tatami. No se entra con zapatos, se dejan en la puerta. Y se duerme sobre un zafuton como sale en la película, que se recoge por la mañana. Todo es limpísimo y super arreglado. Es una imagen representativa de Japón.
Y, por último (pero no lo menos importante), los baños: toda una institución japonesa. Baños públicos, en efecto, donde primero de lavas a fondo, sentado en una banqueta, y luego entras en el baño de agua super caliente, donde te relajas totalmente durante larguísimo tiempo. Esos baños están en la calle, en los hoteles y también en las casas privadas.
Los jardines en cambio apenas salen, en la película, cosa que sorprende, porque los jardines en Japón son maravillosos. Pero la película va más de WC públicos.
En cuanto al tema: la vida de un hombre solitario. Hay muchos en Japón (y en todas partes, ya). Hombre y mujeres que viven solos y llegan a una edad madura. El personaje de la película es representativo, y el protagonista hace un buen papel. Es, en cierto modo, ejemplar.muestra que vivir solo y hacerse mayor es normal, y no tiene nada de particular. (Yo ahí hubiese enfatizado una práctica espiritual, que resulta esencial para envejecer dignamente, pero el personaje en cierto sentido lleva una práctica espiritual, limpiando los WC).
La película es lenta, muy lenta, pero esto ocurre en casi todas las películas japonesas (y novelas, por igual). Le veo un ramalazo zen, si, pero para mí Japón tiene ese ramalazo desde que bajas del avión. Yo veo el Zen hasta en los WC, sí (y ahora veo la razón, y es que el que los limpia práctica samu, haciéndolo)
Por lo demás, el argumento es sencillo y creíble para Japón. Japón es un mundo donde la vida tiende a la soledad, el aislamiento y (sí) a veces también al suicidio.
Lo primero que debo decir es que es muy realista. Fue como sentirme de nuevo en Japón (más concretamente, en Tokyo). La lluvia. El río. Los canales. Las larguísimas avenidas. Las autopistas. La torre central. Los rascacielos. Las bicicletas... Y, naturalmente, los WC públicos. Porque (hay que decirlo) los WC, en Japón, son una verdadera maravilla. No hay nada igual en ninguna otra parte. Algunos WC que salen en la película parecen modelos nuevos, que no conocía. Pero los normales, sí. Los WC normales allí son super limpios, con tecnología avanzada: chorro de agua para limpiarte, modulable, y con aire caliente para secarte. Otros no llegan a tanto, pero son igualmente limpios y ordenados. Algunos con ikebanas. Después de ver la película, entiendo que estén todos impecables.
Otro asunto esencial en Japón: las maquinas que expenden latas. Las hay por todas partes. La que sale en la película es una de ellas. Tienen café de todas las clases posibles. También las hay de tes. Y de cervezas.
El hombre vive en un pequeñísimo apartamento, pero con tatami. En Japón todas las casas tienen tatami. No se entra con zapatos, se dejan en la puerta. Y se duerme sobre un zafuton como sale en la película, que se recoge por la mañana. Todo es limpísimo y super arreglado. Es una imagen representativa de Japón.
Y, por último (pero no lo menos importante), los baños: toda una institución japonesa. Baños públicos, en efecto, donde primero de lavas a fondo, sentado en una banqueta, y luego entras en el baño de agua super caliente, donde te relajas totalmente durante larguísimo tiempo. Esos baños están en la calle, en los hoteles y también en las casas privadas.
Los jardines en cambio apenas salen, en la película, cosa que sorprende, porque los jardines en Japón son maravillosos. Pero la película va más de WC públicos.
En cuanto al tema: la vida de un hombre solitario. Hay muchos en Japón (y en todas partes, ya). Hombre y mujeres que viven solos y llegan a una edad madura. El personaje de la película es representativo, y el protagonista hace un buen papel. Es, en cierto modo, ejemplar.muestra que vivir solo y hacerse mayor es normal, y no tiene nada de particular. (Yo ahí hubiese enfatizado una práctica espiritual, que resulta esencial para envejecer dignamente, pero el personaje en cierto sentido lleva una práctica espiritual, limpiando los WC).
La película es lenta, muy lenta, pero esto ocurre en casi todas las películas japonesas (y novelas, por igual). Le veo un ramalazo zen, si, pero para mí Japón tiene ese ramalazo desde que bajas del avión. Yo veo el Zen hasta en los WC, sí (y ahora veo la razón, y es que el que los limpia práctica samu, haciéndolo)
Por lo demás, el argumento es sencillo y creíble para Japón. Japón es un mundo donde la vida tiende a la soledad, el aislamiento y (sí) a veces también al suicidio.
-
- Mensajes: 1067
- Registrado: 07 Feb 2023 16:39
- Tradición: Budismo zen
- Localización: Madrid (España)
Re: Perfect Days. Wim Wenders.
Perfect Days, la película que seleccionó - ya, en pasado, @JLZaragoza - la Academia japonesa para competir por el Óscar internacional, compitiendo con otras, como la italiana, "Yo, Capitán", o la española, "La sociedad de la nieve", y que finalmente se llevó la británica, "La zona de interés", es una interesante y brillante película que gira en torno a la sencillez y el desprendimiento, el despojarse de todo lo superfluo e innecesario, con lo que, habitualmente, poblamos nuestras vidas, para "tener más", para "sentirnos más", para "ser más"...que lo que ya somos, en un juego tan difícilmente evitable, como inútil y doloroso.
La cinta, aunque de sello nipón, viene firmada por el conocido director germano, Wim Wenders, amante de la cultura japonesa, en especial del cine de Yasujirō Ozu, y que ha visto premiada su dilatada filmografía en varias ocasiones, - contando incluso con una Palma de Oro -, a lo largo de las 79 primaveras que alcanzará el próximo verano.
El peso principal recae en el elemento interpretativo, como reconoce el propio Wenders en la entrevista a Rolling Stones compartida por @wu wei: "...“Una película así, sin un gran actor, se hubiese caído a pedazos”, reconoce Wenders. “Necesitaba a alguien que pudiera decirlo todo con sus ojos y que también fuera convincente a la hora de interpretar a un personaje que es feliz con poco. En manos menores, se hubiese generado un romanticismo horrible, y yo lo que quería era mostrar a este estilo de vida como una posibilidad realista. Me preguntaron a quién tenía en mente, e inmediatamente dije Kōji Yakusho. No se me ocurría un mejor actor en el planeta para este papel”. No en vano, Yakusho se alzó con la palma de oro a mejor actor en el festival de Cannes de 2023.
Quien quiera hacer una lectura política, inevitablemente, resultará decepcionado, ya que no hay nada - relevante, al menos - de política en la cinta. Hablar de que es un fiel reflejo de Japón y su cultura, podría resultar un tanto generalista, parecería que estamos diciendo algo pero, en el fondo, el detalle de la historia se ha perdido.
Encontrándonos como nos encontramos en un foro budista, la sencillez con la vive el protagonista, el renunciar a tener más de lo poco que necesita, el anclaje en el momento presente, sean las circunstancias buenas, peores o nefastas, supone un espejo que nos interpela como practicantes, reconociendo las dificultades del mismo, pero también el sabor reconfortante de cada paso en nuestro caminar.
La cinta, aunque de sello nipón, viene firmada por el conocido director germano, Wim Wenders, amante de la cultura japonesa, en especial del cine de Yasujirō Ozu, y que ha visto premiada su dilatada filmografía en varias ocasiones, - contando incluso con una Palma de Oro -, a lo largo de las 79 primaveras que alcanzará el próximo verano.
El peso principal recae en el elemento interpretativo, como reconoce el propio Wenders en la entrevista a Rolling Stones compartida por @wu wei: "...“Una película así, sin un gran actor, se hubiese caído a pedazos”, reconoce Wenders. “Necesitaba a alguien que pudiera decirlo todo con sus ojos y que también fuera convincente a la hora de interpretar a un personaje que es feliz con poco. En manos menores, se hubiese generado un romanticismo horrible, y yo lo que quería era mostrar a este estilo de vida como una posibilidad realista. Me preguntaron a quién tenía en mente, e inmediatamente dije Kōji Yakusho. No se me ocurría un mejor actor en el planeta para este papel”. No en vano, Yakusho se alzó con la palma de oro a mejor actor en el festival de Cannes de 2023.
Quien quiera hacer una lectura política, inevitablemente, resultará decepcionado, ya que no hay nada - relevante, al menos - de política en la cinta. Hablar de que es un fiel reflejo de Japón y su cultura, podría resultar un tanto generalista, parecería que estamos diciendo algo pero, en el fondo, el detalle de la historia se ha perdido.
Encontrándonos como nos encontramos en un foro budista, la sencillez con la vive el protagonista, el renunciar a tener más de lo poco que necesita, el anclaje en el momento presente, sean las circunstancias buenas, peores o nefastas, supone un espejo que nos interpela como practicantes, reconociendo las dificultades del mismo, pero también el sabor reconfortante de cada paso en nuestro caminar.
Última edición por Carlos el 01 Jun 2024 14:42, editado 2 veces en total.