SN 36,5 Datthabba Sutta
“Bhikkhus, he aquí estas tres sensaciones. Y, ¿cuáles son esas tres? Sensación placentera, sensación dolorosa y sensación ni-placentera-ni-dolorosa. La sensación placentera, bhikkhus, debe ser vista como dolorosa; la sensación dolorosa debe ser vista como un dardo; la sensación ni-placentera-ni-dolorosa debe ser vista como transitoria.
“Cuando un bhikkhu, bhikkhus, ha visto la sensación placentera como dolorosa, la sensación dolorosa como un dardo y la sensación ni-placentera-ni-dolorosa como transitoria, es llamado un bhikkhu que ve rectamente. Ha cortado la avidez, cercenó los grilletes y, mediante una completa penetración a través de de la presunción, puso fin a la insatisfacción”.
Alguien que ha visto lo placentero como doloroso
Y lo doloroso como un dardo,
Ha visto como transitoria la sensación pacífica,
La que no es placentera ni dolorosa,
Es un bhikkhu que ve correctamente,
Alguien que comprende plenamente las sensaciones.
Al conocer plenamente las sensaciones,
Es inmaculado en esta presente vida.
Anclado en el Dhamma, con la desintegración de su cuerpo
El maestro del conocimiento no puede ser tenido en cuenta.
SN 36,31 Niramisa Sutta
“He aquí, bhikkhus, hay arrobamiento carnal, arrobamiento espiritual y arrobamiento más espiritual que el espiritual. Hay felicidad carnal, felicidad espiritual y felicidad más espiritual que la espiritual. Hay ecuanimidad carnal, ecuanimidad espiritual y ecuanimidad más espiritual que la espiritual. Hay liberación carnal, liberación espiritual y liberación más espiritual que la espiritual.
“Y, ¿qué es, bhikkhus, el arrobamiento carnal? He aquí, bhikkhus, estas cinco cuerdas de los placeres sensuales. Y, ¿cuáles son esas cinco? Las formas cognoscibles por el ojo que son deseables, encantadoras, agradables, placenteras, sensualmente atractivas y tentadoras. Los sonidos cognoscibles por el oído… los olores cognoscibles por la nariz… los sabores cognoscibles por la lengua… los objetos táctiles cognoscibles por el cuerpo que son deseables, encantadores, agradables, placenteros, sensualmente atractivos y tentadores. Estas son, bhikkhus, las cinco cuerdas de los placeres sensuales. El arrobamiento que surge en dependencia de estas cinco cuerdas de los placeres sensuales: esto se llama el arrobamiento carnal.
“Y, ¿qué es, bhikkhus, el arrobamiento espiritual? He aquí, bhikkhus, recluido de los placeres sensuales, recluido de los perjudiciales estados mentales, el bhikkhu entra y permanece en el primer jhana, que consiste en el arrobamiento y felicidad nacidos de la reclusión, acompañado por el pensamiento aplicado y sostenido. Al calmarse el pensamiento aplicado y sostenido, entra y permanece en el segundo jhana, el cual tiene la placidez interior y la unificación mental y consiste en el arrobamiento y felicidad nacidos de la concentración, sin el pensamiento aplicado y sostenido. Esto se llama el arrobamiento espiritual.
“Y, ¿qué es, bhikkhus, el arrobamiento más espiritual que el espiritual? Cuando un bhikkhu, cuyas contaminaciones han sido destruidas, revisa su mente libre de la codicia, libre del odio y libre de la falsa ilusión, surge el arrobamiento. Esto se llama el arrobamiento más espiritual que el espiritual.
“Y, ¿qué es, bhikkhus, la felicidad carnal? He aquí, bhikkhus, estas cinco cuerdas de los placeres sensuales. Y, ¿cuáles son esas cinco? Las formas cognoscibles por el ojo… Estas son, bhikkhus, las cinco cuerdas de los placeres sensuales. La felicidad que surge en dependencia de estas cinco cuerdas de los placeres sensuales: esto se llama la felicidad carnal.
“Y, ¿qué es, bhikkhus, la felicidad espiritual? He aquí, bhikkhus, recluido de los placeres sensuales, recluido de los perjudiciales estados mentales, el bhikkhu entra y permanece en el primer jhana… en el segundo jhana… Al desaparecer el arrobamiento, permanece ecuánime, con atención consciente y clara comprensión, y experimenta la felicidad en su cuerpo; entonces, entra y permanece en el tercer jhana, del cual los nobles declararon: ‘Él es ecuánime, atentamente consciente y es alguien que tiene una morada feliz’. Esto se llama la felicidad espiritual.
“Y, ¿qué es, bhikkhus, la felicidad más espiritual que la espiritual? Cuando un bhikkhu, cuyas contaminaciones han sido destruidas, revisa su mente libre de la codicia, libre del odio y libre de la falsa ilusión, surge la felicidad. Esto se llama la felicidad más espiritual que la espiritual.
“Y, ¿qué es, bhikkhus, la ecuanimidad carnal? He aquí, bhikkhus, estas cinco cuerdas de los placeres sensuales. Y, ¿cuáles son esas cinco? Las formas cognoscibles por el ojo… Estas son, bhikkhus, las cinco cuerdas de los placeres sensuales. La ecuanimidad que surge en dependencia de estas cinco cuerdas de los placeres sensuales: esto se llama la ecuanimidad carnal.
“Y, ¿qué es, bhikkhus, la ecuanimidad espiritual? Al abandonar la felicidad y la pena, con la previa desaparición de la alegría y el abatimiento, entra y permanece en el cuarto jhana, ni penoso ni placentero, el cual tiene la purificación de la atención consciente mediante la ecuanimidad. Esto se llama la felicidad espiritual.
“Y, ¿qué es, bhikkhus, la ecuanimidad más espiritual que la espiritual? Cuando un bhikkhu, cuyas contaminaciones han sido destruidas, revisa su mente libre de la codicia, libre del odio y libre de la falsa ilusión, surge la ecuanimidad. Esto se llama la ecuanimidad más espiritual que la espiritual.
“Y, ¿qué es, bhikkhus, la liberación carnal? La liberación conectada con la esfera de la forma es la liberación carnal.
“Y, ¿qué es, bhikkhus, la liberación espiritual? La liberación conectada con la esfera de lo sin forma es la liberación espiritual.
“Y, ¿qué es, bhikkhus, la liberación más espiritual que la espiritual? Cuando un bhikkhu, cuyas contaminaciones han sido destruidas, revisa su mente libre de la codicia, libre del odio y libre de la falsa ilusión, surge la liberación. Esto se llama la liberación más espiritual que la espiritual”.