El Nibbana lo he entendido siempre como la extinción de las impurezas de la mente y el fin de dukkha. Algo parecido a lo que explica el Venerable Thich Nhat Hanh en este vídeo:
► Mostrar Spoiler
► Mostrar Spoiler
En cuanto al tema del Nibbāna comenta:
“Cuando leo el Canon Pali la conclusión que obtengo es que el nibbana es la cesación de dukkha y el parinibbana la cesación de los renacimientos”.
Su conclusión es correcta, complementaríamos añadiendo que:
“el nibbana es la cesación de dukkha”
Sí, pero a nivel mental, debido a que las impurezas mentales cesaron, es por ello que el individuo no experimenta más Domanssa (sensación mental dolorosa) pero, a nivel corporal, los iluminados al igual que nosotros experimentan vejez, enfermedad y los achaques físicos que estas acarrean pero por su parte ya no hay ningún tipo de reacción negativa ante la incomodidad o el dolor al cual se refieren los maestros como ‘dukkha dukkha’.
continua:
“y el parinibbana la cesación de los renacimientos”.
Sí, la cesación del proceso de cuerpo y mente (los 5 agregados), la liberación total del condicionamiento. Para generar una nueva vida es necesario que la ignorancia (avijjā), el deseo (taṇhā) y el potencial previo o semillas (kamma) estén presentes.
Debido que al iluminarse completamente ya no hay ni avijjā ni taṇhā, las condiciones quedan incompletas para generar una nueva existencia y es ahí donde el proceso cesa.
Los términos en Pāḷi que se utilizan para describir al Nibbāna en los diferentes momentos son:
Saupādisesa Nibbāna, la cual se realiza junto con los 5 agregados durante la vida convirtiendo al individuo en un iluminado o ser Noble (Ariya) y Anupādisesa Nibbāna, la cual cesa junto con los 5 agregados y esta sucede al morir, Anupādisesa Nibbāna = Parinibbāna.
A pesar de que hablamos de contacto con el Nibbāna en dos momentos diferentes -en vida y al momento de morir- debemos mantener presente que el Nibbāna es solo uno, una de las 4 realidades últimas siendo estas:
1. Rūpa (la materia)
2. Citta (las unidades de conciencia)
3. Cetasika (los ingredientes mentales)
4. Nibbāna
*en corto, Nāma (mente), Rūpa y Nibbāna.
Nibbāna literalmente significa: extinción (nir + √vā) dejar de arder. El cese del fuego del deseo, la aversion y la ignorancia ingredientes necesarios para el surgimiento de la mente y la materia.
De acuerdo con los comentarios(nir + vana)también significa ’libertad del deseo’.
Comenta:
“Sin embargo en cierta literatura budista parece presentarse el nibbana/parinibbana como algún tipo de realidad metafísica de inefable felicidad, a la que el iluminado accede en esta vida y de manera definitiva después de la muerte”.
¿A qué literatura específicamente se refiere? (solo curiosidad)
El Nibbāna no es una realidad metafísica, es un objeto de la realidad última que la mente puede tomar o acceder cuando esta balanceada y pura. En el momento de la iluminación, cuando una mente alcanza el justo balance de los 8 elementos del sendero noble (la atención, acción(3), concentración, sabiduría(2) y esfuerzo correctos) la mente puede y toma al Nibbāna como objeto y la experimenta.
Cabe recordar que el Nibbāna no es un lugar, no tiene locación o ubicación.
Hablando de la felicidad que esta provee nuestro maestro Sayadaw U Tejaniya a menudo nos pregunta: “Si logramos purificar a la mente de todas las causas del sufrimiento, ¿qué es lo que queda?…”
Al Nibbāna lo describen como felicidad inefable no tanto por lo que es o lo que tiene sino más bien, por lo que no es y por lo que esta ausente.
Tocar al Nibbāna es la confirmación de la purificación de la mente, el Nibbāna carece de toda causa de sufrimiento, la ausencia de la sed interior, el desear o no desear algo, el Nibbāna es incondicionado (Asankhata), aquello que no tiene que ver con la mente o la materia osea lo condicionado.
Describen que vivir iluminado es un estado de profunda paz, quietud y claridad del cual se emana solo Benevolencia ya que no hay más Kilesas (impurezas mentales) así que cada movimiento o palabra del iluminado es noble.
En efecto, una vez que la mente del iluminado tomo al Nibbāna como objeto por primera vez, en vida, puede volver a tocarlo o acceder a el nuevamente (phala samāpatti) y dicen los maestros que esta es una experiencia de inimaginable libertad y descanso, más allá de lo que el sueño pudiera proveer.
En esa quietud absoluta no se genera más movimiento mental (Sankhāra), no se generan mȧs acciones (Kamma). Las unidades de conciencia que experimenta el iluminado son solo funcionales (Kriya) osea no se plantan más semillas en el flujo de conciencia, sin semillas, no hay frutos -no causa, no efecto- la cesación, el descanso.
Un Arahant no anhela ni la vida ni la muerte, vive iluminado y libre hasta que las condiciones que sostienen la vida se acaban, condiciones fundamentadas en su Kamma (acciones previas) o la duración natural de la vida.
¿Cómo siente la exploración hasta aquí?
Esperamos la información este siendo expresada con claridad, hay muchos detalles, cualquier cosa que surja la vamos explorando.
El Nibbāna es generalmente algo complejo de comprender debido a que es muy diferente a lo que hemos experimentado siempre.
Es algo que verdaderamente comprenderemos y experimentaremos cuando en la mente surja la unidad de conciencia llamada ‘Magga’ (el camino) la cual saca de raíz a las kilesas y hace dos cosas a la vez, “Expulsa la oscuridad y genera Luz” cortando de raíz a las impurezas para que no vuelvan mas. Inmediatamente despues de ‘Magga’ surge la unidad de conciencia llamada ‘Phala’ (el fruto) la conciencia supra-mundana (lokuttara citta).
Creemos que esto se aclarará más al explorar el capítulo 4 del Abhidhammatasangaha (texto en el cual basamos las sesiones de la Anatomía de la Mente). Este capitulo se dedica a explorar los procesos mentales de los seres “mundanos” (puttujana) y los seres nobles o iluminados (Ariya).
A menudo, por más que los maestros intentan explicarnos el Nibbāna al parecer las palabras se quedan cortas, es paradójico entender con la mente algo que esta mȧs allá de ella.
El Nibbāna es algo que solo experimentándolo se puede saborear, es como la diferencia en describir una manzana y probarla.
Lo bello y benéfico de todo esto es que, para poder experimentar el Nibbāna debemos liberar a la mente de todo tipo de ataduras y negatividad, ya sea deseo, aversión o ignorancia (lobha, dosa y moha). Hacer esto inevitablemente nos traerá inmensurables bendiciones en todas las áreas de la vida, que bello regalo del universo, liberarnos del sufrimiento y alcanzar nuestro potencial más alto a travéz de la bondad y el beneficio para uno mismo y los demás.
Como dijo el Buddha:
“El Dhamma es bello en el principio,
bello a la mitad
y bello al final”.
Para ahondar mȧs en este tema tan profundo le comentamos que hay un curso de Sayadaw Dr. Nandamālābhivaṃsa (nuestro preceptor y maestro) donde explica la naturaleza del Nibbāna de una manera magistral y detallada (el curso está en inglés).
http://www.dhammadownload.com/Dr-Nandam ... nglish.htm
“Cuando leo el Canon Pali la conclusión que obtengo es que el nibbana es la cesación de dukkha y el parinibbana la cesación de los renacimientos”.
Su conclusión es correcta, complementaríamos añadiendo que:
“el nibbana es la cesación de dukkha”
Sí, pero a nivel mental, debido a que las impurezas mentales cesaron, es por ello que el individuo no experimenta más Domanssa (sensación mental dolorosa) pero, a nivel corporal, los iluminados al igual que nosotros experimentan vejez, enfermedad y los achaques físicos que estas acarrean pero por su parte ya no hay ningún tipo de reacción negativa ante la incomodidad o el dolor al cual se refieren los maestros como ‘dukkha dukkha’.
continua:
“y el parinibbana la cesación de los renacimientos”.
Sí, la cesación del proceso de cuerpo y mente (los 5 agregados), la liberación total del condicionamiento. Para generar una nueva vida es necesario que la ignorancia (avijjā), el deseo (taṇhā) y el potencial previo o semillas (kamma) estén presentes.
Debido que al iluminarse completamente ya no hay ni avijjā ni taṇhā, las condiciones quedan incompletas para generar una nueva existencia y es ahí donde el proceso cesa.
Los términos en Pāḷi que se utilizan para describir al Nibbāna en los diferentes momentos son:
Saupādisesa Nibbāna, la cual se realiza junto con los 5 agregados durante la vida convirtiendo al individuo en un iluminado o ser Noble (Ariya) y Anupādisesa Nibbāna, la cual cesa junto con los 5 agregados y esta sucede al morir, Anupādisesa Nibbāna = Parinibbāna.
A pesar de que hablamos de contacto con el Nibbāna en dos momentos diferentes -en vida y al momento de morir- debemos mantener presente que el Nibbāna es solo uno, una de las 4 realidades últimas siendo estas:
1. Rūpa (la materia)
2. Citta (las unidades de conciencia)
3. Cetasika (los ingredientes mentales)
4. Nibbāna
*en corto, Nāma (mente), Rūpa y Nibbāna.
Nibbāna literalmente significa: extinción (nir + √vā) dejar de arder. El cese del fuego del deseo, la aversion y la ignorancia ingredientes necesarios para el surgimiento de la mente y la materia.
De acuerdo con los comentarios(nir + vana)también significa ’libertad del deseo’.
Comenta:
“Sin embargo en cierta literatura budista parece presentarse el nibbana/parinibbana como algún tipo de realidad metafísica de inefable felicidad, a la que el iluminado accede en esta vida y de manera definitiva después de la muerte”.
¿A qué literatura específicamente se refiere? (solo curiosidad)
El Nibbāna no es una realidad metafísica, es un objeto de la realidad última que la mente puede tomar o acceder cuando esta balanceada y pura. En el momento de la iluminación, cuando una mente alcanza el justo balance de los 8 elementos del sendero noble (la atención, acción(3), concentración, sabiduría(2) y esfuerzo correctos) la mente puede y toma al Nibbāna como objeto y la experimenta.
Cabe recordar que el Nibbāna no es un lugar, no tiene locación o ubicación.
Hablando de la felicidad que esta provee nuestro maestro Sayadaw U Tejaniya a menudo nos pregunta: “Si logramos purificar a la mente de todas las causas del sufrimiento, ¿qué es lo que queda?…”
Al Nibbāna lo describen como felicidad inefable no tanto por lo que es o lo que tiene sino más bien, por lo que no es y por lo que esta ausente.
Tocar al Nibbāna es la confirmación de la purificación de la mente, el Nibbāna carece de toda causa de sufrimiento, la ausencia de la sed interior, el desear o no desear algo, el Nibbāna es incondicionado (Asankhata), aquello que no tiene que ver con la mente o la materia osea lo condicionado.
Describen que vivir iluminado es un estado de profunda paz, quietud y claridad del cual se emana solo Benevolencia ya que no hay más Kilesas (impurezas mentales) así que cada movimiento o palabra del iluminado es noble.
En efecto, una vez que la mente del iluminado tomo al Nibbāna como objeto por primera vez, en vida, puede volver a tocarlo o acceder a el nuevamente (phala samāpatti) y dicen los maestros que esta es una experiencia de inimaginable libertad y descanso, más allá de lo que el sueño pudiera proveer.
En esa quietud absoluta no se genera más movimiento mental (Sankhāra), no se generan mȧs acciones (Kamma). Las unidades de conciencia que experimenta el iluminado son solo funcionales (Kriya) osea no se plantan más semillas en el flujo de conciencia, sin semillas, no hay frutos -no causa, no efecto- la cesación, el descanso.
Un Arahant no anhela ni la vida ni la muerte, vive iluminado y libre hasta que las condiciones que sostienen la vida se acaban, condiciones fundamentadas en su Kamma (acciones previas) o la duración natural de la vida.
¿Cómo siente la exploración hasta aquí?
Esperamos la información este siendo expresada con claridad, hay muchos detalles, cualquier cosa que surja la vamos explorando.
El Nibbāna es generalmente algo complejo de comprender debido a que es muy diferente a lo que hemos experimentado siempre.
Es algo que verdaderamente comprenderemos y experimentaremos cuando en la mente surja la unidad de conciencia llamada ‘Magga’ (el camino) la cual saca de raíz a las kilesas y hace dos cosas a la vez, “Expulsa la oscuridad y genera Luz” cortando de raíz a las impurezas para que no vuelvan mas. Inmediatamente despues de ‘Magga’ surge la unidad de conciencia llamada ‘Phala’ (el fruto) la conciencia supra-mundana (lokuttara citta).
Creemos que esto se aclarará más al explorar el capítulo 4 del Abhidhammatasangaha (texto en el cual basamos las sesiones de la Anatomía de la Mente). Este capitulo se dedica a explorar los procesos mentales de los seres “mundanos” (puttujana) y los seres nobles o iluminados (Ariya).
A menudo, por más que los maestros intentan explicarnos el Nibbāna al parecer las palabras se quedan cortas, es paradójico entender con la mente algo que esta mȧs allá de ella.
El Nibbāna es algo que solo experimentándolo se puede saborear, es como la diferencia en describir una manzana y probarla.
Lo bello y benéfico de todo esto es que, para poder experimentar el Nibbāna debemos liberar a la mente de todo tipo de ataduras y negatividad, ya sea deseo, aversión o ignorancia (lobha, dosa y moha). Hacer esto inevitablemente nos traerá inmensurables bendiciones en todas las áreas de la vida, que bello regalo del universo, liberarnos del sufrimiento y alcanzar nuestro potencial más alto a travéz de la bondad y el beneficio para uno mismo y los demás.
Como dijo el Buddha:
“El Dhamma es bello en el principio,
bello a la mitad
y bello al final”.
Para ahondar mȧs en este tema tan profundo le comentamos que hay un curso de Sayadaw Dr. Nandamālābhivaṃsa (nuestro preceptor y maestro) donde explica la naturaleza del Nibbāna de una manera magistral y detallada (el curso está en inglés).
http://www.dhammadownload.com/Dr-Nandam ... nglish.htm
► Mostrar Spoiler
Siguiendo la exploración del Nibbāna y el Parinibbāna usted menciona:
“sólo se trata de dilucidar la situación del arahant después de la muerte. Descartada la posibilidad de la existencia condicionada, porque se han removido sus bases”.
Exacto.
“el arahant o ya no existe más o 'existe' en una forma inefable/trascendente.”
No, no existe más ya que las causas para su existencia no están presentes.
“quiero refutar la acusación que en ocasiones recibe el budismo de tener por ideal la aniquilación del sujeto religioso.”
Es necesario mantener presente que la finalidad del Budismo es la liberación total del sufrimiento, no la aniquilación de nada.
El “sujeto religioso” de hecho nunca estuvo ahí, es solo un concepto, una idea (muy pegajosa) nada que aniquilar. Este aspecto de la naturaleza es uno de los que más energía toman para hacérselo visualizar a otra persona o para ser digerido.
Un ejemplo maravilloso que dan los maestros es el del fuego:
“El fuego arde pero cuando el combustible que lo sostiene se acaba uno podría preguntar, ¿a dónde se fue el fuego? o ¿fue aniquilado?
No, no podemos decir que el fuego se fue a ningún lado, que fue aniquilado o que se fusiono con nada, simplemente dejo de arder por falta de las condiciones necesarias para seguir ardiendo, algo similar sucede con la conciencia en el momento del Parinibbaāna, no más ardor, (a menudo se traduce de esa manera al nibbāna).
“sólo se trata de dilucidar la situación del arahant después de la muerte. Descartada la posibilidad de la existencia condicionada, porque se han removido sus bases”.
Exacto.
“el arahant o ya no existe más o 'existe' en una forma inefable/trascendente.”
No, no existe más ya que las causas para su existencia no están presentes.
“quiero refutar la acusación que en ocasiones recibe el budismo de tener por ideal la aniquilación del sujeto religioso.”
Es necesario mantener presente que la finalidad del Budismo es la liberación total del sufrimiento, no la aniquilación de nada.
El “sujeto religioso” de hecho nunca estuvo ahí, es solo un concepto, una idea (muy pegajosa) nada que aniquilar. Este aspecto de la naturaleza es uno de los que más energía toman para hacérselo visualizar a otra persona o para ser digerido.
Un ejemplo maravilloso que dan los maestros es el del fuego:
“El fuego arde pero cuando el combustible que lo sostiene se acaba uno podría preguntar, ¿a dónde se fue el fuego? o ¿fue aniquilado?
No, no podemos decir que el fuego se fue a ningún lado, que fue aniquilado o que se fusiono con nada, simplemente dejo de arder por falta de las condiciones necesarias para seguir ardiendo, algo similar sucede con la conciencia en el momento del Parinibbaāna, no más ardor, (a menudo se traduce de esa manera al nibbāna).
Copio también un texto sobre el Nibbana del Venerable Narada Thera.
► Mostrar Spoiler
NIBBANA
Este proceso de nacimiento y muerte continúa ad infinitum hasta que este flujo es transmutado, por decirlo así, al Nibbāna‐dhātu, el objetivo último de los budistas.
La palabra Pali Nibbāna está formada de Ni y Vāna. Ni es una partícula negativa y Vāna significa codicia o deseo con vehemencia. “Se llama Nibbāna, por cuanto es un punto de partida desde el anhelo que se llama Vana, codicia.” Literalmente, Nibbāna significa desapego.
También puede definirse como la extinción del deseo, odio e ignorancia. “El mundo entero está en llamas”, dice el Buddha. “¿Por qué fuego está incendiado? Por el fuego de la lujuria, el odio y la ignorancia, por el fuego del nacimiento, la muerte, el dolor, el lamento, el desagrado, la pena y la desesperación está incendiado.”
No debería entenderse que el Nibbana es un estado de la nada o aniquilación debido al hecho de que no podamos percibirlo con nuestro entendimiento mundano. Uno no puede decir que no hay luz sólo porque un ciego no la vea.
También en ese conocido cuento, el pez que discute con su amiga la tortuga, concluye de forma triunfante que no existe la tierra.
El Nibbana de los budistas ni es una simple nada ni un estado de aniquilación, pero no hay palabras para expresar adecuadamente lo que es.
El Nibbana es un Dhamma que es “nonato, no originado, no creado e informe”. De ahí que sea eterno (dhuva), deseable (subha) y feliz (sukha).
En el Nibbana, nada se “eterniza” ni nada se “aniquila”, aparte del sufrimiento.
Según los Libros, se hace referencia al Nibbana como Sopādisesa y Anupādisesa. Estos, de hecho, no son dos tipos de Nibbana, sino un único Nibbana que recibe su nombre según la forma en que se experimente, antes o después de la muerte.
El Nibbana no está situado en ningún sitio ni es una suerte de cielo donde resida un ego trascendental. Es un estado dependiente del cuerpo mismo. Es un logro (Dhamma) que está al alcance de todos. El Nibbana es un estado supramundano alcanzable incluso en esta presente vida. El Buddhismo no afirma que este objetivo último sólo pueda alcanzarse en una vida en el más allá. Aquí descansa la principal diferencia entre la concepción budista del Nibbana y la concepción no budista de cielo eterno sólo alcanzable después de la muerte o en una unión con Dios o la Esencia Divina en una vida posterior. Cuando el Nibbana se alcanza en esta vida con la permanencia del cuerpo, se llama Sopādisesa Nibbāna‐dhātu. Cuando un Arahat alcanza el Parinibbana, después de la disolución del cuerpo, sin ningún resto de la existencia física, se llama Anupādisesa Nibbāna‐dhātu.
En palabras de Sir Edwin Arnold:
“Si alguien enseña que el Nirvana es cesar
Afirma que mienten.
Si alguien enseña que el Nirvana es vivir
Afirma que yerran. “
Desde un punto de vista metafísico, el Nibbana es liberación del sufrimiento. Desde un punto de vista psicológico, el Nibbana es la erradicación del egoísmo. Desde un punto de vista ético, el Nibbana es la destrucción de la codicia, el odio y la ignorancia.
¿Existe el Arahat o no después de la muerte?
El Buddha responde; “El Arahat que ha sido liberado de los cinco agregados es profundo, inconmensurable como el poderoso océano. Decir que ha renacido no se ajustaría al caso. Decir que ni ha renacido ni que no ha renacido no se ajustaría al caso.”
Uno no puede decir que un Arahat ha renacido ya que todas las pasiones que condicionan el renacimiento han sido erradicadas; tampoco puede decirse que el Arahat ha sido aniquilado pues no hay nada que aniquilar.
Robert Oppenheimer, un científico, escribe: “Si preguntamos, por ejemplo, si la posición del electrón permanece igual, debemos decir “no,” si preguntamos si la posición del electrón cambia con el tiempo, debemos decir “no”; si preguntamos si el electrón está inmóvil, debemos decir “no”; si preguntamos si está en movimiento, debemos decir “no”.
“El Buddha ha dado respuestas como éstas al ser preguntado sobre las condiciones del yo humano después de la muerte; pero no son respuestas consabidas desde el punto de vista de la tradición de la ciencia de los siglos XVII y XVIII”.
Este proceso de nacimiento y muerte continúa ad infinitum hasta que este flujo es transmutado, por decirlo así, al Nibbāna‐dhātu, el objetivo último de los budistas.
La palabra Pali Nibbāna está formada de Ni y Vāna. Ni es una partícula negativa y Vāna significa codicia o deseo con vehemencia. “Se llama Nibbāna, por cuanto es un punto de partida desde el anhelo que se llama Vana, codicia.” Literalmente, Nibbāna significa desapego.
También puede definirse como la extinción del deseo, odio e ignorancia. “El mundo entero está en llamas”, dice el Buddha. “¿Por qué fuego está incendiado? Por el fuego de la lujuria, el odio y la ignorancia, por el fuego del nacimiento, la muerte, el dolor, el lamento, el desagrado, la pena y la desesperación está incendiado.”
No debería entenderse que el Nibbana es un estado de la nada o aniquilación debido al hecho de que no podamos percibirlo con nuestro entendimiento mundano. Uno no puede decir que no hay luz sólo porque un ciego no la vea.
También en ese conocido cuento, el pez que discute con su amiga la tortuga, concluye de forma triunfante que no existe la tierra.
El Nibbana de los budistas ni es una simple nada ni un estado de aniquilación, pero no hay palabras para expresar adecuadamente lo que es.
El Nibbana es un Dhamma que es “nonato, no originado, no creado e informe”. De ahí que sea eterno (dhuva), deseable (subha) y feliz (sukha).
En el Nibbana, nada se “eterniza” ni nada se “aniquila”, aparte del sufrimiento.
Según los Libros, se hace referencia al Nibbana como Sopādisesa y Anupādisesa. Estos, de hecho, no son dos tipos de Nibbana, sino un único Nibbana que recibe su nombre según la forma en que se experimente, antes o después de la muerte.
El Nibbana no está situado en ningún sitio ni es una suerte de cielo donde resida un ego trascendental. Es un estado dependiente del cuerpo mismo. Es un logro (Dhamma) que está al alcance de todos. El Nibbana es un estado supramundano alcanzable incluso en esta presente vida. El Buddhismo no afirma que este objetivo último sólo pueda alcanzarse en una vida en el más allá. Aquí descansa la principal diferencia entre la concepción budista del Nibbana y la concepción no budista de cielo eterno sólo alcanzable después de la muerte o en una unión con Dios o la Esencia Divina en una vida posterior. Cuando el Nibbana se alcanza en esta vida con la permanencia del cuerpo, se llama Sopādisesa Nibbāna‐dhātu. Cuando un Arahat alcanza el Parinibbana, después de la disolución del cuerpo, sin ningún resto de la existencia física, se llama Anupādisesa Nibbāna‐dhātu.
En palabras de Sir Edwin Arnold:
“Si alguien enseña que el Nirvana es cesar
Afirma que mienten.
Si alguien enseña que el Nirvana es vivir
Afirma que yerran. “
Desde un punto de vista metafísico, el Nibbana es liberación del sufrimiento. Desde un punto de vista psicológico, el Nibbana es la erradicación del egoísmo. Desde un punto de vista ético, el Nibbana es la destrucción de la codicia, el odio y la ignorancia.
¿Existe el Arahat o no después de la muerte?
El Buddha responde; “El Arahat que ha sido liberado de los cinco agregados es profundo, inconmensurable como el poderoso océano. Decir que ha renacido no se ajustaría al caso. Decir que ni ha renacido ni que no ha renacido no se ajustaría al caso.”
Uno no puede decir que un Arahat ha renacido ya que todas las pasiones que condicionan el renacimiento han sido erradicadas; tampoco puede decirse que el Arahat ha sido aniquilado pues no hay nada que aniquilar.
Robert Oppenheimer, un científico, escribe: “Si preguntamos, por ejemplo, si la posición del electrón permanece igual, debemos decir “no,” si preguntamos si la posición del electrón cambia con el tiempo, debemos decir “no”; si preguntamos si el electrón está inmóvil, debemos decir “no”; si preguntamos si está en movimiento, debemos decir “no”.
“El Buddha ha dado respuestas como éstas al ser preguntado sobre las condiciones del yo humano después de la muerte; pero no son respuestas consabidas desde el punto de vista de la tradición de la ciencia de los siglos XVII y XVIII”.